Según los conocimientos actuales, la dermatitis atópica es una dermatosis inflamatoria crónica mediada por células T, en la que la inflamación sistémica también puede afectar a compartimentos corporales extracutáneos. Además de los riesgos de comorbilidad descritos como “marcha atópica” y una mayor susceptibilidad a las infecciones víricas, existen indicios de asociaciones con toda una serie de otras patologías. Entre otras cosas, los resultados de las investigaciones actuales apuntan a una posible correlación entre la dermatitis atópica y la aterosclerosis.