El cáncer de ovario es la quinta causa de muerte por cáncer en las mujeres, principalmente porque suele detectarse tarde, metastatiza pronto en el abdomen y los agentes terapéuticos disponibles sólo suelen ser eficaces temporalmente. Por lo tanto, se necesitan urgentemente nuevos enfoques terapéuticos. En un proyecto de investigación financiado por la Fundación Wilhelm Sander, una alianza de investigación sobre Marburgo ha descubierto ahora una molécula de señalización en el líquido abdominal de los individuos afectados que se asocia a una corta supervivencia libre de recaídas e inhibe las células inmunitarias del microentorno tumoral. Los cambios moleculares subyacentes proporcionan una base para el desarrollo de nuevas opciones terapéuticas.
El cáncer de ovario suele descubrirse tarde, forma metástasis en el abdomen de forma precoz y los agentes terapéuticos disponibles no suelen ser eficaces de forma permanente. Por lo tanto, el cáncer de ovario sigue siendo la quinta causa de muerte por cáncer en las mujeres y se necesitan urgentemente nuevas dianas para mejorar las terapias.
Los carcinomas ováricos también suelen ir acompañados de líquido abdominal maligno (ascitis), que contiene moléculas de señalización promotoras del tumor. El modo en que estas moléculas de señalización influyen en el curso clínico del cáncer de ovario ha sido investigado ahora por científicos* dirigidos por la PD Dra. Sabine Müller-Brüsselbach, jefa del grupo de trabajo del Instituto de Biología Molecular e Investigación de Tumores (IMT) de la Universidad Philipps de Marburgo, y la Dra. Silke Reinartz y el Prof. Dr. Uwe Wagner de la Clínica de Ginecología, Endocrinología Ginecológica y Oncología de Marburgo. El objetivo del trabajo del equipo de investigación era desarrollar una base para nuevos enfoques pronósticos y terapéuticos para el tratamiento del cáncer de ovario.
Hoy en día, es incuestionable que los tumores sólo pueden crecer y hacer metástasis si las células tumorales reciben apoyo en su actividad de las células normales circundantes. Entre ellas se encuentran principalmente las células inmunitarias y las células del tejido conjuntivo. El microentorno tumoral resultante también influye de forma decisiva en la evolución clínica y la supervivencia. En el cáncer de ovario, la ascitis maligna es una parte especialmente relevante del microentorno tumoral (Worzfeld et al., 2017, Front Oncol.; Reinartz et al., 2019, Mol Oncol.). En este contexto, revisten especial importancia las células carroñeras del sistema inmunitario (macrófagos), que son “reeducadas” mediante moléculas de señalización en el microentorno tumoral y, como resultado, ya no eliminan las células tumorales, sino que favorecen su malignización.
En el marco de un proyecto de investigación financiado por la Fundación Wilhelm Sander durante dos años, los investigadores de Marburgo realizaron un importante descubrimiento: “Pudimos relacionar un ácido graso específico (ácido araquidónico) presente en la ascitis de los pacientes con su supervivencia sin recaída (véase la figura) y demostrar también que el ácido araquidónico actúa como una molécula de señalización que inhibe la actividad de los macrófagos”, explica Sabine Müller-Brüsselbach los hallazgos más importantes de sus investigaciones. Según esto, el ácido araquidónico penetra en los macrófagos y conduce allí a modificaciones de proteínas específicas (fosforilación), que entre otras cosas regulan su actividad alimentaria. De particular importancia es que existen agentes farmacológicos que pueden prevenir tales cambios. Los científicos investigan actualmente si estas sustancias activas también pueden prevenir el efecto negativo del ácido araquidónico sobre los macrófagos y el curso de la enfermedad.
Fuente: Fundación Wilhelm Sander