Para el tratamiento de la trombocitopenia inmunitaria (PTI), se está debatiendo actualmente el uso de agonistas del receptor de la trombopoyetina (TPO-RA). Aunque la administración de esteroides como terapia de choque sigue siendo el centro de la terapia.
El hemograma es el centro de interés de un hematólogo. Hasta ahora, todo va bien. Si los pacientes son enviados por el médico de cabecera a una aclaración oncológica debido a un cambio en los valores, la aclaración diagnóstica es la primera prioridad. Sin embargo, no hay que olvidar el miedo con el que la persona afectada se sienta ante el médico tratante. La espada de Damocles “leucemia” pesa mucho. Aquí es importante percibir al paciente en su situación, educarle y, sobre todo, mostrarle una perspectiva.
La vista del laboratorio no lo es todo, ni mucho menos. Los deseos del paciente también deben tenerse en cuenta a la hora de decidir la medicación. El uso prolongado de esteroides, por ejemplo, es rechazado por una gran proporción de pacientes con PTI. Además, la proporción de fracasos terapéuticos en el tratamiento de primera línea es muy elevada. Por ello, los científicos debatieron no sólo el contenido de las directrices actuales, sino también el uso anterior de los agonistas del receptor de la trombopoyetina (TPO-RA). ¿Puede lograrse una remisión estable de esta forma? Como terapia de choque, la administración de esteroides sigue siendo el centro del tratamiento. Sin embargo, esto debería reducirse significativamente o interrumpirse a largo plazo. Como agente terapéutico de segunda línea, ahora se puede recurrir a un TPO-RA después de sólo seis meses. Elevar las plaquetas a un rango seguro desde el principio es de suma importancia.
Fuente:24º Congreso de la Asociación Europea de Hematología (EHA) 2019
InFo ONCOLOGY & HEMATOLOGY 2019; 7(4): 26 (publicado el 20.9.19, antes de impresión).