Especialmente en la alopecia cicatricial y androgenética, los resultados de las terapias farmacológicas suelen ser insatisfactorios, lo que puede resultar muy estresante para los afectados. El trasplante capilar es una forma de tratar ésta y otras formas de pérdida de cabello a largo plazo, aunque las posibilidades de éxito varían de un individuo a otro.
El siguiente artículo de revisión describe las posibilidades y limitaciones de las distintas formas de pérdida de cabello desde la perspectiva de una cirujana especializada en trasplantes que realiza regularmente trasplantes capilares en su propia consulta. Algunos de los pacientes acuden directamente a consulta y otros son remitidos por dermatólogos.
Las indicaciones de un vistazo
La alopecia androgénica es la razón más común y clásica para el trasplante capilar, tanto en hombres como en mujeres. El patrón de pérdida de cabello en los hombres se clasifica según Norwood I-VII [1] y describe el patrón típico de pérdida de cabello en los hombres en la zona del nacimiento del cabello, la frente y el vértex.
En las mujeres, la caída del cabello suele aparecer de forma difusa en la parte superior de la cabeza, según la clasificación de Ludwig [2]. Si la pérdida de cabello en la mujer es muy extensa, el trasplante capilar no es aconsejable. Si se trata de un adelgazamiento limitado y de base amplia en la parte delantera de la coronilla que se estrecha hacia la parte posterior (patrón en abeto, clasificación de Olsen), éste puede engrosarse mediante un trasplante capilar y mejora enormemente la calidad de vida del paciente. Si una mujer tiene constitucionalmente una frente muy alta, la línea del cabello puede adelantarse mediante un trasplante capilar. Los pacientes transexuales (de hombre a mujer) con entradas tienen el deseo de tener una línea capilar femenina, que puede feminizarse de forma muy elegante y natural con un trasplante capilar.
Las cicatrices capilares de diversas etiologías suelen ser un gran problema para los pacientes. A menudo estas cicatrices le recuerdan un momento traumático. Por ejemplo, un accidente con quemadura, o un diagnóstico tumoral con consecuencias de cirugía tumoral invasiva o radiación, o tras un tratamiento de maquillaje permanente antiestético en la zona de las cejas, etc. El trasplante capilar también es una solución terapéutica de bajo riesgo y poco dolorosa, pero muy satisfactoria para estos pacientes.
¿Cuáles son las opciones?
Todas las regiones pilosas del cuerpo son básicamente aptas para la extracción de folículos pilosos y éstos pueden transplantarse básicamente a cualquier parte. A quienes no están afectados por la caída del cabello les resulta difícil comprender lo grande que es el sufrimiento de estos pacientes. La intervención quirúrgica mediante trasplante capilar puede mejorar a menudo la calidad de vida de forma sencilla. Las diferencias culturales sobre el tema de la caída del cabello también son interesantes. En los países de origen musulmán, los hombres suelen hacerse trasplantes en la zona de la barba y en los países asiáticos existe el deseo de tener pelo en el pecho.
El trasplante capilar en calvas es básicamente adecuado para todas las regiones corporales (capilicio, cejas, barba así como pubis o vello torácico) independientemente de la etiología. Hoy en día, el trasplante capilar en cicatrices es una alternativa médicamente viable a procedimientos mayores como la cirugía de expansión, la cirugía de colgajo o los injertos de piel. En comparación con los procedimientos mencionados, el trasplante capilar es mucho menos invasivo para el paciente (sin anestesia, sin hospitalización y, en la mayoría de los casos, con sólo dos días de incapacidad laboral). Esto también minimiza en gran medida los costes de curación.
¿Cuáles son las limitaciones?
En términos de seguro médico, los costes del procedimiento no están cubiertos, por desgracia, en la mayoría de los casos. En términos de viabilidad médica, existen las siguientes limitaciones:
En un trasplante capilar no se puede trasplantar cualquier número de folículos pilosos. El número de trasplantes capilares (“injertos”; también denominados “unidades foliculares”) está limitado, por un lado, por el número de folículos pilosos disponibles (en el caso de la caída congénita del cabello, se limita a la parte posterior de la cabeza y la región temporal) y, por otro, por la duración de la intervención y el tamaño de la zona a trasplantar como consecuencia de la dosis máxima diaria de anestesia local.
La pérdida de cabello congénita no debe trasplantarse hasta que se haya estabilizado con éxito mediante una terapia farmacológica a largo plazo con finasterida o la aplicación tópica de minoxidil.
En la alopecia cicatricial de etiología inflamatoria, como la alopecia fibrosante frontal, el liquen planopilar o la “alopecia fibrosante en patrón de distribución” (FAPD), debe quemarse el proceso inflamatorio para que la intervención tenga éxito. Esto es difícil de evaluar tanto clínica como histológicamente. Aun así, el trasplante capilar no siempre tiene éxito y faltan estudios fiables.
El trasplante capilar no se recomienda en niños: En primer lugar, por la falta de cumplimiento en los diez primeros días tras una intervención quirúrgica (manipulación cuidadosa de los injertos). En segundo lugar, la larga duración de la cirugía en un niño requiere anestesia (en lugar de anestesia local), lo que supone un riesgo innecesario desde el punto de vista médico. Se recomienda esperar con la intervención quirúrgica hasta después de la pubertad.
Si una zona de cabello ralo, es decir, aún no completamente calvo, se engrosa mediante un trasplante capilar, a menudo se produce una “caída de choque” muy pronunciada del cabello restante, sobre todo en las mujeres. Se trata de una complicación temporal del trasplante capilar, que provoca un adelgazamiento aún mayor de la densidad capilar preoperatoria durante los seis primeros meses del postoperatorio. Un requisito previo para la calvicie pasiva es que el paciente sea psicológicamente estable.
En pacientes muy jóvenes con pérdida de cabello congénita, la progresión futura de la alopecia androgenética debe evaluarse cuidadosamente y planificarse para evitar un “exceso de trasplante”, lo que significa no trasplantar folículos pilosos afectados por la pérdida de cabello. Esto suele ser difícil de prever en pacientes muy jóvenes. En primer lugar, estos trasplantes volverían a caerse a largo plazo, en segundo lugar, las cicatrices causadas por la extracción se hacen visibles y, en tercer lugar, esto puede dar lugar a un patrón de pérdida de cabello antinatural por el que los pacientes sufren entonces enormemente y, debido a la falta de cabello donante, ya no hay posibilidad de corregirlo.
El trasplante de vello corporal y de la barba en el capilicio es insatisfactorio desde el punto de vista estético y no se recomienda.
Conclusión
La terapia farmacológica de la caída del cabello suele ser insatisfactoria, especialmente en la alopecia cicatricial, así como en la alopecia androgenética. Como todos sabemos, estos pacientes sufren mucho y una intervención quirúrgica como el trasplante capilar es la única alternativa. Es un procedimiento mínimamente invasivo; la técnica del trasplante capilar se ha desarrollado mucho y hoy es imposible imaginar la medicina y la cirugía estética plástica sin ella. En la mayoría de los casos, ayuda al paciente a conseguir un buen resultado, 100% natural y duradero, siempre que la indicación sea profesional, conservadora y comedida.
La mayoría de los trasplantes capilares son de naturaleza cosmético-estética y no son médicamente necesarios. Pero estos pacientes también están muy agradecidos de que exista el trasplante capilar y aprecian enormemente la mejora de la calidad de vida que les proporciona.
Mensajes para llevarse a casa
- El 80% de los hombres y el 50% de las mujeres se ven afectados por la caída constitucional del cabello. La presión del sufrimiento para los pacientes con alopecia de cualquier tipo/forma (pérdida constitucional del cabello, alopecia cicatricial) es enorme.
- Para ayudar a estos pacientes con daños irreversibles por la caída del cabello, la única opción final es una intervención quirúrgica como el trasplante capilar. Si la indicación es correcta (caída del cabello congénita estable), ésta es la única solución sostenible y terapéutica.
- El trasplante capilar es un procedimiento de bajo riesgo y poco doloroso y se realiza de forma ambulatoria con anestesia local y sueño crepuscular en la consulta.
Literatura:
- Norwood OT: Calvicie de patrón masculino: clasificación e incidencia. South Med J 1975; 68: 1359-1365.
- Olsen EA: Pérdida de cabello de patrón femenino. J Am Acad Dermatol 2001; 45(Suppl): S70-80.
PRÁCTICA DERMATOLÓGICA 2019; 29(1): 8-10