La pérdida de audición suele pasar desapercibida o no ser compensada durante mucho tiempo, pero afecta a la vida de los afectados de muchas maneras. Tiene sentido incluir sistemáticamente preguntas sobre la audición y la comprensión del habla en la anamnesis, especialmente en pacientes de edad avanzada. La motivación personal y unas expectativas realistas son cruciales para el éxito de la adaptación de un audífono, ya que ésta requiere tiempo, paciencia y perseverancia. Hoy en día se dispone de una amplia gama de audífonos, por lo que la mayoría de las pérdidas auditivas pueden tratarse satisfactoriamente.
Cabe suponer que los proveedores de atención primaria se enfrentan a diario a la pérdida de audición en su consulta general. En la mayoría de los casos, sin embargo, la pérdida de audición no es el motivo ni el objeto de la consulta, sino que se advierte debido a problemas de comunicación en la conversación.
Como excelente conocedor de sus pacientes, el médico de familia es el primer punto de contacto para los trastornos auditivos y los problemas de comunicación. Este artículo proporciona conocimientos actualizados sobre el proceso y las posibilidades del suministro de audífonos en Suiza, como base para un asesoramiento óptimo de las personas afectadas.
¿Cuáles son los efectos de la pérdida de audición?
Con la pérdida auditiva, la vida se vuelve más complicada. La inteligibilidad del habla se deteriora rápidamente, lo que provoca problemas de comprensión, especialmente con ruido de fondo y conversaciones en grupo. Las consecuencias son un mayor esfuerzo auditivo, mayor fatiga e irritabilidad, retraimiento social y evitación de las ocasiones sociales [1].
También se conocen asociaciones entre la pérdida de audición y un declive de las capacidades cognitivas [2,3], así como entre la pérdida de audición y los problemas de concentración y rendimiento en el trabajo [4]. La interacción entre la demencia y la discapacidad auditiva (no atendida) está siendo investigada actualmente por varios grupos de investigación.
¿Cómo puede detectarse la pérdida auditiva?
La pérdida de audición suele pasar desapercibida durante mucho tiempo, ya que los cambios son lentamente progresivos y los afectados adaptan automáticamente su comportamiento a la situación situándose al margen de la sociedad o evitando situaciones de escucha difíciles. No es infrecuente que los afectados sean los primeros en ser abordados por su entorno acerca de una posible pérdida auditiva.
El aumento de los acúfenos o de la sensibilidad al ruido, pero también los problemas de concentración y un descenso del rendimiento pueden indicar una pérdida auditiva. Por lo tanto, recomendamos que se incluyan sistemáticamente en la historia clínica preguntas sobre la audición y la comprensión del habla.
¿Cómo proceder en caso de pérdida auditiva?
Una evaluación aproximada de la audición es fácilmente posible en la práctica. Con la prueba del diapasón según Weber y Rinne, se puede distinguir un trastorno de la transmisión del sonido de un trastorno de la percepción del sonido. Sin embargo, el diapasón no es adecuado para una prueba de audición más avanzada porque sólo se prueba una frecuencia (440 Hz). La otoscopia es esencial para detectar patologías del conducto auditivo externo y del tímpano, así como patologías del oído medio. Con la prueba de amplitud auditiva o la prueba del número de susurros, se puede estimar aproximadamente la comprensión del habla en voz baja.
Las autopruebas de audición ampliamente disponibles en Internet (por ejemplo, pro audito Telefonhörcheck, Tel. 0900 400 555, Fr. 0,50/min.) pueden proporcionar indicios de un trastorno auditivo, pero no sustituyen a un audiograma realizado por un especialista. A menudo, en las autopruebas sólo se miden cuatro frecuencias, las condiciones de medición no están normalizadas, no es posible el enmascaramiento del oído contrario y, por tanto, no se garantiza una medición con separación lateral. Tampoco es posible medir el umbral de audición por conducción ósea. Cuando los pacientes con discapacidad auditiva se someten a una prueba de este tipo y sale “normal”, se sienten confusos y buscan en otra parte las razones de sus problemas.
Si se sospecha un trastorno auditivo, se recomienda un examen otorrinolaringológico con audiograma sonoro con aparatos calibrados en una cabina auditiva (conducción aérea y ósea de 0,25-8 [12] kHz) y audiograma hablado en silencio y en ruido. El audiograma vocal refleja mejor los problemas de comunicación de la vida cotidiana que el audiograma tonal. La mejor forma de evaluar la discapacidad subjetiva (discapacidad auditiva) es mediante cuestionarios estandarizados, por ejemplo el HHIE-S (Inventario de discapacidad auditiva: www.uspreventiveservicestaskforce.org/Home/GetFileByID/231) [5].
¿Quién necesita un audífono?
Aunque el aumento de la pérdida de audición en la vejez es habitual y la tecnología de la comunicación con teléfonos inteligentes, auriculares y accesorios es omnipresente, los audífonos siguen percibiéndose como un estigma y son rechazados por muchas personas afectadas. ¡Qué pena! Una audición que funcione bien facilita la vida diaria, ayuda a orientarse, advierte del peligro y transmite placer en la conversación y la música.
La respuesta a la pregunta de cuándo está indicado un audífono depende no sólo del grado de hipoacusia, sino sobre todo de las necesidades auditivas individuales y de las exigencias acústicas y comunicativas de la vida cotidiana. Si existe un trastorno auditivo y la correspondiente discapacidad auditiva, los afectados deben ser asesorados en primer lugar por el otorrino sobre las medidas para mejorar la audición. Además de los audífonos convencionales, la cirugía de mejora de la audición o un sistema auditivo implantable pueden ser una alternativa.
La motivación personal para mejorar la audición mediante un audífono y unas expectativas realistas son decisivas para el éxito de la adaptación. El tipo de adaptación recomendada también depende de las necesidades y exigencias individuales de la audición. No hay límites de edad. Recomendamos urgentemente una adaptación si la pérdida auditiva supone un riesgo en el lugar de trabajo o para las personas en formación.
Procedimiento de adaptación de audífonos y financiación
Los audífonos pertenecen a las ayudas y son sufragados por la IV/AHV con una contribución voluntaria a los costes (inscripción en www.ahv-iv.info, término de búsqueda “audífonos”). El objetivo es proporcionar una atención sencilla y adecuada. Si ha habido o hay influencias potencialmente perjudiciales para la audición en el lugar de trabajo (ruido) y una pérdida auditiva compatible con ello, debe considerarse la posibilidad de inscribirse en el SUVA. Por ello, el paciente debe inscribirse él mismo en la aseguradora mediante el formulario correspondiente (IV/AHV o SUVA). Una información adecuada ya en la consulta de la familia y en el otorrino ayuda al paciente a tomar la decisión correcta respecto a un audífono y a evitar la compra precipitada de audífonos directamente al proveedor. El otorrinolaringólogo recibe una orden de la aseguradora para una peritación auditiva, que consiste en una consulta y un audiograma sonoro y vocal. La pérdida auditiva total por oído se calcula como un porcentaje a partir de los audiogramas. Si se alcanza el valor umbral (20% de pérdida auditiva para el IV, 35% para el AVS), el asegurador abona una cantidad a tanto alzado para la adquisición de audífonos, independientemente del tipo y el alcance de la discapacidad auditiva y de las necesidades profesionales y personales de un audífono. (Tab.1). Encontrará información detallada sobre el procedimiento de adaptación de audífonos con instrucciones para los pacientes en www.luks.ch/standorte/luzern/kliniken/hals-nasen-ohrenklinik/medizinisches-angebot/ohr/hoergeraeteversorgung.html.
Desde el punto de vista de un otorrinolaringólogo, recomendamos aspirar a una adaptación óptima de ambos oídos con la máxima ganancia auditiva posible, independientemente del reparto de costes por parte de la aseguradora. Probablemente a nadie se le ocurriría comprar unas gafas que le hagan ver sólo un poco mejor en lugar de unas gafas que normalicen su agudeza visual. La adaptación binaural y el moderno procesamiento de señales contribuyen al éxito de la adaptación de audífonos [6].
¿Qué audífono para qué pérdida auditiva?
La mayoría de las pérdidas auditivas pueden mejorarse con un audífono. Esto es especialmente cierto para la audición y la comprensión del habla en silencio. Los problemas de comprensión con ruido de fondo son más difíciles de corregir. Las pérdidas auditivas neurosensoriales de todos los grados se tratan principalmente con audífonos de conducción aérea. Para la pérdida de audición conductiva o combinada conductiva/sensorineural, puede considerarse la cirugía del oído medio con reconstrucción de la cadena conductiva, implantes de oído medio o audífonos de conducción ósea. En caso de asimetría grave del umbral de audición o sordera unilateral, se realiza una transferencia al oído mejor por radio, cable o a través del hueso con audífonos de conducción ósea. En los casos de pérdida auditiva profunda bilateral, en los que no se puede oír ni siquiera con audífonos (pérdida auditiva rayana en la sordera), el implante coclear es la mejor opción.
La figura 1 muestra ejemplos de pérdidas auditivas típicas. El trastorno auditivo más común es la pérdida auditiva bilateral de alta frecuencia en el sentido de la presbiacusia.
La terapia de elección son los audífonos de conducción aérea. Además de los audífonos personalizables, en Suiza también se comercializan audífonos preajustados y amplificadores auditivos. La tabla 2 enumera las diferentes clases de productos.
En función de la pérdida auditiva, los requisitos acústicos y las preferencias personales, pueden considerarse distintos tipos de audífonos (Tab. 3).
¿Cuál es el mejor audífono?
El mejor audífono es el que mejor se adapta a la pérdida auditiva y a las necesidades y perfil auditivo del individuo. Adaptar un audífono requiere tiempo, paciencia y perseverancia. El cerebro, que ha recibido menos información acústica durante un periodo de tiempo más largo, tiene que acostumbrarse a la nueva situación. Es normal que todo se perciba demasiado fuerte en la fase inicial. Los audífonos actuales son dispositivos de alta tecnología y el usuario tiene que invertir tiempo en comprender y probar las opciones de ajuste, igual que con un teléfono inteligente. Es esencial probar el ajuste en la vida cotidiana y en el entorno auditivo individual y deben probarse distintos audífonos.
Las deficiencias auditivas leves en todas las frecuencias pueden tratarse con audífonos preajustados o audífonos de bajo coste en tiendas especializadas. Sin embargo, a los pacientes les resulta difícil evaluar por sí mismos sus necesidades, por lo que dependen del asesoramiento objetivo de su otorrino o acústico. Este asesoramiento profesional no está disponible en una farmacia o en una oficina de correos. Una persona no especializada (por ejemplo, un farmacéutico) puede estimar de forma aproximada qué tipo de audífono es más probable basándose en el audiograma de tonos puros, pero no es posible realizar un ajuste o una reparación posterior. El IV/AHV/SUVA no paga una contribución por los amplificadores auditivos, pero sí por los audífonos preadaptados y por los audífonos adaptados regularmente.
¿En qué se diferencian los audífonos sencillos de los más complejos?
Los amplificadores auditivos y los audífonos sencillos no ofrecen ninguna o menos opciones de ajuste que los audífonos más complejos. Por ejemplo, los audífonos sencillos sólo tienen unos pocos canales y, por tanto, sólo permiten ajustar la ganancia de unos pocos bloques de frecuencias. Los audífonos más complejos contienen hasta 20 canales, lo que permite una amplificación selectiva de frecuencia a frecuencia, similar a un ecualizador. Otras características técnicas de los audífonos complejos son, por ejemplo, la transposición o compresión de frecuencias, los micrófonos direccionales, la supresión de la reverberación y del sonido impulsivo, la supresión del ruido del viento y la sincronización e intercambio de datos de los audífonos en el caso de las adaptaciones binaurales.
Con la transposición de frecuencias resp. -compresión, el sonido entrante (por ejemplo, el canto de los pájaros) se desplaza de una gama de frecuencias inaudible para la persona afectada a la gama audible. Los micrófonos direccionales amplifican el sonido principalmente en una dirección y ofrecen una clara ventaja en el ruido de fondo. La posibilidad de conectar el aparato a accesorios como un micrófono externo, un sistema de radio o un teléfono también está reservada a los audífonos más complejos. La reducción del ruido del viento es útil cuando se trabaja al aire libre. En caso de asimetría pronunciada de la audición o sordera unilateral, es necesaria la transmisión del sonido del oído peor al oído mejor, por ejemplo mediante conexión por radio.
En el caso de adaptaciones complejas, merece la pena que el paciente se inscriba en el IV como caso de dificultad para poder obtener también una mejor financiación para un audífono avanzado tras una evaluación adecuada en una clínica ORL.
Aumentar la calidad de vida
Una buena adaptación de audífonos no sólo supone una mejora de la audición, sino también un aumento de la calidad de vida. Un estudio transversal suizo realizado en 2009 reveló que una elevada proporción (85%) de los propietarios de audífonos utilizan el dispositivo con regularidad; el 80% de los usuarios están satisfechos con el audífono [7]. Por lo tanto, se puede motivar sin reservas a los pacientes para que se hagan revisar cuidadosamente su audición y la mejoren en consecuencia, ya que con la variada gama de audífonos y gracias a los avances técnicos, la mayoría de las pérdidas auditivas pueden tratarse satisfactoriamente hoy en día. Es importante adaptar el audífono a las necesidades del usuario, cooperar con los profesionales y tener expectativas realistas.
La relación de confianza entre el audioprotesista y el usuario de audífonos no sólo es un requisito previo para una adaptación óptima, sino también para la posibilidad de una adaptación comparativa de diferentes audífonos y un reajuste continuo posterior. Muchos problemas pueden resolverse de este modo (Tab. 4).
Lamentablemente, el IV/AHV suprimió el peritaje final en 2011 tras la adaptación del audífono definitivo. No obstante, si el paciente no está seguro o satisfecho con los audífonos adaptados, puede pedir consejo a un otorrinolaringólogo, a la sección regional de pro audito Suiza o a la oficina del defensor del pueblo (también a través de pro audito).
Conclusión para la práctica
- Las deficiencias auditivas afectan a los afectados; también pueden aparecer trastornos cognitivos, aislamiento y depresión.
- La mejor forma de evaluar las deficiencias es mediante pruebas de audición verbal (silenciosa y sonora) y cuestionarios de minusvalía.
- La elección de las medidas para mejorar la audición depende de las exigencias de la audición en la vida cotidiana y de las necesidades individuales.
- Para la provisión de audífonos, el IV/AHV realiza una contribución voluntaria a tanto alzado para una pérdida auditiva total por oído >20% (IV) o 35% (AHV).
- Desde el punto de vista de un otorrinolaringólogo, recomendamos una adaptación óptima de ambos oídos adaptada a las necesidades con la máxima ganancia auditiva posible.
- Adaptarse un audífono requiere tiempo, paciencia y un esfuerzo de ajuste por parte del cerebro.
- Dado que muchos trastornos auditivos son progresivos con el tiempo, suele ser aconsejable adquirir un audífono ajustable adaptado por un profesional.
- Pro audito, como asociación de discapacitados auditivos, ayuda a los pacientes con muchas preguntas. Ponerse en contacto con ellos o hacerse miembro puede merecer la pena.
Literatura
- Chisholm TH, et al: A systematic review of health related quality of life and hearing aids: final report of the American Academy of Audiology Taskforce On Health Related Quality of Life Benefits of Amplifications in Adults. J Am Acad Audiol 2007; 18(2): 151-183.
- Lin FR, et al: Pérdida auditiva y deterioro cognitivo en adultos mayores. JAMA Intern Med 2013; 173(4): 293-299.
- Arlinger S: Consecuencias negativas de la pérdida auditiva no corregida – una revisión. Int J Audiol 2003; 42 Suppl 2: S17-20.
- Kramer SE, Kapteyn TS, Houtgast T: Rendimiento laboral: comparación entre empleados con audición normal y empleados con deficiencias auditivasex utilizando la Lista de comprobación de Amsterdam para la audición y el trabajo. Int J Audiol 2006; 45(9): 503-512.
- Bertoli S, Probst R, Jordan P: Discapacidad auditiva: un complemento de la pérdida auditiva audiométrica. Resultados de un estudio exploratorio de los trastornos de la comunicación auditiva en las personas mayores, ORL 1996; 44(7): 376-378.
- Bertoli S, Bodmer D, Probst R: Encuesta sobre los resultados de los audífonos en Suiza: asociaciones con el tipo de adaptación (bilateral/unilateral), el nivel de procesamiento de la señal del audífono y la pérdida auditiva. Int J Audiol 2010; 49(5): 333-334.
- Bertoli S, et al: Encuesta sobre el uso y la satisfacción con los audífonos en Suiza y sus determinantes. Int J Audiol 2009; 48(4): 183-195.
PRÁCTICA GP 2015; 10(3): 37-43