Pregunta: ¿Se asocia el tratamiento a largo plazo con benzodiacepinas (BDP) a un mayor riesgo de demencia en las personas mayores?
Antecedentes: Las personas mayores suelen ser tratadas con benzodiacepinas. Se sabe que estos fármacos pueden perjudicar la atención y la memoria. Algunos estudios han sugerido incluso que el tratamiento a largo plazo con benzodiacepinas aumenta el riesgo de demencia. Sin embargo, dado que la aparición de la demencia puede estar asociada a trastornos del sueño, ansiedad y depresión – síntomas que suelen tratarse con benzodiacepinas – estos estudios pueden haberse basado en una causalidad aparente.
Pacientes y métodos: Se incluyeron 3434 participantes (de Seattle, EE.UU.) en este estudio prospectivo de cohortes basado en la población y se les realizó un seguimiento durante una media de 7,3 años. Todos tenían al menos 65 años al inicio del estudio y no presentaban síntomas de demencia. Todos debían disponer de datos informatizados de las farmacias sobre las recetas de medicamentos de los diez años anteriores. Los exámenes (al inicio y cada dos años) se realizaron con una entrevista clínica estandarizada.
Resultados: Durante el periodo de observación (7,3 años), el 23,2% de los participantes desarrollaron demencia, la mayoría de tipo Alzheimer. En relación con la cantidad acumulada de benzodiacepinas consumidas, se demostró lo siguiente: El riesgo global de demencia aumentó ligera pero significativamente en los niveles bajos de PDB (cociente de riesgos 1,25; IC del 95%: 1,03-1,51). Lo mismo ocurrió con el riesgo de desarrollar demencia de Alzheimer específicamente (HR 1,27; IC 95%: 1,03-1,57). Por el contrario, no se encontró un mayor riesgo de demencia con el consumo moderado y elevado de BDP.
Conclusiones de los autores: En los ancianos, los niveles bajos de BDP se asocian a un riesgo ligeramente mayor de demencia. Esta correlación se basa probablemente en una causalidad aparente, a saber, que los trastornos del sueño -un síntoma prodrómico de la demencia- se tratan preferentemente con DPB. Los niveles medios y altos de BDP no se asocian a un riesgo alterado de demencia. Con esto no se puede corroborar una relación causal entre el uso de BDP y la demencia.
Comentario: Las benzodiacepinas no sólo tienen un efecto ansiolítico y favorecedor del sueño, sino que a veces también tienen un efecto amnésico. Pero, ¿eso ya las convierte en “inductoras de demencia”?
Un estudio canadiense de 2014 lo afirmó (véase el número 4/2016). Allí se había confirmado la asociación entre una dosis acumulada elevada de BDP y un mayor riesgo de enfermedad de Alzheimer. Entonces, ¿por qué no aquí también? Las deficiencias metodológicas no saltan a la vista como explicación. Se trató de un estudio prospectivo, el número de casos era grande y basado en la población, las cantidades de PDB procedían de recetas documentadas, se realizó un seguimiento de los participantes durante un periodo de tiempo suficientemente largo y se les evaluó para detectar síntomas de demencia cada dos años. Se encontró una conexión donde no se esperaba: en las pequeñas cantidades de BDP. ¿Hay que preferir, por tanto, las grandes cantidades con respecto al riesgo de demencia? ¡Claro que no! Hay otras razones suficientes para ser cautelosos con la BDP.
El presente estudio no encuentra ninguna asociación entre los niveles medios o altos de BDP y el riesgo de desarrollar demencia. Esto es tranquilizador, pero no un “todo despejado”, porque la “falta de pruebas” está lejos de ser una “prueba de falta”.
InFo NEUROLOGÍA Y PSIQUIATRÍA 2016; 14(5): 33