Isabel Willemse, psicóloga de Zúrich, informó desde su vida práctica cotidiana sobre el fenómeno de la adicción a Internet. Además de los criterios de diagnóstico, mostró las posibles opciones de tratamiento para esta enfermedad mental, que todavía es bastante nueva en comparación con otras adicciones.
“La adicción al comportamiento es un término para los comportamientos excesivos que muestran características de dependencia psicológica y que la persona afectada ya no puede controlar completamente a voluntad” [1] con esta cita Isabel Willemse, psicóloga del Instituto de Psicología Aplicada de Zúrich, introdujo su conferencia sobre el tema de la adicción a Internet. Estos comportamientos excesivos o adicciones sin sustancias suelen conocerse en psiquiatría a través de la adicción al juego. En el contexto del tema de Internet y las redes en línea, que se ha vuelto cada vez más esencial en las últimas décadas, ahora también constituyen una cierta proporción de pacientes de adicción al comportamiento en la consulta en forma de adicción en línea.
El sentimiento socialmente mediado de la necesidad de disponibilidad digital constante podría dar la impresión de que el campo de la adicción a Internet afecta a una proporción exponencialmente grande de pacientes. Sin embargo, en la evaluación estadística queda claro que, en general, la cifra está bastante sobreestimada, según el ponente Willemse. Según un estudio a escala europea, sólo el 1,2% de los jóvenes de entre 14 y 17 años muestran un comportamiento patológico de adicción a Internet. Sin embargo, un 12,7% adicional de estos adolescentes muestra un mayor riesgo de presentar conductas de adicción a Internet [2].
Diagnóstico
El peligro de caer en un comportamiento adictivo patológico al utilizar aplicaciones basadas en Internet es más probable con ofertas que tienen un fuerte carácter vinculante. La motivación para seguir tratando el tema debe ser grande, como en el caso de la comunicación en línea (por ejemplo, el chat), la pornografía en Internet, pero también los juegos en línea. En la actualidad, no existen criterios de diagnóstico definidos con precisión sobre la adicción a Internet. En el actual Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5), sólo se menciona el Trastorno por Juego en Internet como un trastorno basado en Internet. Los criterios de diagnóstico enumerados no se refieren a un número absoluto de horas dedicadas al “juego”, sino al impacto que éste tiene en la persona afectada. Deben cumplirse cinco de los nueve criterios siguientes a lo largo de un año para confirmar la sospecha de adicción a los juegos de ordenador: captura mental, síntomas de abstinencia, desarrollo de tolerancia, pérdida de control, continuación a pesar de las consecuencias negativas, captura conductual, gestión disfuncional del estrés, disimulación/engaño, puesta en peligro y pérdidas. Dado que existe un mayor potencial de cambio en un periodo de tiempo más corto en los adolescentes en comparación con los adultos, se está debatiendo la reducción del periodo de diagnóstico para este grupo a tres meses, afirma Willemse. En última instancia, el trastorno por juego en Internet no es un diagnóstico formal en el DSM-5, pero figura como un tema en el que se recomienda seguir investigando. En la práctica, los criterios mencionados del trastorno por juego en Internet pueden trasladarse bien al término más general de adicción a la red o uso patológico de Internet, afirma Isabel Willemse, de modo que puede hacerse un diagnóstico que aún no existe en el manual oficial. La necesidad de este enfoque refleja la continua divergencia sobre la clasificación nosológica de la adicción a Internet en los círculos de investigación y la necesidad de trabajo científico en este ámbito temático. Los manuales de diagnóstico formales todavía parecen ir por detrás del desarrollo real en este campo.
Factores de riesgo
En la conferencia se mencionaron tres categorías como factores de riesgo para el desarrollo de la adicción a Internet [4]:
- factores personales
- factores relacionados con los medios de comunicación y
- factores medioambientales.
Utilizando el ejemplo de una joven que solía jugar en exceso durante años a uno de los “juegos de rol multijugador masivos en línea” más conocidos, World of Warcraft (WOW), Isabel Willemse explica los factores personales. Cuando era adolescente, Julia estuvo expuesta a un enorme estrés psicológico con una experiencia de acoso escolar. Un sentimiento de vergüenza impedía abrirse a personas cercanas, por lo que se desarrolló la soledad, un comportamiento de huida hacia la realidad WOW. A menudo, los afectados tienden a tener personalidades ansiosas con baja autoestima, una baja tolerancia al estrés, una tendencia a los pensamientos depresivos, pero también las experiencias de pérdida pueden fomentar la adicción al comportamiento. Si los factores ambientales no pueden proporcionar una buena compensación o apoyo, o si existe aún más potencial de conflicto en estas áreas, estos son factores de riesgo adicionales para el desarrollo de una adicción a Internet. Esto se refiere al entorno familiar (incluidos los padres como modelos de conducta), el entorno personal (los compañeros) y la institución educativa o el lugar de trabajo. Los factores ambientales relacionados con el conflicto pueden ser tanto un desencadenante como una consecuencia de la adicción conductual y mantenerla en el sentido de un círculo vicioso.
Por último, pero no por ello menos importante, los factores relacionados con los medios de comunicación también son cruciales para el desarrollo de la adicción al comportamiento. A menudo existe un sistema de recompensa que actúa como reforzador de la adicción y que se hace cada vez más difícil de “descifrar” a medida que progresa. Las funciones basadas en Internet también son atemporales, siempre están accesibles; los juegos basados en Internet no conocen horarios nocturnos ni de descanso. Muy importante y motivador para el comportamiento patológico es la posibilidad de escapar de la realidad; lo que falta en la realidad se puede suplir en línea. Se puede jugar con las identidades, existe un potencial de desarrollo a un nivel seguro, así como puede tener lugar una comunicación controlada y construirse una cohesión social. Julia lo describe así: “Me faltaba algo que encontré en WOW… WOW dio sentido a mi vida, me dio alegría, en el juego me respetaban, era alguien”.
Intervención/terapia
Como base terapéutica, Isabel Willemse recomienda un enfoque sistemático según F. Eidenbenz. En este modelo, las sesiones de terapia se dividen en la fase inicial con el análisis del problema, la fase de motivación con el filtrado de las estructuras de mantenimiento, la fase de profundización con una exploración más profunda y la fase de estabilización o final. Cada una de las fases consta de unas tres a ocho sesiones y abarca un periodo aproximado de 6 a 18 meses [3]. El objetivo es romper el círculo vicioso de aislamiento/frustración y el comportamiento de huida hacia una realidad virtual que perpetúa el aislamiento real. La terapia conductual ofrece varios modelos de intervención para ello. Además de tomar conciencia del alcance del uso de Internet mediante diarios de uso y psicoeducación, Isabel Willemse señala sobre todo el papel de la motivación en el régimen de tratamiento. En el proceso, la base motivacional que contribuyó al mantenimiento del comportamiento adictivo puede tomarse y transformarse en nuevos objetivos de la vida real. Además, se deben reactivar conscientemente los contactos sociales y poner en práctica actividades de ocio alternativas. El entrenamiento de exposición con un ritual de despedida de la identidad o cuenta en línea también puede ser útil.
Si los cuidadores sospechan en privado de la presencia de adicción a Internet, cuestionarios como la Escala de Uso Compulsivo de Internet (CIUS) pueden ayudar a obtener una impresión más objetiva. Los posibles puntos de contacto son las escuelas, la Oficina de Orientación Juvenil y Profesional o la psiquiatría infantil y juvenil. El síndrome de abstinencia suele ser difícil de aplicar en casa, ya que cabe esperar fuertes reacciones emocionales y no es realista eliminar por completo el uso de Internet de la vida cotidiana. El ejemplo de Julia, sin embargo, deja claro que con ayuda profesional, el tema de la adicción a Internet/juegos de ordenador ya no tiene por qué determinar la vida de uno.
En última instancia, el objetivo es que los afectados aprendan a apreciar de nuevo la singularidad de la realidad, que no puede sustituirse virtualmente.
Fuente: Actualización en psiquiatría y psicoterapia del FomF, 18-20 de mayo, Zúrich
Literatura:
- Grüsser SM, Thalemann R: ¿Adicción a los juegos de ordenador? Consejos y ayuda para los padres. Verlag Huber 2006, Edición: 1.
- Dreier M, et al: Estudio sobre el comportamiento adictivo a Internet de los adolescentes europeos. Consorcio UE NET BAD 2013.
- Eidenbenz F: Terapia de la adicción a Internet – modelo de fase sistémica. Ciencia de la psicoterapia 2013; 2: 81-89
- Willemse I: Onlinesucht – Ein Ratgeber für Eltern, Betroffene und ihr Umfeld. Hogrefe 2016, Berna.
InFo NEUROLOGÍA Y PSIQUIATRÍA 2017; 15(4): 36-37