Los carcinomas colorrectales suelen producirse como transformación dentro de pólipos adenomatosos. La ecografía percutánea del abdomen suele realizarse como examen exploratorio del abdomen (hígado, ascitis, cálculos biliares) y también proporciona información sobre los carcinomas de colon que crecen más allá del órgano. En función del problema, también puede recurrirse a la radiografía, el TAC o la resonancia magnética. Esta última es actualmente el patrón oro para el diagnóstico de diseminación localizada.
El carcinoma colorrectal es una de las tres neoplasias malignas más frecuentes en el mundo occidental y es el segundo tumor maligno más frecuente en las mujeres [1]. Alrededor de un tercio de estos tumores se encuentran en el recto. Esto corresponde a unos 18.000 casos nuevos al año [4]. El 90–95% de los tumores son adenocarcinomas. El pico de edad se sitúa entre los 50 y los 70 años. Hombres y mujeres se ven afectados en igual número. Muchos carcinomas colorrectales se desarrollan a partir de pólipos. Los síntomas se desarrollan relativamente tarde. En el momento del diagnóstico inicial, suele haber crecimiento tumoral más allá de la pared y metástasis en alrededor del 25% de los pacientes. La tasa media de supervivencia a 5 años es del 50%. En el estadio Dukes A es de alrededor del 90%, en el Dukes D del 10%. La sangre en las heces, la alternancia de diarrea y estreñimiento y el tenesmo ocasional indican la presencia de una masa en el colon. A veces aparecen fiebre, sudores nocturnos, pérdida de peso, disminución del rendimiento, fatiga y anemia.
El principal procedimiento de diagnóstico para detectar el cáncer rectal o de colon es la endoscopia. Esto permite detectar y extirpar en una fase temprana los estadios precancerosos, como los pólipos mucosos o los adenomas, y diagnosticar y confirmar histológicamente los tumores manifiestos [6]. Las recomendaciones para el cribado varían en función de los antecedentes familiares y el riesgo hereditario. Los factores de riesgo se enumeran en la tabla 1.
El examen clínico permite graduar la movilidad del tumor, mientras que la endoscopia permite determinar la distancia aboral del tumor a la línea dentada o a la línea anocutánea [5]. Los hallazgos de la resonancia magnética son de gran importancia para la planificación del tratamiento. En el carcinoma precoz sin factores de riesgo, puede realizarse una escisión local, la resección quirúrgica con linfadenectomía, cirugía mínimamente invasiva o abierta, es la terapia estándar, combinada con conceptos de tratamiento neoadyuvante. La terapia compleja puede dar lugar a un síndrome posresección (síndrome de resección anterior baja, SRAA) en más del 50% de las pacientes. Esto incluye continencia limitada, urgencia por defecar y defecación frecuente.
Las radiografías del tórax forman parte de la estadificación y el esclarecimiento de las metástasis pulmonares [4].
Desde el punto de vista ecográfico, la endosonografía es superior a la ultrasonografía abdominal, pero siempre debe correlacionarse con los hallazgos de la resonancia magnética [5].
Debe utilizarse la tomografía computarizada para obtener imágenes transversales adicionales en caso de hallazgos pulmonares o abdominales poco claros [4]. Los hallazgos locales del carcinoma rectal pueden ser llamativos debido al engrosamiento segmentario de la pared o a masas intraluminales polipoides [2]. Pueden detectarse ganglios linfáticos locales agrandados, metástasis hepáticas y filias mesentéricas y omentales. Los procesos inflamatorios, como la diverticulitis o la apendicitis, pueden simular una neoplasia [6].
La colonografía por TAC ha pasado a un segundo plano en los últimos años. La FDG-PET-TC es una valiosa herramienta diagnóstica como procedimiento de imagen complementario para verificar las lesiones metastásicas.
Los exámenes por resonancia magnética son muy adecuados para diferenciar los carcinomas de recto. Se han establecido como el patrón oro para el diagnóstico de diseminación localizada. [3,4]Las masas polipoides o el engrosamiento de la pared son sospechosos, especialmente con una señal baja en T1w y una señal intermedia en T2w . Tras la administración intravenosa de Gd-DTPA, se detecta un claro aumento de la señal tumoral. El tamaño de los ganglios linfáticos periproctales se correlaciona con el grado de malignidad. El realce del contraste del tumor es bajo.
Estudio de caso
El caso 1 (Fig. 1A a G) muestra la evolución de un carcinoma rectal con imágenes pre y postoperatorias en una paciente de 70 años. Originalmente se trataba de un tumor rectal de gran tamaño. Tras la extirpación radical del tumor y la creación de un ano praeter, la tomografía computarizada postoperatoria no mostró ningún tumor residual ni recidivante. Sin embargo, se reconoció un ganglio linfático sospechoso en el lado ilíaco derecho.
El caso 2 muestra (Fig. 2A, B y C) un carcinoma estenosante circular en la unión rectosigmoidea con infiltración local de tejido adiposo y ganglios linfáticos paracólicos en una paciente de 61 años. También había metástasis hepáticas extensas.
Mensajes para llevar a casa
- El carcinoma colorrectal es una de las tres neoplasias malignas más frecuentes en el mundo occidental.
- Hombres y mujeres se ven afectados por igual, y la enfermedad alcanza su punto álgido entre los 50 y los 70 años.
- Los adenocarcinomas constituyen la mayor proporción, con más del 90%.
- La tasa media de supervivencia a 5 años se sitúa en torno al 50%.
- La estadificación por imagen es exhaustiva y las opciones de tratamiento son complejas.
Literatura:
- Beer AJ, Wieder HA, Stollfuss JC: Estadificación por imagen de los tumores del tubo digestivo. Radiology up2date 1; 2007: 9-27.
- Burgener FA, et al: Diagnósticos diferenciales en tomografía computarizada. 2ª edición completamente revisada y ampliada. Georg Thieme Verlag Stuttgart, Nueva York 2013; pp. 824, 885.
- Burgener FA, et al: Diagnóstico diferencial en resonancia magnética. Georg Thieme Verlag Stuttgart, Nueva York 2002; pp. 612.
- Ghadimi M, et al: Terapia multimodal del carcinoma rectal. Dtsch Arztebl Int 2022; 119: 570-580.
- Isbert C, Germer CT: Importancia de la endoscopia y la endosonografía para la estadificación local del cáncer de recto. Der Chirurg 2012: 83: 430-438.
- Cáncer rectal: detección precoz y prevención. www.krebsgesellschaft.de/basis-informationen-krebs.html (última consulta: 17.04.2024).
InFo ONKOLOGIE & HÄMATOLOGIE 2024; 12(4): 22–24