Los cambios inducidos por la quimioterapia en el sistema inmunitario pueden utilizarse terapéuticamente en la era de la inmuno-oncología. La caracterización precisa de los efectos inmunológicos de las distintas sustancias permite no sólo una mejor gestión de los riesgos, sino también el desarrollo de nuevos enfoques terapéuticos que combinen la quimioterapia y la inmunoterapia.
Históricamente, los efectos inmunológicos de la quimioterapia han sido principalmente un riesgo del tratamiento. Dependiendo de la sustancia utilizada, se producen diversas lagunas en las defensas, lo que puede dar lugar a infecciones oportunistas con cursos graves. Sin embargo, hasta ahora no se han estudiado en detalle los efectos de muchos agentes quimioterapéuticos sobre el sistema inmunitario. En el futuro podría merecer la pena examinarlos más de cerca, no sólo para evaluar mejor los riesgos, sino también para el desarrollo selectivo de nuevos enfoques terapéuticos. Pues con la creciente prevalencia de la inmunoterapia, las consecuencias inmunológicas de la quimioterapia también representan potencialmente una oportunidad. Investigadores belgas han analizado ahora seis regímenes de quimioterapia habituales para el cáncer de ovario en relación con sus efectos sobre el sistema inmunitario y han hallado diferencias sorprendentes.
Carboplatino-paclitaxel como ganador inmunológico
En el trabajo publicado recientemente, los autores compararon los efectos inmunológicos del carboplatino, el paclitaxel, la doxorrubicina liposomal pegilada, la gemcitabina, el carboplatino-paclitaxel y el carboplatino-gemcitabina en un modelo de ratón. Mientras que el carboplatino-paclitaxel presentaba el perfil más favorable, el carboplatino-gemcitabina parecía inducir una constelación inmunológica deletérea. Para su evaluación, los investigadores analizaron muestras de sangre, líquido peritoneal y tejido tumoral una semana después de la quimioterapia. La inmunosupresión en el líquido peritoneal fue menor con gemcitabina, paclitaxel y carboplatino-paclitaxel, siendo la respuesta inmunitaria menos suprimida por el carboplatino-paclitaxel e incluso pudo detectarse una disminución del número de células inmunosupresoras.
En el propio tejido tumoral, no se pudo detectar ningún cambio estadísticamente significativo en los parámetros inmunológicos para ninguna sustancia activa, excepto para el carboplatino-gemcitabina. Esta última terapia provocó un aumento del número de células T reguladoras con la consiguiente supresión de la respuesta inmunitaria. El tratamiento con carboplatino-gemcitabina también mostró un aumento significativo de la citocina MIP-1β, que los autores califican de desfavorable. Por otro lado, el carboplatino-paclitaxel provocó concentraciones séricas más elevadas de IFNγ, un factor protector. Todas las monoterapias tuvieron efectos menores sobre el sistema inmunitario que el carboplatino-paclitaxel y el carboplatino-gemcitabina en el estudio (Fig. 1).
Importancia para futuras terapias
Los autores concluyen que es poco probable que el carboplatino-gemcitabina sea adecuado para las estrategias de combinación debido a la mayor supresión del sistema inmunitario. Atribuyen la falta de éxito hasta ahora de la inmunoterapia en el cáncer de ovario, que se ha probado principalmente como monoterapia, entre otras cosas a la pronunciada inmunosupresión que conlleva esta entidad. Sin embargo, según los científicos, en el futuro podría lograrse el éxito mediante terapias combinadas adecuadas. Especialmente si fuera posible superar la inmunosupresión inducida por el tumor. Sin embargo, para ello es indispensable conocer bien los efectos de todas las sustancias implicadas sobre el sistema inmunitario.
La perspectiva más amplia
También en otras entidades, el perfil inmunológico detallado de los agentes conocidos podría contribuir de forma importante al éxito de las nuevas terapias, especialmente las combinadas. Con una comprensión más precisa de los efectos relacionados con los fármacos y también con las enfermedades sobre el sistema inmunitario, la importancia de los enfoques inmunoterapéuticos podría crecer aún más en el futuro. Esto se debe a que los agentes quimioterapéuticos no sólo provocan una pérdida de células inmunitarias y, por tanto, abren brechas en el sistema de defensa del propio organismo, sino que también son capaces de reforzar la defensa del tumor mediante efectos inmunológicos. Por ejemplo, la presentación de antígenos suele aumentar con la quimioterapia. Otros efectos varían en función de la sustancia y a menudo aún no se han aclarado de forma concluyente. Así que aún queda mucho margen para la investigación preclínica, y esperemos que su traslación a la práctica clínica.
Fuente:
- Vankerckhoven A, et al: El tipo de quimioterapia tiene efectos sustanciales sobre el sistema inmunitario en el cáncer de ovario. Transl Oncol. 2021; 14(6): 101076 (publicado en línea antes de impresión).
InFo ONCOLOGÍA Y HEMATOLOGÍA 2021; 9(2): 32