La osteocondrosis disecante es una enfermedad circunscrita del hueso subcondral con alteración circulatoria localizada, a menudo resultado de un estrés mecánico repetitivo excesivo. Los lugares de predilección son las zonas de estructuras articulares convexas caracterizadas por una vascularización crítica.
Los artículos anteriores centrados en las dolencias de la articulación de la rodilla han tratado los cambios en el cartílago y el daño en el menisco como posibles causas de los síntomas. La osteocondrosis disecante (OD) puede incluirse en esta serie. El cuadro clínico se caracteriza por la fragmentación del cartílago articular junto con el hueso subcondral. Se distinguen cinco etapas (Tab. 1), que pueden verificarse muy bien mediante resonancia magnética [1]. La estadificación que ha sido válida desde la introducción de la IRM como procedimiento rutinario en el diagnóstico por imagen ha conservado su validez hasta nuestros días.
La estadificación de la OD es de gran importancia, ya que de ella depende la posterior planificación de la terapia. Hoy en día, los estadios avanzados, especialmente el IV y el V, sólo se ven con relativa poca frecuencia, ya que en el caso de las correspondientes dolencias de la articulación de la rodilla, las tomografías por resonancia magnética disponibles en todo el país pueden visualizar el daño articular intraarticular de forma rápida, no invasiva y sin radiación ionizante en todos los grupos de edad para el diagnóstico diferencial y la terapia adecuada. La detección precoz es muy importante, ya que en los pacientes, en su mayoría jóvenes, los defectos de las superficies articulares pueden provocar una artrosis precoz [2,3]. Visión general 1 enumera los aspectos clínicos importantes de la osteocondrosis disecante. También puede ocurrir en otras articulaciones, como el tobillo (astrágalo), el codo (cóndilo) o la cabeza humeral [4].
En la rodilla, la enfermedad de Ahlbäck debe considerarse un diagnóstico diferencial en pacientes de edad avanzada. La localización de la fragmentación osteocondral también es diferente: mientras que el OD se encuentra principalmente en la porción medial del cóndilo femoral interno, el Ahlbäck afecta principalmente a la zona de carga principal más periférica [5].
Las radiografías no son adecuadas para el diagnóstico precoz de la OD. El edema espongioso inicial (estadio 1) o la demarcación (etapa 2) escapa a la detección. Los cambios tardíos, como el “lecho de ratón” o el “ratón articular”, pueden documentarse radiográficamente, así como los fragmentos de cartílago calcificado libres (Fig. 1).
Los exámenes por tomografía computarizada pueden detectar focos de OD desprendidos y localizar de forma fiable fragmentos osteocondrales que ya se han luxado intraarticularmente.
Los diferentes estadios de la DO (Fig. 2 a 6) pueden distinguirse muy bien mediante resonancia magn ética. Los seguimientos durante o después de la terapia también son competencia de la resonancia magnética. La aplicación intravenosa de medio de contraste permite evaluar con mayor precisión la vitalidad de las estructuras óseas y los cambios inflamatorios intraarticulares acompañantes.
Estudios de caso
En el caso 1 , una paciente de 88 años con dolor e inflamación de rodilla muestra numerosas formaciones de calcificación intraarticular, compatibles con pequeños fragmentos de cartílago calcificado (Fig. 1). Hallazgos de condrocalcinosis medial y lateral, pero radiográficamente sin evidencia de osteocondrosis disecante o enfermedad de Ahlbäck. Un OD etapa I en el Caso 2 (dolor dependiente de la carga) muestra un edema de la esponjosa sin demarcación ni alteración del cartílago o de la lamela limítrofe del cóndilo femoral (Fig. 2). Estudio de caso 3: Evolución de la OD estadio II en un joven de 19 años (restricción dolorosa del movimiento) y control tras la perforación (Fig. 3A y 3B) con armonización de la estructura ósea esponjosa unos 9 meses después de la intervención. Los casos 4 y 5 demuestran los estadios III (17 años, varón; desprendimiento completo) y IV (20 años, varón; subluxación del fragmento osteocondral) de la OD. Un OD de la tróclea tali para comparar en el informe del caso 6. Había dolor, restricción del movimiento e hinchazón de las articulaciones en cada caso.
Mensajes para llevarse a casa
- La osteocondrosis disecante y la enfermedad de Ahlbäck son osteonecrosis asépticas. El diagnóstico por imagen de elección es la resonancia magnética.
- No presentan diferencias relevantes en el aspecto morfológico, pero deben diferenciarse en cuanto a la localización y la edad principal de manifestación.
- Los síntomas dependen del estadio y pueden ser pronunciados hasta bloqueos articulares recurrentes, dolor intenso e hinchazón debido al derrame, así como una capacidad de carga limitada de la articulación.
- El tratamiento de la OD es conservador en la fase inicial, y quirúrgico a más tardar cuando se forma un fragmento osteocondral completamente aislado o luxado.
- La resonancia magnética es el patrón oro para los controles posterapéuticos.
Literatura:
- Reiser M, Nägele M (eds.): Aktuelle Gelenkdiagnostik. Stuttgart, Nueva York: Georg Thieme Verlag 1992; 39-42.
- Accadbled F, Vial J, Sales de Gauzy: Osteocondritis disecante. Orthop Traumatol Surg Res 2018; 104(1S): S97-S105.
- König H: Resonancia magnética de la articulación de la rodilla. Constanza: Schnetztor-Verlag GmbH 1992; 35-38.
- Burgener FA, Meyers SP, Tan RK, Zaunbauer W: Diagnóstico diferencial en resonancia magnética. Stuttgart, Nueva York; Georg Thieme Verlag, 2002: 360.
- Glaser C: Aspectos prácticos de la imagen preoperatoria del cartílago. Radiología up2date. 2, 2009: 103-113.
PRÁCTICA GP 2021; 16(3): 35-37