“Todo es esquí” era el nombre de un éxito de 1963 de Vico Torriani que cantó toda Suiza. Los tiempos han cambiado ligeramente, pero los diversos deportes de nieve siguen llamando a mucha gente a las pistas blancas, lo que puede considerarse positivo desde el punto de vista de la promoción de la salud. Como siempre, el aumento de la actividad está desgraciadamente ligado a un aumento casi paralelo de las lesiones, y junto a la articulación de la rodilla, muy vulnerable, la articulación del hombro es a menudo el blanco de las fuerzas dañinas que se producen en el deporte.
Como casi todas las partes del cuerpo, la articulación del hombro sufre las llamadas lesiones por uso excesivo y las lesiones agudas.
Las lesiones por sobreuso son más bien raras en el esquí porque los movimientos por encima de la horizontal casi no se exigen a la articulación del hombro (no como el golpeo en el voleibol o jugando al tenis o nadando). Esto significa que los atrapamientos de diversas estructuras como los tendones o la bursa entre la cabeza humeral y la fijación coracoidea (acromion) son más bien raros. Ciertas inflamaciones de los tendones son concebibles y se dan ocasionalmente debido a movimientos repetitivos, como ocurre en el esquí de fondo.
Lesiones frecuentes
Según las estadísticas del seguro de accidentes UVG, en las pistas se producen las siguientes lesiones en el hombro/brazo superior (número absoluto de accidentes en el grupo de asegurados de esquí, a partir de 2005):
- Magulladuras, contusiones: 2268
- Esguinces, distensiones, roturas de tendones: 1724
- Fracturas: 1301
- Dislocaciones: 892
- Lesiones superficiales: 8
- Heridas abiertas: 4
Debido a su pronunciada movilidad y, por tanto, a su menor estabilidad, las luxaciones, llamadas luxaciones, son frecuentes en la articulación del hombro, la más frecuente de todas las articulaciones en general. El diagnóstico de esta lesión es relativamente sencillo y en la mayoría de los casos posible sólo mediante la observación (mientras que en una fractura el brazo se mantiene pegado al cuerpo, en un hombro dislocado el brazo se mantiene en ligera abducción respecto al cuerpo). El tratamiento también parece claro: El objetivo es devolver ambas partes de la articulación a su posición anatómica lo antes posible. Después de una época en la que esta reducción se realizaba a veces de forma heroica directamente en el talud, hoy en día se es más prudente y se suele preferir aclarar la situación radiológicamente antes de la reducción en busca de lesiones concomitantes (fracturas, lesiones nerviosas). Anecdóticamente -y por mi propia experiencia como médico de carreras- cabe recordar que no es fácil fijar un hombro luxado a través del ajustado traje de carreras en esquí alpino, ¡pero quitárselo antes tampoco es nada fácil!
No hay que olvidar que cualquier luxación de hombro puede provocar daños en el aparato ligamentoso capsular (dilatación/desgarro capsular, lesiones de los ligamentos glenohumerales), el labrum glenoideo, el reborde glenoideo óseo, el manguito de los rotadores (hasta en un 50% de los casos en mayores de 40 años), la cabeza humeral (lesión de Hill-Sachs), el plexo braquial o el nervio axilar, lo que justifica sobradamente una exploración minuciosa. Así que en situaciones en las que se puede llegar a un centro médico relativamente sin esfuerzo con transporte, ¡un acto heroico no es aconsejable!
El riesgo de recurrencia sigue siendo un problema
Un verdadero problema de la luxación de hombro es el tratamiento primario. Todavía se realiza mayoritariamente de forma conservadora con inmovilización, en armazones especiales o sólo con el cinturón de sujeción del brazo, y después con fisioterapia estabilizadora. Sin embargo, el riesgo de recidiva es muy elevado, ya que asciende a >90% en los menores de 20 años y sigue rondando el 30% en los mayores de 50, por lo que muchos expertos recomiendan la cirugía estabilizadora incluso en la primera luxación en los jóvenes. Sin embargo, la cuestión aún no se ha resuelto definitivamente.
Fracturas, contusiones
Tanto si se trata de una luxación como de una fractura aislada, se producen muchas fracturas en la zona de la articulación del hombro, algo que también demuestran las estadísticas. Parece lógico aclarar la situación mediante radiografías, aunque también en este caso la situación puede ser difícil para el médico (y por tanto también para el paciente). No es infrecuente que las fracturas no se vean en absoluto en la radiografía, sino que se descubran un poco más tarde en investigaciones posteriores debido a molestias persistentes, por ejemplo en la resonancia magnética. Esto no implica en absoluto que las articulaciones del hombro lesionadas en el esquí deban visualizarse en RMN en todos los casos, pero una evolución desfavorable en radiografías negativas debería provocar una investigación más profunda. Llegados a este punto, cabe señalar la importancia de elegir las incidencias radiográficas adecuadas, para lo que puede ser de gran ayuda un examen clínico minucioso. Además, en la situación mencionada anteriormente, no debe olvidarse por completo el TC.
Según las estadísticas, el hombro también se ve muy afectado por las contusiones. Debe quedar claro que este término no es un diagnóstico sino sólo un mecanismo de accidente. Un impacto directo en el hombro, como puede ocurrir a menudo durante la práctica del esquí de fondo, por ejemplo, o la enorme fuerza ejercida sobre el hombro en general pueden causar diversas lesiones graves. Cabe mencionar la lesión aguda de la articulación triangular del hombro, la articulación acromio-clavicular, la fractura distal de clavícula y la lesión del manguito de los rotadores, que no sólo se produce en deportistas de edad avanzada.
Es importante reflexionar sobre estos problemas durante el examen inicial, durante los (indispensables) exámenes de seguimiento y, sobre todo, en caso de evolución desfavorable, y tomar las medidas de clarificación complementarias necesarias (IRM, radiografías dirigidas, etc.). Además, la ayuda del especialista no debe solicitarse demasiado tarde en estas situaciones, ya que en los últimos años se han desarrollado diversos métodos quirúrgicos prometedores (en su mayoría artroscópicos) en beneficio del paciente.
¿Sólo creen en las estadísticas manipuladas por ellos mismos?
Dejando a un lado el famoso dicho de que sólo hay que creer en las estadísticas que uno mismo ha manipulado, las fiables cifras proporcionadas por la Caja Suiza del Seguro de Accidentes (SSUV) muestran claramente que el hombro es el blanco de muchos impactos físicos en los deportes de nieve. Una musculatura entrenada es también la mejor protección para esta articulación, pero la profilaxis (casi) absoluta contra las lesiones de hombro debe buscarse en el comportamiento en las pistas.