Hace poco leímos en una revista médica sobre el dopaje en el lugar de trabajo. Cuando los trabajadores (o estudiantes, artistas, políticos) toman sustancias con la esperanza de mejorar su rendimiento, esto puede criticarse, pero sólo es punible en muy pocos casos. En el deporte, en cambio, un comportamiento similar, si se detecta a través de los controles, se sanciona. Así pues, el dopaje es realmente una cuestión específica del deporte, por desgracia bastante negativa. ¿Qué necesita saber sobre el tema?
Dado que a menudo se refiere a los medicamentos, parece que existe al menos alguna relación con la medicina y los médicos, y se puede argumentar que todo médico debe saber algo sobre este controvertido tema.
Imagínese a un atleta de talento al que usted trata de vez en cuando como médico de cabecera, que pertenece a una selección nacional y al que, por tanto, se le ordena cumplir las normas antidopaje. No sólo debe revelar su disponibilidad (“paradero”) “las veinticuatro horas del día” a las autoridades deportivas, sino que también debe someterse a controles antidopaje, que pueden tener lugar tanto fuera como después de una competición.
Pero supongamos además que este gran talento deportivo ha alcanzado su nivel a pesar de una enfermedad grave, digamos por ejemplo la diabetes, o una inflamación intestinal crónica (por ejemplo la enfermedad de Crohn). Necesita regularmente medicamentos para tratar esta enfermedad crónica y éstos pueden figurar en la lista de sustancias prohibidas de las organizaciones deportivas (determinada anualmente por la Agencia Mundial Antidopaje [WADA] y adoptada directamente por la mayoría de las demás organizaciones), como es el caso tanto de la insulina como de las pastillas de cortisona en los dos ejemplos adoptados.
¿Qué hacer en caso de enfermedad?
Sin embargo, de forma sensata, estos reglamentos han previsto estas situaciones. El atleta puede presentar una solicitud con la documentación médica completa a una comisión apropiada, dependiendo del nivel de rendimiento a nivel nacional o internacional. Esta solicitud (ATZ, es decir, una autorización excepcional con fines terapéuticos) se examina y, en el caso de los ejemplos mencionados, se aprueba con toda seguridad. De este modo, no le pasaría nada al atleta si da un resultado analítico positivo en un control antidopaje, porque puede mostrar esta autorización oficial. El médico de familia podría ser la persona adecuada para rellenar esta solicitud en una gran variedad de casos.
¿Cuándo se concede la autorización?
Una ZTA sólo se aprueba de acuerdo con los siguientes criterios:
- La solicitud de una ZTA debe presentarse al menos una vez al año. 21 días antes de que se necesite la ZTA.
- La sustancia o el método prohibidos son absolutamente necesarios para el tratamiento y no existe ninguna alternativa terapéutica adecuada a los mismos.
- La terapia solicitada no supone ningún aumento adicional del rendimiento, aparte de la vuelta al estado de salud normal que cabe esperar tras el tratamiento de una enfermedad diagnosticada médicamente.
- El uso solicitado no se considerará una terapia para aumentar los niveles de ninguna hormona endógena que sean naturalmente más bajos.
- La terapia solicitada no debe servir para remediar consecuencias para la salud derivadas del uso previo de sustancias dopantes.
- Se puede presentar una ATZ a posteriori para un tratamiento de urgencia.
El deportista tiene la obligación de presentar este documento a su médico de cabecera. Los formularios oficiales se pueden encontrar en internet y son claros. Son las de las organizaciones deportivas nacionales o, en el caso de los deportistas de élite, las internacionales. El médico puede descargarlo fácilmente en línea, rellenar el formulario e imprimirlo. Es responsabilidad del deportista remitir la información a las autoridades antidopaje. Gracias a las directrices (recomendaciones redactadas por expertos), está claro qué documentos debe entregar el deportista para que el caso se tramite sin problemas. Cabe mencionar que el atleta no está autorizado a tomar la medicación requerida antes de la decisión por escrito de las autoridades. Por regla general, la Comisión de la ZTA decidirá sobre la solicitud por escrito en un plazo de 30 días.
Examen de las solicitudes
Todas estas solicitudes presentadas en todo el mundo se envían al departamento médico de la AMA, donde se comprueba su validez. Esto garantiza que todos los atletas de cualquier origen reciban el mismo trato, a pesar de las diferentes culturas médicas. Esta armonización es, en última instancia, uno de los principales objetivos de la AMA.
Puede ocurrir que la AMA, a petición del investigador, revoque una decisión del nivel anterior. En tal situación, el paciente puede dejar de tomar la medicación sin riesgo de un control antidopaje positivo. No obstante, se le informará, por supuesto, y, si es el caso, podrá mejorar las deficiencias denunciadas de la solicitud para seguir teniendo derecho a que se le permita tomar la medicación necesaria.
En todo el mundo se expiden miles de ZTA de este tipo. Esto demuestra lo importante que es este procedimiento. Sería sencillamente poco ético prohibir la participación en actividades deportivas por motivos de salud. Pero al igual que no sería ético dejar sin control a los falsos pacientes.
El esfuerzo de esta acción ATZ es bastante grande para las organizaciones antidopaje, pero este esfuerzo es una condición para que haya condiciones limpias en la competición deportiva.
PRÁCTICA GP 2014; 9(5): 10