Las cosas pueden volverse rápidamente estresantes en la práctica diaria. La comunicación, la cohesión y el conocimiento de la situación pueden ayudar en tiempos agitados.
¿Quién no lo sabe? Nada más llegar a la consulta por la mañana, todo resulta distinto de lo que pensaba y hay que reordenar las prioridades. Esta situación puede convertirse rápidamente en demasiado para el médico y el equipo de la consulta. Después de todo, sólo hay 24 horas en un día. Así que surge la pregunta de si existe una receta para afrontar mejor el estrés de la práctica diaria. ¿Cómo se puede mejorar el trabajo en equipo para que funcione de forma óptima incluso en tiempos agitados?
Factor clave comunicación
Un entrenamiento agitado exige a todo el equipo y dirige la atención desde la perspectiva del entrenador hacia dos cuestiones:
- Cooperación en el equipo de la consulta: ¿Están claramente reguladas las competencias, responsabilidades y procesos? ¿Puede cada miembro del equipo utilizar sus puntos fuertes o podrían regularse mejor algunas cosas?
- La comunicación en el equipo de la consulta: ¿Cómo nos comunicamos entre nosotros? ¿Cómo nos comunicamos en situaciones de estrés? ¿Qué va bien entonces y dónde hay que mejorar? ¿Qué soluciones e ideas tiene el equipo para ello?
Para mejorar la interacción, por un lado hay que trabajar los aspectos positivos y, por tanto, destacar los puntos fuertes. Por otro lado, hay que nombrar las áreas problemáticas y los escollos para poder elaborar juntos sugerencias de mejora.
Utilizando una escala del 1 al 10 (1=malo, 10=muy bueno), la situación relativa a la cooperación y la comunicación puede ser evaluada por cada miembro del equipo en poco tiempo. Se hacen posibles las observaciones desde diferentes perspectivas, lo que a su vez puede inspirar nuevos enfoques en el equipo.
Un vistazo a las situaciones que funcionan bien
Inicialmente, la atención se centra en las situaciones que van especialmente bien. Los puntos mencionados se registran en tarjetas de moderación y se recogen en un tablón de anuncios:
- ¿Cuál es la situación cuando todo va bien?
- ¿Qué se necesita realmente para aumentar las valoraciones en pequeños pasos en la escala?
Se recogen y discuten las conclusiones relativas a la cooperación y la comunicación. ¿Dónde coinciden los miembros del equipo, dónde hay discrepancias? ¿Qué explicaciones hay para las opiniones divergentes? ¿Qué otros enfoques son adecuados para mejorar? ¿Qué sería diferente si todo saliera a la perfección? ¿Cuál es el papel de cada miembro del equipo y de la dirección de la consulta? En un siguiente paso, se pueden derivar estrategias y medidas concretas en el equipo.
El intercambio dentro del equipo de prácticas es especialmente valioso en este tipo de talleres. Apreciar el trabajo de cada individuo también es muy importante. A menudo hay muy poco tiempo para ello en la práctica diaria. La asignación de competencias y responsabilidades en el equipo suele ser un trabajo agradable en el taller porque se puede dar suficiente espacio a la tarea. Este fortalecimiento y asignación es la base para trabajar codo con codo en situaciones de estrés y poder confiar el uno en el otro.
Enfrentarse a situaciones estresantes y difíciles
También merece la pena centrarse en las situaciones estresantes y difíciles:
- ¿Cómo se manifiestan las situaciones estresantes y difíciles?
- ¿Cómo se producen estas situaciones?
- ¿Cómo podemos afrontarlo mejor?
- ¿Qué tres o cinco reglas concretas guardamos para gestionar mejor estas situaciones en el futuro?
Crear conciencia
Al enfrentarse a situaciones que funcionan bien y a situaciones difíciles, el equipo de prácticas adquiere conciencia de las situaciones difíciles, de sus causas y de sus efectos sobre la cooperación en equipo en la práctica diaria. Gracias a la visualización con ayuda de la escala y las tarjetas de moderación, así como a la visión desde diferentes perspectivas, el equipo obtiene una visión global de diversas situaciones y puede extraer las conclusiones necesarias para mejorar la cooperación y la comunicación en situaciones de tensión. Además, cada miembro del equipo reconoce que cada situación cotidiana es un campo de aprendizaje para el desarrollo personal y el trabajo en equipo. Al final, todo se reduce al rendimiento general del equipo. Esto también aumenta la motivación de cada individuo.
Transferencia a la práctica diaria
Es especialmente útil para que un equipo adquiera claridad sobre las causas de las situaciones estresantes y difíciles. Uno de los equipos que tuve el privilegio de tutelar en este proceso discute ahora regularmente las situaciones difíciles en las reuniones con el fin de seguir desarrollándose y crear una conciencia para una interacción adecuada dentro del equipo, así como con los pacientes. Esto mejora la comunicación y el flujo de información. La perspectiva del paciente con sus expectativas y necesidades está más afinada; esto facilita tanto la gestión del paciente como el trabajo en equipo.
PRÁCTICA GP 2019; 14(7): 6-7