Dr. Mey, ¿en qué se diferencia el estudio CLL11 de otros estudios sobre la leucemia linfocítica crónica (por ejemplo, con respecto a la población de estudio)?
Dr. Mey:
El estudio CLL11 se diseñó para pacientes que presentaban comorbilidades relevantes -definidas por una puntuación CIRS >6- o una función renal deteriorada además de su LLC. Constituyó así la contrapartida del estudio CLL-10, que sólo incluyó a pacientes con una puntuación CIRS máxima de 6 puntos y una función renal normal. Dado que la LLC, con una edad media de aparición de aproximadamente 70 años, es típicamente una enfermedad de ancianos y que muchos pacientes con LLC tienen enfermedades concomitantes clínicamente relevantes, la población de pacientes investigada en el estudio CLL11 refleja una parte representativa de los pacientes con LLC en la práctica clínica diaria en oncología hematológica.
¿Qué resultados del estudio CLL11 considera personalmente más relevantes?
Los resultados publicados anteriormente del análisis de la fase 1 del ensayo CLL11, que habían demostrado una clara ventaja de la terapia combinada de clorambucil más anticuerpo (rituximab u obinutuzumab) sobre el clorambucil solo, ya eran de gran importancia clínica. El actual análisis frente a frente muestra ahora que la combinación de Clb con obinutuzumab se caracteriza por una prolongación estadísticamente significativa y clínicamente relevante de la SLP y una mejora de las tasas de remisión completa (20,7% frente a 7,0%) en comparación con la combinación de RClb. De particular interés, la combinación del anticuerpo más reciente obinutuzumab y Clb tuvo una probabilidad significativamente mayor de lograr una negatividad de la ERM (enfermedad mínima residual) (19,5% frente a 2,6% en médula ósea y 37,7% frente a 3,3% en sangre periférica, respectivamente) en comparación con el RClb, lo que a su vez se asoció a un resultado más favorable a largo plazo.
¿Qué valor concreto podrían tener los resultados para la práctica clínica en Suiza a largo plazo, o para qué pacientes podría considerarse, en su opinión, el obinutuzumab como complemento del clorambucil (GClb) en el futuro?
Debido a la superioridad del anticuerpo obinutuzumab en comparación con el rituximab en combinación con Clb en términos de calidad de remisión y supervivencia libre de progresión, espero que el obinutuzumab gane un lugar importante en el tratamiento de los pacientes con LLC en la práctica clínica en el futuro. En el contexto de los datos presentados, el uso de esta combinación se sugiere de forma natural en un principio precisamente en la población de pacientes y en la combinación tal y como se investigó en el ensayo CLL11. Actualmente se está llevando a cabo un estudio de fase IIIB en todo el mundo -con la participación de varios centros suizos, entre ellos el Hospital Cantonal de los Grisones- que investiga de forma prospectiva la administración de obinutuzumab también en combinación con otros regímenes de quimioterapia establecidos, tanto en primera línea como en situación de recidiva.
¿Cómo evalúa el perfil de seguridad de las dos combinaciones comparadas (obinutuzumab más clorambucil/rituximab más clorambucil)?
Llama la atención que el uso del anticuerpo más nuevo, el obinutuzumab, se caracterice por una incidencia significativamente mayor de reacciones relacionadas con la infusión en comparación con el rituximab. Se documentaron reacciones más graves relacionadas con la infusión (≥Grado 3 ó 4) en el 20% frente al 4% de los pacientes, y todas estas reacciones más graves se produjeron sólo en la primera administración. Es importante decir que no se produjeron muertes en el proceso. También hay más toxicidad hematológica con la terapia combinada GClb en comparación con la RClb (neutropenia ≥grado 3 y 4 en el 33% frente al 28% y trombocitopenia ≥grado 3 y 4 en el 10% frente al 3%). Sin embargo, la mayor incidencia de neutropenia de alto grado no se tradujo en una mayor frecuencia de infecciones graves (12% frente a 14%). Por lo tanto, el recuento sanguíneo de los pacientes tratados con GClb debe vigilarse estrechamente, sobre todo en los primeros ciclos de terapia.
Entrevista: Andreas Grossmann
InFo Oncología y Hematología 2014; 2(2): 33