Antiguamente llamada la “enfermedad de los reyes”, la gota es ahora una enfermedad muy extendida debido a la prosperidad. La predisposición genética al trastorno metabólico es hereditaria, pero varias condiciones confluyen para que se produzca un brote. Por ejemplo, la obesidad y una dieta rica en grasas y opulenta favorecen en gran medida su aparición. Por lo tanto, la profilaxis incluye, además de medidas no medicinales como una dieta sana y mucho ejercicio, el uso de fármacos uricostáticos con el objetivo de reducir el nivel de ácido úrico sérico por debajo de 360 μmol/l. más bajo.