Para los pacientes con un riesgo intermedio de cáncer colorrectal, la mayoría de las organizaciones europeas y americanas recomiendan la colonoscopia como examen de cribado a partir de los 50 años a intervalos no superiores a diez años. Pero, ¿cómo les va a los pacientes que no pertenecen a la población de cribado, es decir, a los más jóvenes? Aunque los casos de cáncer están aumentando en este grupo, actualmente no se conocen bien los resultados. Un estudio de cohortes publicado recientemente aporta nuevos datos.
El estudio estadounidense del entorno de la renombrada Clínica Mayo tenía un diseño de cohorte retrospectivo basado en la población. La muestra consistió en datos de registro (base de datos SEER, 1998-2011) de un total de 258 024 pacientes con cáncer colorrectal, el 15% de los cuales eran menores de 50 años (edad media 42,5).
Los pacientes más jóvenes presentaban con mayor frecuencia tumores ya avanzados en el momento del diagnóstico. El riesgo relativo de extensión regional aumentó significativamente en un 30% en comparación con los pacientes de más edad, y el de metástasis a distancia hasta en un 50%. A pesar de estas malas condiciones, los enfermos más jóvenes sobrevivieron a la enfermedad más tiempo que los mayores (reducción significativa del riesgo de muerte específica de la enfermedad en un 23%; HR 0,77; p<0,001). En los pacientes más jóvenes, la radiación se utilizó con una frecuencia significativamente mayor (probabilidad 53% frente a 48%), y en el caso de las metástasis a distancia, el tumor primario se operó con más frecuencia en ellos (72% frente a 63%; p<0,001).
Pacientes jóvenes no olvidados
Los pacientes que desarrollan un cáncer colorrectal menores de 50 años tienen más probabilidades de presentar una enfermedad avanzada, pero reciben un tratamiento más agresivo y sobreviven más tiempo que sus homólogos de más edad, concluye el estudio. La pregunta clave ahora es: ¿debería empezar antes el cribado del cáncer de intestino? En cualquier caso, hay que prestar más atención al creciente número de pacientes menores de 50 años. Según los autores, los síntomas de alerta como los cambios en la función intestinal y la sangre en las heces deberían tomarse más en serio para evitar el frecuente retraso en el diagnóstico a una edad temprana.
En la actualidad, el cáncer colorrectal se considera predominantemente una enfermedad de ancianos. Aunque hoy en día ya se recomienda un cribado precoz para determinados factores de riesgo y antecedentes familiares, según los autores, muchos médicos aún no siguen esta recomendación lo suficiente.
Fuente: Abdelsattar ZM, et al: Colorectal cancer outcomes and treatment patterns in patients too young for average-risk screening. Cancer 2016 Jan 25. doi: 10.1002/cncr.29716 [Epub ahead of print].
InFo ONCOLOGÍA Y HEMATOLOGÍA 2016; 4(4): 3