Las enfermedades relacionadas con el tabaquismo se encuentran entre los mayores problemas sanitarios del siglo XXI. Se calcula que alrededor de mil millones de personas morirán por las consecuencias del consumo de tabaco en 2099 [1]. La atención sanitaria preventiva es activa, se desarrollan campañas contra el tabaquismo… y sin embargo, muchos siguen sin poder librarse de él. Mientras tanto, se han desarrollado alternativas al cigarrillo clásico. ¿Podrían ser la solución?