La introducción de nuevos fármacos ha mejorado constantemente el pronóstico de los pacientes con mieloma múltiple en los últimos años. También se han ampliado los diagnósticos, en particular mediante análisis citogenéticos, que permiten una estratificación más precisa del riesgo. No obstante, la tasa de supervivencia a 5 años en el estadio III es sólo del 40%, por lo que aún hay margen para la innovación.