La detección de ADN de células tumorales en la sangre mediante secuenciación de nueva generación (“biopsia líquida”) está adquiriendo cada vez más importancia como biomarcador para el seguimiento de la evolución de enfermedades tumorales. Esto también se aplica al seguimiento de la terapia en pacientes con melanoma. El ADN tumoral circulante libre de células (ADNct) desempeña cada vez más un papel en este sentido.
Uno de los principales objetivos del análisis de la “biopsia líquida” es detectar más rápidamente la recidiva tumoral y determinar posibles cambios genéticos en el tejido tumoral para poder ajustar y optimizar la terapia a tiempo [1]. Las opciones de tratamiento para los pacientes con melanoma metastásico se han visto revolucionadas por las inmunoterapias (ICI) y las terapias dirigidas (TT). No obstante, existen casos resistentes a la terapia. Los Criterios de Evaluación de la Respuesta en Tumores Sólidos (RECIST, versión 1.1) son actualmente los criterios de evaluación radiológica más ampliamente establecidos para la evaluación estandarizada de la respuesta terapéutica en tumores sólidos [2]. La evaluación radiológica tras la RCIST se considera ahora el estándar para definir “refractario” en pacientes con melanoma, pero la conversión terapéutica posterior (por ejemplo, de TT a ICI) puede ser demasiado tardía para afectar a las posibilidades de supervivencia del paciente [3]. Los biomarcadores que pueden predecir un curso refractario de la terapia en una fase temprana corresponden a una “necesidad no cubierta” [3].
Hoy en día, es posible examinar un gran número de biomarcadores diferentes mediante la “biopsia líquida” [4]. El análisis del ADN tumoral circulante en la sangre (ctADN) tiene un potencial prometedor y se ha investigado en otras entidades tumorales (por ejemplo, el cáncer de mama o el cáncer colorrectal) [5,6]. Actualmente, se cree que la evaluación de los niveles de ctADN durante la TT o la ICI puede ser adecuada para monitorizar la respuesta al tratamiento [7]. Mediante la medición de los niveles de ctADN, la respuesta o la progresión pueden detectarse unos 100 días antes que mediante diagnósticos radiológicos [8]. Ya en 2019 se demostró que la monitorización del ADNct puede utilizarse en el melanoma metastásico en estadio III para predecir la progresión y detectar la enfermedad mínima residual (EMR) [9]. Entre otras cosas, actualmente se está investigando si el ctADN como biomarcador es una base fiable de información para decidir cuándo cambiar de TT a ICI con el fin de lograr la respuesta óptima de un tratamiento secuencial [3].
Literatura:
- Centro Alemán de Investigación del Cáncer, www.dkfz.de/de/aktuelles/Liquid-Biopsy.html (última consulta: 11.04.2022)
- Spiro J, Maintz D, Persigehl T: Criterios de respuesta para el melanoma maligno: RECIST e irRC. Radiologist 2015; 55(2): 127-123.
- Heidrich I: Biopsias líquidas: potencial y retos, Reunión anual de la ADF, 23-26.02.2022
- Quandt D, et al.: Implementación de las biopsias líquidas en la toma de decisiones clínicas para la inmunoterapia del cáncer. Oncotarget 2017; 8(29): 48507-48520.
- Heidrich I, et al.: Biopsias líquidas: potencial y retos. Int J Cancer 2021; 148(3): 528-545.
- Heidrich I, et al.: Aplicaciones clínicas de las células tumorales circulantes y el ADN tumoral circulante como marcador de biopsia líquida en el cáncer colorrectal. Cánceres 2021, 13: 4500.
- Stadler JC, et al: Aplicaciones clínicas actuales y futuras del ctADN en inmuno-oncología. Cancer Res 2022; 82(3): 349-358.
- Haselmann V, et al.: Liquid Profiling of Circulating Tumor DNA in Plasma of Melanoma Patients for Companion Diagnostics and Monitoring of BRAF Inhibitor Therapy. Clin Chem 2018; 64(5): 830-842.
- Tan L, et al: Predicción y seguimiento de la recaída en el melanoma en estadio III mediante el ADN tumoral circulante. Ann Oncol 2019; 30 (5): 804-814.
PRÁCTICA DERMATOLÓGICA 2022; 32(2): 45