Aproximadamente 15.000 personas en Suiza están diagnosticadas de esclerosis múltiple. La enfermedad aún no tiene cura. Todavía. Esto se debe a que un conocimiento cada vez mejor de la fisiopatología de la enfermedad permite un tratamiento cada vez más específico para cada paciente. Aquí la atención se centra en la farmacoterapia, que puede mantener bajo control los procesos inflamatorios del organismo de forma cada vez más selectiva y reducir nuevos episodios de la enfermedad.
La inflamación crónica del sistema nervioso central se manifiesta, entre otras cosas, en la enfermedad autoinmune esclerosis múltiple (EM). El deterioro de la visión, la marcha y el equilibrio, así como la espasticidad y la parálisis a medida que avanza la enfermedad, son las consecuencias de ésta, que progresa por episodios. Sin embargo, la forma en que se desarrolla la EM varía de un paciente a otro. Según las previsiones, en Suiza viven unos 15.000 pacientes de esclerosis múltiple. Entre ellos predominan (73%) las mujeres. Para comprender mejor la enfermedad, los científicos investigan intensamente nuevos métodos de diagnóstico y fármacos. Gracias a enfoques de investigación innovadores, hoy en día se dispone de fármacos basados en anticuerpos monoclonales. Pero también se desarrollan continuamente sustancias activas eficaces ya probadas. El objetivo es adaptar la gestión del tratamiento a la actividad de recaída y al cuadro clínico personal y, de este modo, personalizar la terapia.
Mientras que hace unos años un diagnóstico de esclerosis múltiple conllevaba inevitablemente una silla de ruedas, afortunadamente esto ya no es necesariamente así hoy en día. Según los expertos, la mitad de los pacientes siguen siendo capaces de caminar después de 15 años y no dependen en absoluto, o sólo temporalmente, de una silla de ruedas. Se logró un gran avance en la terapia con el desarrollo de los interferones beta. Éstos son capaces de retrasar el curso de la enfermedad al suprimir los procesos inflamatorios. A esto le siguieron los preparados inmunomoduladores que pueden influir en el sistema inmunitario para que deje de volverse contra su propio cuerpo. Mientras tanto, la gestión del tratamiento consiste cada vez más en modular el curso de la enfermedad y ralentizar la progresión de la discapacidad.
Enfoques terapéuticos en pocas palabras
Existen varios enfoques terapéuticos para el tratamiento de la EM, que pueden utilizarse individualmente o en combinación en distintos momentos dependiendo de la situación de la enfermedad. Uno de los objetivos es reducir las recaídas y ralentizar la progresión de la enfermedad. Sin embargo, no debe ignorarse el tratamiento de los síntomas acompañantes, como la fatiga, la espasticidad o la disfunción sexual. Es precisamente esto lo que desempeña un papel importante en lo que respecta a la calidad de vida y también para la capacidad de trabajo de los afectados.
En la terapia aguda durante una recaída, se administran altas dosis de prednisolona con cortisona, especialmente en los primeros cinco años. Esto sirve para reducir el proceso inflamatorio lo antes posible con el fin de acortar la recaída. A largo plazo, sin embargo, no es probable que este enfoque detenga o retrase la enfermedad. Aquí es donde entran en juego las terapias modificadoras de la enfermedad. Los inmunomoduladores y los inmunosupresores se administran de forma continua e intervienen directamente en los procesos de la enfermedad. Mientras que los inmunomoduladores modifican los procesos inflamatorios, los inmunosupresores suprimen el sistema inmunitario desbordado.
Mientras que en el pasado el tratamiento se iniciaba con la forma básica de terapia y se intensificaba en caso necesario, en la actualidad existe una tendencia creciente a tratar en función de la forma progresiva. Para las formas leves o moderadas, se utilizan interferones, acetato de glatiramero, teriflunomida o dimetilfumarato. Como alternativa a las inyecciones, ahora también se dispone de cápsulas o comprimidos. En cambio, una forma grave de la enfermedad se trata inmediatamente con anticuerpos monoclonales. Estas sustancias activas altamente específicas, producidas biotecnológicamente, pueden actuar de forma muy selectiva en diversos puntos y ejercer una influencia positiva duradera en el proceso de la enfermedad.
Para saber más:
- www.bpi.de/de/themendienste/multiple-sklerose (última convocatoria el 03.08.2021)
- www.alexianer-berlin-weissensee.de/fileadmin/user_upload/Berlin-Weissensee/AA_UEbersicht_
- Anexos_SJKW/PDF_s/Organigramas__Infoblaetter/MS-Infos_2015_12_22.pdf (última llamada el 03.08.2021)
- www.presseportal.de/pm/21085/4926001 (última convocatoria el 03.08.2021)
- www.cme-kurs.de/kurse/risiko-der-umstellungen-im-rahmen-der-eskalationstherapie-bei-multipler-sklerose/ (última convocatoria el 03.08.2021)
InFo NEUROLOGíA Y PSIQUIATRÍA 2021; 19(4): 22