Algo más del 70% de la población suiza practica deporte al menos de vez en cuando. Además del entrenamiento físico general, se trata principalmente de deportes de resistencia como el footing, el ciclismo o la natación. El esquí y el senderismo son de gran importancia simplemente por la situación geográfica. Además de los aspectos positivos y beneficiosos para la salud, el deporte también puede provocar accidentes y enfermedades. Así pues, la piel también puede verse afectada por cambios y enfermedades específicos relacionados con el deporte. Aunque suelen ser inofensivas y fáciles de tratar, en ocasiones pueden causar dificultades diagnósticas, de las que este artículo pretende ofrecer una visión general.
El gran deporte comienza donde hace tiempo que dejó de ser sano (Bertold Brecht).
Como órgano limítrofe, la piel está expuesta de forma natural a influencias exógenas, por lo que muchas causas de las alteraciones cutáneas relacionadas con el deporte son mecánicas o ambientales (Tab. 1).
En caso de daños mecánicos, son evidentes numerosos cambios como ampollas o hiperqueratosis. Las hemorragias en el talón (“talón negro”) o subungueales, a veces asociadas a otros cambios ungueales u onicolisis (“dedos de corredor”), pueden preocupar ocasionalmente al paciente y deben diferenciarse de los cambios melanocíticos. A menudo, debido a la localización superficial en la epidermis, los hallazgos pueden rasparse tangencialmente con la hoja del bisturí y diferenciarse así de cambios melanocíticos más profundos (Fig. 1a-c). Además del footing, que también puede provocar un eccema irritativo en los pezones (“pezón del corredor”), son sobre todo los deportes de “parada y arranque”, como el tenis o el squash, los que pueden provocar alteraciones cutáneas en los pies.
En el caso de enfermedades cutáneas preexistentes como la psoriasis o el liquen ruber, el efecto de estímulo isomórfico puede provocar la aparición de nuevos cambios en la piel. Por último, pueden producirse hernias de tejido graso, los llamados nódulos piezogénicos en el borde del pie, debido al aumento de la carga de presión durante la práctica de deportes de carrera (fig. 2).
Influencias medioambientales
En el caso de los deportes de montaña, que se practican con frecuencia en Suiza, hay que tener en cuenta sobre todo la exposición a los rayos UV y al frío. Además del mayor riesgo de neoplasia cutánea a largo plazo, la exposición a los rayos UV también puede provocar cambios agudos como la dermatitis solar o la provocación de dermatosis inducidas por los rayos UV si la protección es inadecuada. El herpes labial debido a la inmunosupresión inducida por los rayos UV puede aparecer con mayor frecuencia.
Además de las enfermedades debidas a la exposición al frío, causadas principalmente por una reacción individual anormal al frío como la acrocianosis, los perniones, la urticaria por frío y la paniculitis por frío, se pueden observar congelaciones. Cuando hace frío, el hipotálamo provoca la vasoconstricción y, por tanto, la formación de una capa subcutánea aislante. Para evitar la necrosis, la vasodilatación vuelve a producirse cíclicamente y la temperatura comienza a perseguirse (el llamado “fenómeno de caza de Lewis”). Con una exposición prolongada y pronunciada al frío o factores acompañantes como la ropa mojada o la inmovilización (Fig. 3) , puede acabar produciéndose una congelación.
Infecciones
Las infecciones cutáneas son un problema particular en las artes de contacto o marciales. Además de la tiña gladiadora (Fig. 4) , el herpes y las infecciones bacterianas (impétigo) también pueden transmitirse de esta forma. No sólo el adversario, sino también, por ejemplo, las esterillas del suelo en las artes marciales en el caso de la tiña, o los guantes o cascos en el caso de las infecciones bacterianas pueden ser una fuente de agentes patógenos.
Contacto alergias
Los deportes a veces requieren equipamiento y ropa especiales. Éstas pueden ser fuente de sensibilización alérgica. Por ejemplo, puede producirse una sensibilización de tipo tardío a los componentes del caucho (tiourea, mercaptobenzotiazol), las fenilendiaminas o los desinfectantes durante la práctica de deportes acuáticos como el submarinismo o el surf. Los pescadores pueden desarrollar una sensibilización de tipo inmediato a los cebos de pescado (larvas de C. vomitoria y Chironomus thummi thummi).
En los deportes terrestres, puede existir sensibilización por contacto a las partes metálicas (níquel, dicromato potásico) y a los componentes de caucho (tiuram, mercaptobenzotiazol, aceleradores) del equipamiento deportivo. Las resinas epoxídicas como otros alérgenos de contacto son muy comunes, por ejemplo, en las máscaras protectoras para hockey y en los barnices para tacos de billar. Otros alérgenos más raros son el IPPD en las pelotas de squash y el colorante rojo Sudán IV en las colchonetas de judo.
Las cremas deportivas pueden contener eucalipto o menta como alérgenos de contacto. Los AINE tópicos, que tienen una potencia sensibilizante de contacto, se utilizan a menudo para lesiones menores (Fig. 5).
Dopaje
Los esteroides anabolizantes provocan una amplia gama de efectos secundarios. A menudo se observa acné y alopecia androgenética en la piel. Pueden aparecer estrías debido a un crecimiento muscular muy rápido (Fig. 6).
Varia
Por último, nos gustaría señalar un cuadro clínico que puede darse en relación con la actividad física, sobre todo cuando hace calor: la púrpura “inducida por el ejercicio” (Fig. 7) .
Se trata de placas eritematosas y urticariales o púrpura después de correr o caminar largas distancias. Las mujeres suelen verse afectadas. Histológicamente, hay una vasculitis leucocitoclástica. La causa no está clara, pero no parece haber relación con la insuficiencia venosa crónica, aunque la compresión puede ser útil para prevenirla.
CONCLUSIÓN PARA LA PRÁCTICA
- Muchas causas de las alteraciones cutáneas relacionadas con el deporte son mecánicas o ambientales.
- En los deportes de montaña, los rayos UV y la exposición al frío son los más comunes.
- Las artes marciales o de contacto pueden favorecer las infecciones cutáneas.
- El equipo y la ropa utilizados en determinados deportes pueden ser fuente de sensibilización alérgica.
- Los esteroides anabolizantes suelen manifestarse en la piel en forma de acné y alopecia androgenética.
- En la púrpura “inducida por el ejercicio”, se producen placas eritematosas y urticariales o púrpura tras correr o caminar largas distancias.
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PRÁCTICA DERMATOLÓGICA 2014; 24(3): 30-33