La Iniciativa Global para el Asma (GINA) ha adoptado una postura clara en su actualización de 2021 [1]: En el futuro, los casos de asma bronquial leve deberán recibir también un esteroide inhalado inicial, mientras que los beta-2 miméticos de acción corta (SABA) han perdido gran parte de su importancia.
En las recomendaciones actualizadas, existen ahora dos caminos, las llamadas vías, que pueden seguirse terapéuticamente. En la vía 1, se administra una combinación fija de CSI y formoterol como medicación aguda en todas las fases. El agonista beta-2 de acción prolongada (LABA) es adecuado para la terapia a demanda debido a su rápido inicio de acción. En la combinación, a los pacientes también se les administra automáticamente un golpe de corticosteroide inhalado, razón por la que GINA lo recomienda cuando los síntomas se agudizan.
La aplicación como terapia de pura necesidad es posible en los niveles 1 y 2, a partir del nivel 3 está indicada una terapia permanente (Fig.1). En los niveles superiores 3 a 5, el consejo de los autores de la GINA es utilizar el mismo preparado para la terapia de mantenimiento y a demanda para evitar posibles confusiones por parte del paciente en caso de ataque. La vía 1 se recomienda claramente como prioritaria en la actualización de la GINA, sobre todo porque, según los autores, las exacerbaciones graves que requieren la administración de esteroides orales pueden producirse incluso en el asma leve.
SABA asociada a riesgos
La alternativa a la combinación ICS/LABA sigue siendo la SABA como terapia según necesidad. Sin embargo, en esta vía 2, los pacientes deben seguir inhalando siempre un CSI al mismo tiempo. El trasfondo de esto es evitar que los pacientes se hagan a la idea de tratar su asma exclusivamente con un SABA desde el principio. Sin embargo, este enfoque conlleva dos riesgos: por un lado, los pacientes a menudo carecen del cumplimiento necesario de los CSI. Por otra parte, incluso el uso de SABA a corto plazo, más de 14 días, ya conlleva el riesgo de una mayor hiperreactividad bronquial. >3 prescripciones de SABA en 12 meses aumentan el riesgo de exacerbaciones graves. Por esta razón, la vía 2 se posiciona claramente como una segunda opción por detrás de la vía 1.
La SABA más el CSI a demanda sólo debe considerarse si se puede esperar que el paciente inhale de forma fiable el CSI a la SABA y no se dispone de CSI/formoterol, señalaron los autores. Si la terapia es eficaz y el asma está bien controlada durante un periodo de dos a tres meses, el médico y el paciente pueden decidir juntos si reducen la dosis.
Literatura:
- Iniciativa Global para el Asma. Estrategia mundial para el tratamiento y la prevención del asma (actualización de 2021); https://ginasthma.org/wp-content/uploads/2021/05/GINA-Main-Report-2021-V2-WMS.pdf.
InFo NEUMOLOGÍA Y ALERGOLOGÍA 2021; 3(4): 5