Algunos de los pacientes padecen síntomas persistentes tras una enfermedad covid 19 aguda. Los síntomas neurológicos suelen estar en primer plano. Aunque el SARS-CoV-2 no afecta a las células nerviosas, la enfermedad covid-19 puede causar daños en el sistema nervioso. Investigadores de la Universidad de Basilea y del Hospital Universitario de Basilea han dilucidado los mecanismos que subyacen a la “neurocovida” y han identificado posibles puntos de partida para las intervenciones.
(rojo) Bastantes han perdido el sentido del olfato y del gusto con la infección por coronavirus. En otros, la enfermedad ha afectado al sistema nervioso de forma aún más grave, desde una falta de concentración persistente hasta derrames cerebrales. Investigadores dirigidos por el Prof. Dr. Gregor Hutter, del Departamento de Biomedicina de la Universidad de Basilea y del Hospital Universitario de Basilea, acaban de publicar en la revista científica Nature Communications nuevos hallazgos sobre el desarrollo del “neuro-covirus”. Más concretamente, el equipo investigó cómo pueden detectarse y predecirse las distintas severidades del neurocovirus en el líquido neural y el plasma sanguíneo de los individuos afectados. Sus hallazgos también proporcionan pistas sobre cómo podría prevenirse el daño neuronal causado por el Covid-19. En el estudio participaron 40 enfermos de Covid 19 con diversos grados de síntomas neurológicos. El equipo de investigación examinó su líquido cefalorraquídeo y su plasma sanguíneo en comparación con las muestras de un grupo de control para identificar los cambios típicos del “neuro-covirus”. Además, los investigadores midieron las estructuras cerebrales de los sujetos de prueba y los entrevistaron 13 meses después de su enfermedad para determinar cualquier síntoma duradero.
Barrera hematoencefálica deteriorada
Especialmente en el grupo con los síntomas neurológicos más graves, los investigadores encontraron una conexión con una respuesta inmunitaria excesiva. Por un lado, había indicios de que la barrera hematoencefálica de los afectados estaba afectada. Los autores del estudio suponen que el desencadenante es probablemente la llamada tormenta de citoquinas, es decir, la liberación masiva de factores inflamatorios como reacción al virus. Por otro lado, los científicos se toparon con anticuerpos dirigidos contra las propias dianas del organismo, es decir, signos de una reacción autoinmune como parte de la respuesta inmunitaria exuberante (recuadro) . “Sospechamos que estos autoanticuerpos entran en el cerebro a través de la barrera hematoencefálica y causan daños allí”, explica el Prof. Hutter. Las células inmunitarias específicamente responsables del cerebro, la microglía, también se activaron en exceso.

Objetivo a largo plazo: análisis de sangre predictivo
En un paso posterior, el equipo de investigación investigó si la gravedad de los síntomas neuronales también se nota en las estructuras cerebrales. De hecho, descubrieron que los enfermos con síntomas neurocovoides graves tenían un volumen reducido en lugares específicos del cerebro en comparación con los sujetos sanos. El centro olfativo, es decir, el área cerebral olfativa, estaba especialmente afectada. “Pudimos relacionar la firma de ciertas moléculas en la sangre y el líquido cefalorraquídeo con una respuesta inmunitaria exuberante en el cerebro, un volumen cerebral reducido en distintas zonas y síntomas neurológicos”, afirma el Prof. Hutter. Ahora es necesario probar estos biomarcadores con un mayor número de participantes. El objetivo sería un análisis de sangre que pueda predecir los cursos graves, incluidos el neurocovídico y el covídico largo, ya al principio de una infección.
Los biomarcadores como posibles objetivos contra los daños consecuentes
Estos mismos biomarcadores proporcionan pistas sobre posibles dianas terapéuticas para fármacos destinados a prevenir las secuelas de la enfermedad cóvida 19. Uno de los biomarcadores identificados en la sangre, el factor MCP-3, desempeña un papel central en la respuesta inmunitaria exuberante (recuadro) . El Prof. Hutter ve potencial para inhibir este factor con fármacos. “Con nuestro estudio, demostramos cómo el coronavirus puede afectar al cerebro”, resume el experto y añade: “El virus desencadena una reacción inflamatoria tan fuerte en el organismo que se extiende al sistema nervioso central. Esto puede alterar la integridad celular del cerebro”. Por tanto, un objetivo primordial debe ser reconocer y frenar la respuesta inmunitaria excesiva en una fase temprana, resume el investigador.
Fuentes:
- “Cómo el Covid-19 conduce al daño neuronal”, Hospital Universitario de Basilea, 14.11.2022
- Etter MM: El neuro-COVID grave se asocia con firmas inmunitarias periféricas, autoinmunidad y neurodegeneración: un estudio transversal prospectivo. Nat Commun 2022; 13: 6777. https://doi.org/10.1038/s41467-022-34068-0
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