La hiperhidrosis es una enfermedad grave, ya que quienes la padecen sufren un alto nivel de sufrimiento que puede tener un fuerte impacto en su calidad de vida. Además, el número de casos no declarados de la enfermedad es elevado: los afectados a menudo no saben que padecen hiperhidrosis. Nuestro experto, el Dr. med. Oliver Kreyden, habló en televisión en abril sobre la hiperhidrosis y sus opciones de tratamiento. A continuación encontrará el tratado sobre el tema preparado para profesionales médicos.
Es difícil encontrar una definición exacta de la hiperhidrosis (HH) porque la frontera entre la sudoración fisiológica y la patológica es borrosa. Por lo tanto, es importante incluir el deterioro de la calidad de vida ( [QOL]) de los afectados. Según un estudio, esto está claramente limitado en el 80% de los afectados. Tras la terapia, el 75% axilar y el 50% palmoplantar de los pacientes ya no presentaban limitación. El HH es una opción de tratamiento muy importante debido a los numerosos estudios con datos de sufrimiento considerable resp. una grave restricción de la calidad de vida como enfermedad y distinguirla de una enfermedad del estilo de vida.
La terapia de primera elección se llama botulina
Si las sales de aluminio no aportan el éxito deseado, el siguiente paso es la terapia botulínica (fig. 1a y 1b).
Con un único tratamiento de unas 20 inyecciones por zona tratada, el 90% de los pacientes pueden eliminar su HH. La terapia dura unos seis meses, por lo que los pacientes interesados pueden esperar una terapia dos veces al año.
Debido al mecanismo de acción específico, así como al efecto exclusivamente local del fármaco, no se conocen efectos secundarios en el sentido real (¡efecto vecino!). Es precisamente esta circunstancia la que hace que esta forma de terapia tenga tanto éxito: ¡beneficio sin problemas! Esta fue también la razón por la que en 1997 se fundó la primera consulta de hiperhidrosis en Suiza, que tuvo un gran éxito (Hiperhidrosis Kreyden sigue dirigiendo esta consulta).
Esta forma de tratamiento también es extremadamente eficaz palmoplantar, aunque es algo más compleja y costosa. Además, esta indicación requiere una buena formación y mucha experiencia por parte del médico tratante. Mientras que el tratamiento axilar no requiere anestesia, las inyecciones palmoplantares son dolorosas. Hiperhidrosis Kreyden ha desarrollado una técnica anestésica específica que permite un tratamiento prácticamente indoloro incluso en la zona de las manos. Previamente se realiza una iontoforesis con solución de lidocaína al 2 por ciento. Esto proporciona una anestesia superficial, que permite que la crioanestesia selectiva realizada directamente antes de cada inyección sea prácticamente indolora. En cambio, gracias a la anestesia fría dirigida, las finas inyecciones apenas se notan, incluso en las palmas de las manos y/o los pies. De este modo, en manos expertas, las manos y/o los pies pueden tratarse con poco dolor en pocos minutos sin problemas significativos. Esta técnica permitió ampliar sin titubeos la terapia botulínica más allá de la indicación axilar al tratamiento palmar e incluso plantar, que de otro modo sería algo más difícil.
¿Cuándo está indicado el tratamiento quirúrgico?
Las soluciones quirúrgicas sólo deben considerarse tras un tratamiento botulínico infructuoso, ya que las formas quirúrgicas de terapia se asocian a efectos secundarios y/o complicaciones considerables: efecto insuficiente tras un legrado axilar por aspiración, cicatrices con trastornos de la cicatrización tras una escisión abierta de la glándula sudorípara axilar, hiperhidrosis compensatoria a veces grave tras una simpatectomía toracoscópica (ST). La hiperhidrosis compensatoria tras el ST se produce en prácticamente todos los pacientes operados, con un aumento de la sudoración principalmente en la región lumbar y en la zona de la cara interna de los muslos. Sin embargo, a la mayoría de los operados esta sudoración compensatoria no les resulta muy estresante en comparación con la que tenían antes con las manos húmedas por el frío. Sin embargo, alrededor del 10% de los pacientes con ST sudan masivamente en varias partes del cuerpo después de la operación. En estos pacientes, es difícil encontrar una terapia adecuada, ya que normalmente sólo queda una terapia sistémica anticolinérgica con sus diversos efectos secundarios. Es importante que los pacientes sean conscientes de este efecto secundario grave y poco frecuente tras la TS.
La prueba de soldadura de Minor es indispensable como buen indicador
La prueba de soldadura de Minor es un método de medición semicuantitativo para objetivar la cantidad de soldadura. La axila se tiñe con solución de Lugol (solución de yoduro potásico). Después, la zona marcada se espolvorea finamente con fécula de patata. Tanto la solución de Lugol como la fécula de patata pueden ser preparadas por su farmacéutico sin ningún problema. Dependiendo de la gravedad de la hiperhidrosis, la zona cambia a un tono diferente de morado (intensidad). La extensión del HH también muestra una gran variabilidad (extensión) (Fig. 2a-c).
Utilizando la prueba del sudor de Minor, también pueden derivarse importantes afirmaciones pronósticas: En el caso de una coloración fuerte, posiblemente incluso goteante, cabe suponer que el efecto del tratamiento durará menos que en el caso de una coloración débil, apenas visible. La prueba es barata, fácil de realizar y también puede delegarse. Así pues, la prueba del sudor de Minor es indispensable en el tratamiento de la hiperhidrosis axilar. En consecuencia, debe realizarse la prueba, ¡sobre todo axilar!
HAUSARZT PRAXIS 2013; No. 6: 9-11