La angiología ha vuelto a experimentar un gran desarrollo en los últimos años, principalmente en lo que respecta a las enfermedades vasculares más importantes y comunes, la enfermedad oclusiva arterial periférica y el tromboembolismo venoso. La nueva generación de anticoagulantes, por ejemplo, hace que el tromboembolismo venoso sea aún más fácil de tratar que antes, pero el riesgo de recurrencia no es insignificante. Hemos reflexionado sobre ello en un artículo de revisión en el CME focus y hemos recopilado la literatura sobre este tema.
Otro gran campo es la enfermedad arterial periférica. Se ha producido un rápido desarrollo en el campo intervencionista. Unos dispositivos cada vez mejores permiten intervenciones cada vez más complejas, lo que resulta especialmente beneficioso para los pacientes con isquemia crítica. La PAVD aún suele diagnosticarse demasiado tarde, sobre todo en los diabéticos, y con demasiada frecuencia se toma a la ligera y se realizan amputaciones. Para prevenir lo peor en la forma más avanzada de la enfermedad arterial periférica, es necesario ser sensible a la gravedad de la situación. Todo lo demás vendrá de forma natural cuando exista la conciencia de que la isquemia crítica de las extremidades es una situación de emergencia que debe tratarse de inmediato y en un gran centro con el personal y la infraestructura interdisciplinarios adecuados. John Dormandy, cirujano vascular inglés, lo dijo una vez en pocas palabras: “hace falta ser tonto para cortar una pierna, pero hace falta un angiólogo, un diabetólogo, un médico de familia, un radiólogo, un cirujano vascular y muchos más para salvar una”. En nuestro artículo intentamos concienciar de la gravedad de esta situación y cortar de raíz cualquier nihilismo terapéutico. Siempre hay algo que funciona, y cada eritrocito que de algún modo pueda llevarse a una zona abastecida en estado crítico cuenta.
De forma similar al tromboembolismo venoso, necesitamos estrategias para prevenir la recurrencia. Existen varios de ellos, uno de los cuales, los stents y balones liberadores de fármacos, presentamos en nuestro tercer artículo CME.
Esperemos que esta evolución positiva continúe. Estaremos encantados de volver a presentarle algunas novedades.