Suele haber una explicación sencilla para la decoloración benigna de las uñas de los dedos de manos y pies: hemorragia subungueal, onicomicosis, pigmento exógeno o el uso de medicamentos específicos. Por otro lado, una causa poco frecuente de alteraciones ungueales que se teme por su todavía mal pronóstico es el melanoma subungueal. Esto no debe pasarse por alto y debe descartarse mediante una biopsia.
El melanoma subungueal representa alrededor del 0,7-3,5% de todos los melanomas malignos (MM) en personas de piel clara. En el momento del diagnóstico, la enfermedad suele encontrarse ya en una fase avanzada.
Los lugares preferidos son el pulgar y el dedo gordo. En las personas de piel oscura, los melanomas subungueales son responsables de alrededor del 25% de los melanomas malignos. Una víctima famosa de la enfermedad es Bob Marley, que murió de melanoma maligno subungueal metastásico con sólo 36 años.
La edad media de aparición es ahora de 66 años, y las tasas de supervivencia a cinco años superan ligeramente el 50%. La Prof. Dra. med. Carola Berking de Múnich se refirió a estas cifras en la“3ª Academia Internacional de Verano de Dermatología Práctica de Múnich” (ISA). “Si hay un cambio en el pigmento, rayas muy anchas o la aparición del signo de Hutchinson, sin duda debe considerarse también un melanoma subungueal y la regla ABCDEF”, afirma el experto (Tab. 1).
Indicaciones a partir de la anamnesis y los hallazgos locales
Según el Prof. Berking, los siguientes puntos proporcionan indicios anamnésicos iniciales de que un cambio en las uñas no es inofensivo después de todo: ausencia de traumatismo, ausencia de medicación relevante, ya presente desde hace tiempo pero con cambios nuevos en la actualidad, melanoma maligno en los antecedentes propios o familiares del paciente. La radiación ultravioleta (UV), por otro lado, no parece ser significativa en el melanoma subungueal.
Las pigmentaciones a rayas de las uñas se denominan melanoniquia estriada o melanoniquia longitudinalis y pueden darse no sólo en el melanoma maligno, pero deben aclararse siempre con urgencia dermatoscópica y a menudo también biopticamente, exigió el experto. “El melanoma subungueal debe considerarse ante cualquier nueva aparición de melanoniquia longitudinal en la edad adulta, así como ante una raya pigmentaria muy ancha (>3 mm), de color marrón oscuro a negro y márgenes borrosos o difusos”, resumió el Prof. Berking. Son sospechosas las fisuras, el adelgazamiento, la ulceración o la destrucción de la lámina ungueal. También una franja de pigmentación más ancha proximalmente que distalmente (triángulo), causada por un crecimiento rápido del tumor, un aumento de la pigmentación o una asimetría son posibles indicios de un melanoma. Otra pista, pero no concluyente: el signo de Hutchinson, una pigmentación parcheada que se extiende al pliegue ungueal proximal o a la piel periungueal.
El melanoma subungueal del lecho ungueal es mucho más difícil de diagnosticar. Suele ser amelanótica, puede desplazar o destruir la lámina ungueal y a menudo sólo se advierte como maligna cuando se convierte en un nódulo ulcerado. En estos melanomas subungueales amelanóticos, que se dan hasta en un 25% de los casos, la diferenciación de otras enfermedades como el granuloma piogénico, las verrugas, el fibroqueratoma, el tumor glómico, el quiste mixoide o el unguis incarnatus puede ser muy difícil. A menudo se confunden. La dermatoscopia y las biopsias ayudan a seguir (véase también la entrevista). El diagnóstico diferencial de los melanomas subungueales pigmentados son los cambios benignos como el lentigo simple, el nevus melanocítico o la hiperplasia melanocítica benigna.
Terapia
La cirugía controlada microscópicamente puede garantizar a menudo una escisión completa con resultados aceptables desde el punto de vista funcional y estético, por lo que la amputación suele quedar obsoleta en la actualidad. La histología tridimensional permite un análisis preciso de los márgenes de resección [3]. La resección en bloque de todo el órgano ungueal (más el pliegue ungueal) con posterior injerto de piel de grosor completo, por ejemplo de la parte superior del brazo, es el método de elección en la actualidad [4].
Fuente:“3ª Academia Internacional de Verano de Dermatología Práctica de Múnich” (ISA), 21-26 de julio de 2013, Múnich
Literatura:
- Gauwerky KJ, Berking C: El melanoma maligno del órgano ungueal. Dtsch Med Wochenschr 2010; 135: 1431-1434.
- Pralong P, et al: Dermatoscopia del melanoma lentigo maligno: informe de 125 casos. Br J Dermatol 2012; 167(2): 280-287.
- Debarbieux S, et al: Microscopía confocal perioperatoria de la matriz ungueal en el tratamiento de melanomas subungueales in situ o mínimamente invasivos. Br J Dermatol 2012; 167(4): 828-836.
- Neczyporenko F, et al: Tratamiento del melanoma in situ del aparato ungueal con cirugía funcional: informe de 11 casos y revisión de la literatura. JEADV 2013; Epub 11.3.2013, DOI: 10.1111/jdv.12131.