Existen muchas enfermedades del cuero cabelludo. Para un diagnóstico preciso, es necesario distinguir si están afectados los folículos pilosos, el cuero cabelludo o una combinación de ambos. Existen diferentes estrategias de tratamiento en función de la causa y la gravedad. El Dr. med. de Viragh también ofreció en su conferencia una perspectiva sobre la evolución de los enfoques terapéuticos.
Existen muchas enfermedades del cuero cabelludo. Para un diagnóstico preciso, es necesario distinguir si están afectados los folículos pilosos, el cuero cabelludo o una combinación de ambos. Además, las enfermedades de este tipo se dividen en patologías inflamatorias y no inflamatorias. Además de una infestación parasitaria, pueden considerarse como diagnósticos diferenciales las inflamaciones microbianas, es decir, una infestación por hongos, bacterias o virus, y la denominada inflamación estéril, es decir, una infección sin microorganismos causantes.
Dermatitis seborreica
La dermatitis seborreica se produce principalmente en zonas con un gran número de glándulas sebáceas. La causa de la enfermedad de la piel grasa y escamosa es probablemente el aumento de la producción de sebo y la colonización excesiva con levaduras Malassezia. Aparecen escamas grasientas y amarillentas sobre una base mayoritariamente enrojecida. Los factores etiológicos del desarrollo de la dermatitis seborreica son [1]:
- La cantidad de producción de sebo
- Colonización con Malassezia restricta y globosa
- Sensibilidad individual (diferencias en la función de barrera, el sistema inmunitario, la microflora).
Desde el punto de vista terapéutico, se intenta reducir la cantidad de sebo. Para ello puede utilizar champús que contengan alquitrán. En los casos difíciles, también puede utilizarse la terapia sistémica con isotretinoína en una dosis baja en aplicación a largo plazo. El segundo enfoque terapéutico se dirige contra la colonización con levaduras Malassezia. Los azoles, otros agentes antifúngicos o la piritiona de zinc y el selenio pueden ayudar en este caso. Si es posible, debe administrarse un tratamiento preventivo y con una prevalencia de alrededor del 10% de dermatitis seborreica en la población, lo mejor es tratarla con productos de venta libre. Existen algunos champús en el mercado como preparados antifúngicos. Sin embargo, éstos suelen tener un tiempo de permanencia muy corto en el cuero cabelludo afectado. Como alternativa, puede utilizarse una tintura, como DermoCapillaire Anti-Dandruff Tincture de Eucerin®, que puede dejarse sobre el cuero cabelludo. Debido al largo tiempo de exposición, se puede conseguir así una cierta mejora adicional de la eficacia, dijo el ponente.
En los cuadros graves de dermatitis seborreica con un cuadro clínico inflamatorio, puede producirse una alopecia transitoria (Fig. 1). En el caso de una inflamación muy pronunciada, la denominada “dermatitis seborreica cicatricial Laymon”, pueden producirse cicatrices y, por tanto, una alopecia definitiva [2,3]. La terapia consiste entonces principalmente en esteroides sistémicos para combatir la reacción inflamatoria con la mayor eficacia posible.
La pitiriasis amiantacea es otra forma grave de dermatitis seborreica (Fig. 2 ). El patrón de reacción puede parecerse al de la psoriasis en el 2-15% de los casos y, sobre todo en niños, también al de la tiña de la cabeza (<El 5% de los casos de tiña de la cabeza se dan en pacientes pospúberes). Sin embargo, hasta que se prueben estos diagnósticos diferenciales, el diagnóstico de sospecha en un paciente adulto sigue siendo la dermatitis seborreica. El tratamiento debe consistir en una terapia antifúngica sistémica durante cuatro semanas. En raras ocasiones, un liquen planopilar, una foliculitis decalvante, un impétigo (sobre todo en niños) o una dermatosis pustulosa erosiva también pueden considerarse diagnósticos diferenciales en el cuadro clínico de la pitiriasis amiantacea.
Foliculitis
Estas enfermedades pustulosas de los folículos pilosos pueden estar provocadas por estrés mecánico, desencadenado, por ejemplo, por el rascado debido al picor en la tricotilomanía o la dermatitis atópica. Del mismo modo, pueden aparecer como síntoma de un cuadro clínico complejo, como infecciones fúngicas y bacterianas, alopecias neutrofílicas y cicatriciales mixtas o psoriasis pustulosa [4].
Las dermatosis acneiformes del cuero cabelludo describen el cuadro clínico de pústulas aisladas localizadas central o periféricamente y pueden conducir al siguiente diagnóstico provisional:
- “Cuero cabelludo rojo” con pústulas (y “síndrome del cuero cabelludo rojo” sin pústulas)
- Rosácea (Fig. 3)
- Foliculitis causada por esteroides
- Foliculitis gramnegativa
- Foliculitis crónica no cicatricial del cuero cabelludo
- Foliculitis necrótica varioliforme.
Es importante señalar que, a diferencia del acné “real”, todos estos cuadros clínicos se producen sin comedones acompañantes ni cicatrices hipertróficas.
Para el tratamiento de las dermatosis del cuero cabelludo similares al acné, los medicamentos tópicos son ineficaces. Puede iniciarse un intento de terapia con tetraciclinas [5]. Una excepción es la foliculitis gramnegativa; como esta enfermedad puede estar inducida por antibióticos, éstos deben evitarse más bien. La isotretinoína también muestra una buena eficacia. En la foliculitis necrótica varioliforme, que suele aparecer periférica y frontalmente en la cabeza y cuyas costras dejan cicatrices parecidas a las del ombligo, las tetraciclinas tampoco suelen ayudar bien, por lo que a menudo se pasa a la isotretinoína, informa el Dr. de Viragh.
Si los comedones son visibles en el cuero cabelludo, la perifoliculitis temprana suffodiens et abscedens debe considerarse como una “tétrade de acné monosintomática”. Dado que esta enfermedad es difícil de tratar, debe administrarse una terapia específica a altas dosis desde el principio.
Una enfermedad muy rara que puede darse en niños pequeños y que se asocia a pústulas agrupadas en la zona de la cabeza es la foliculitis pustulosa eosinofílica (Fig. 4). Se encuentra una foliculitis recurrente aparentemente infecciosa. Un frotis o una biopsia muestran múltiples eosinófilos. Esta afección es autolimitada, hay que tranquilizar a los padres, si es necesario pueden utilizarse esteroides tópicos [6].
El síntoma del cuero cabelludo rojo
El cuero cabelludo rojo como síntoma tiene sus propios diagnósticos diferenciales: desde la simple irritación por los cosméticos hasta el daño solar. El recuadro ofrece una visión general. Es importante que un cuero cabelludo adelgazado por una terapia prolongada con esteroides no se atrofie más después de que se haya curado la enfermedad subyacente, porque el enrojecimiento por telangiectasia se interpreta erróneamente como persistencia de la enfermedad.
El “síndrome del cuero cabelludo rojo” es un auténtico “síndrome de volver locos a los médicos”. Clínicamente, se aprecia un enrojecimiento persistente del cuero cabelludo con picor y sensación de quemazón, que no puede explicarse por otras causas. Los esteroides no ayudan en este caso, al contrario, empeoran los síntomas. Las tetraciclinas son el tratamiento de elección. Los preparados tópicos de hamamelis (Erol® o champú y tónico Mavena) también son relativamente eficaces [7].
Outlook
Una enfermedad inflamatoria muy común del cuero cabelludo es la alopecia fibrosante frontal (enfermedad de Kossard). Existe controversia sobre la etiopatogenia. Se habla de una forma de alopecia androgenética cicatricial o de una variante del liquen plano-pilar. Con diferentes enfoques terapéuticos, es deseable un diagnóstico preciso. Un grupo de trabajo dirigido por el Dr. de Viragh está llevando a cabo un estudio sobre esta cuestión y sobre la forma de terapia más adecuada.
Fuente: Revisiones y actualizaciones de Swiss Derma Day y STI, 10-11 de enero de 2018, Lucerna
Literatura:
- DeAngelis YM, et al: Tres facetas etiológicas de la caspa y la dermatitis seborreica: hongos Malassezia, lípidos sebáceos y sensibilidad individual. J Investig Dermatol Symp Proc 2005; 10(3): 295-297.
- Laymon CW: Las alopecias cicatriciales; una revisión histórica y clínica y una investigación histológica. J Invest Dermatol 1947; 8(2): 99-122.
- Sperling LC, et al: La histopatología de la alopecia cicatricial primaria. Semin Cutan Med Surg 2006; 25(1): 41-50.
- Lugović-Mihić L, et al: Diagnóstico diferencial de la foliculitis capilar del cuero cabelludo. Acta Clin Croat 2011; 50(3): 395-402.
- Hersle K, et al: Foliculitis crónica no cicatricial del cuero cabelludo. Acta Derm Venereol 1979; 59(3): 249-253.
- Dupond AS, et al: Foliculitis pustulosa eosinofílica en la infancia: informe de dos hermanos afectados. Br J Dermatol 1995; 132(2): 296-299.
- Trüeb RM: Hamamelis virginiana (Hamamelis virginiana): Cuidado y protección del cuero cabelludo para cuero cabelludo sensible, cuero cabelludo enrojecido y cuero cabelludo quemado. Int J Trichology 2014; 6(3): 100-103.
PRÁCTICA DERMATOLÓGICA 2018; 28(1): 38-40