El diagnóstico radiológico por imagen en niños y adolescentes debe tener en cuenta sus preocupaciones físicas y psicológicas individuales, propias de su edad. No siempre es fácil.
La evaluación de las arterias coronarias es esencial en determinadas condiciones (resumen 1) y requiere un equipo interdisciplinar. Sin embargo, la mayoría de los procedimientos de diagnóstico por imagen requieren que los pacientes permanezcan tumbados. Por lo tanto, la sedación es necesaria para los procedimientos invasivos en niños. La angiografía invasiva, por ejemplo, puede ser un reto en las arterias coronarias pequeñas.
Los detalles mejoran la estratificación del riesgo
Las técnicas de imagen no invasivas con ecocardiografía, angiografía por tomografía computarizada (ATC) y resonancia magnética (RM) son, por tanto, las herramientas más importantes para evaluar las arterias coronarias en los niños. Si la ATC se complementa con angioscopia virtual, por ejemplo, no sólo puede determinarse la anatomía coronaria y su curso, sino también la relación espacial de los ostia coronarios con la válvula aórtica. Estos detalles pueden ser importantes para la estratificación del riesgo y la planificación quirúrgica.
Imagen funcional
Además, las herramientas para evaluar la función miocárdica y el flujo sanguíneo en reposo y durante una situación de estrés pueden apoyar aún más el proceso de toma de decisiones clínicas. La resonancia magnética de estrés con diferentes agentes como la adenosina, el dipiridamol, el regadenosón y la dobutamina puede realizarse con seguridad en niños con cardiopatías congénitas. Especialmente en niños con un origen anómalo de una arteria coronaria, es fiable para evaluar la perfusión miocárdica.
Fuente: 68º Congreso Americano de Cardiología (ACC), 16-18 de marzo de 2019, Nueva Orleans (EE.UU.).
CARDIOVASC 2019; 18(2): 32