Al principio de todo avance médico está la intención y la esperanza del investigador de comprender un problema para luego encontrar una solución al mismo. La esperanza no es una cualidad acientífica, sino un aspecto vital de cualquier actividad de investigación.
Últimamente se han producido algunos avances en la detección y el tratamiento del cáncer de pulmón no microcítico (CPNM), lo que permite albergar esperanzas justificadas de una mejora significativa del pronóstico.
Una diferenciación histológica precisa y el desciframiento del estado de mutación (previamente conocido) permiten identificar la morfología del tumor. La PET-TC y las técnicas de exploración mínimamente invasivas (EBUS, mediastinoscopia) pueden utilizarse para determinar con precisión la localización y extensión del tumor.
Tras el diagnóstico y la estadificación, se desarrolla un régimen terapéutico individual para cada paciente con CPNM en una junta tumoral interdisciplinar estructurada. El estadio tumoral (TNM), la histología, el estado genético molecular, la comorbilidad, pero también la calidad de vida, los deseos personales y las necesidades del paciente se tienen en cuenta para diseñar la mejor terapia individual. Este enfoque se aplica tanto a las fases curativas como paliativas de la enfermedad.
Los tumores situados periféricamente en el pulmón son mínimamente invasivos, la lobectomía toracoscópica como estándar. Las resecciones con manguito para preservar el pulmón permiten evitar la neumonectomía en muchos casos de cáncer de pulmón de crecimiento central.En caso de afectación de los ganglios linfáticos mediastínicos y/o infiltración en la zona circundante, se emprende una terapia neo o adyuvante seguida de resección quirúrgica con intención curativa. En estadios localmente avanzados, el tratamiento se lleva a cabo con conceptos multimodales, es decir, quimioterapia combinada seguida de cirugía o quimioterapia y radioterapia. En el caso del cáncer de pulmón metastásico, la terapia se determina en función de la histología y las características moleculares.
El seguimiento estructurado de los pacientes con CPNM es de gran importancia en lo que respecta a las terapias quimioterapéuticas de mantenimiento individualmente adecuadas, la detección de segundos tumores y las indicaciones de cirugía metastásica.
Debido a su alta sensibilidad y a la relativamente baja exposición a la radiación, la tomografía computarizada es actualmente el método de elección para detectar recidivas tempranas o segundos tumores.
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PD Rolf Inderbitzi, MD
InFo Oncología y Hematología 2013; 1(1): 8