Aún no está claro si el uso de inmunosupresores aumenta el riesgo de un curso grave de infección por el SRAS-CoV-2. Un estudio publicado en vísperas del Congreso Europeo de Reumatología EULAR ha analizado ahora 600 casos de COVID-19 en pacientes con reumatismo de 40 países y ha investigado la influencia de la elección de la farmacoterapia en una posible estancia hospitalaria y en el curso de una infección por COVID-19.
(rojo) Los datos sobre la evolución de la enfermedad por COVID-19 en personas con enfermedades reumáticas siguen siendo escasos y se limitan a un pequeño número de casos. A los pacientes con reumatismo les preocupa hasta qué punto su enfermedad aumenta el riesgo de un curso grave y qué influencia tiene en ello el uso de sus inmunosupresores. “Existe mucha incertidumbre sobre la gestión de la medicación en las enfermedades reumáticas”, explica el presidente de EULAR, el Prof. Iain B. McInnes, Universidad de Glasgow, Reino Unido [1]. Los científicos han investigado ahora en qué medida los diferentes grupos de fármacos aumentan la probabilidad de hospitalización en los pacientes con reumatismo infectados por COVID-19 [2]. Se analizó una serie de casos de personas con enfermedades reumáticas y COVID-19 del registro COVID-19 de EULAR y la Alianza Reumatológica Global del 24 de marzo al 20 de abril de 2020. Se incluyeron en el estudio un total de 600 casos procedentes de 40 países.
“El estudio demuestra que la mayoría de los pacientes con enfermedades reumatológicas se recuperan de la COVID-19, independientemente de los fármacos que reciban. No obstante, es necesario reunir más conocimientos sobre el curso de la infección por el nuevo virus corona en pacientes con enfermedades reumáticas inflamatorias”. Profesor John Isaacs, MD, Universidad de Newcastle, Reino Unido, Presidente del Comité del Programa Científico de EULAR [1]. |
Menos de la mitad de los pacientes tuvieron que ser hospitalizados
Los investigadores analizaron la edad, el sexo, el hábito de fumar, el diagnóstico de enfermedades reumáticas, las comorbilidades y los medicamentos para enfermedades reumáticas tomados inmediatamente antes de la infección. El resultado: La toma de fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad convencionales (csDMARD) -como los antipalúdicos o los fármacos de la terapia contra el cáncer- solos o en combinación con biológicos o la toma de antiinflamatorios no esteroideos (AINE) no se asociaron con la hospitalización. El uso de inhibidores del TNFα se asoció a una menor probabilidad de hospitalización, mientras que no se observó ninguna asociación con el uso de antimaláricos. El tratamiento con más de 10 mg de prednisona al día – equivalente a una dosis de moderada a alta de cortisona – se asoció a una mayor probabilidad de hospitalización. La prednisona es un glucocorticoide que se utiliza a menudo en reumatología como antiinflamatorio de acción rápida.
En total, menos de la mitad de los pacientes tuvieron que ser hospitalizados y se produjeron 55 fallecimientos, lo que corresponde a una proporción del 9%. Esto no debe interpretarse como la tasa real de hospitalización y muerte en pacientes con enfermedades reumáticas infectados por el SRAS-CoV-2. Debido al mecanismo por el que se recogen los datos de los casos, es más probable que los casos graves se notifiquen a la base de datos (los casos leves o asintomáticos tienen menos probabilidades de notificarse), lo que aumenta artificialmente la tasa de ingresos hospitalarios/muertes en el grupo de pacientes notificados.
Grupos de medicamentos para dolencias reumáticas El objetivo de la terapia básica con inmunosupresores es suprimir los procesos autoinmunológicos patológicos. Los fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (FAME) no son meramente sintomáticos, sino que intervienen en el proceso de la enfermedad y conducen a una reducción de las molestias articulares reumáticas como el dolor, la hinchazón y la rigidez. Se distingue entre los DMARD convencionales (csDMARD) y los biológicos (bDMARD). Estos últimos se encuentran entre los logros más modernos de la terapia faramacológica y suelen actuar con mayor rapidez que los csDMARD. El mecanismo de acción consiste en una acción dirigida sobre moléculas individuales en el proceso de la enfermedad, como el TNFα. Además de estas terapias, pueden utilizarse glucocorticoides para suprimir la respuesta inflamatoria. Otro grupo de fármacos utilizados para tratar las enfermedades reumáticas son los antiinflamatorios no esteroideos (AINE), que también ayudan a aliviar el dolor y la rigidez de las articulaciones y a mejorar la movilidad. |
Por ello, en pocas semanas, reumatólogos de todo el mundo han unido sus fuerzas para crear un registro internacional de COVID (www.rheum-covid.org). La Liga Europea contra el Reumatismo (EULAR) [1] apoya el proyecto y ya ha creado en marzo una base de datos de investigación europea (www.eular.org/eular_covid19_database.cfm). “Existe una necesidad urgente de comprender los resultados de los pacientes que padecen SRAS-CoV-2 mientras reciben esteroides, fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad sintéticos o biológicos y antiinflamatorios no esteroideos”, subraya el doctor Pedro Machado, presidente del Comité Permanente de Epidemiología e Investigación de Servicios Sanitarios de la EULAR y coautor del estudio [1]. “Esto ayudará a los reumatólogos y a otros clínicos, como las enfermeras especializadas, a asesorar a sus pacientes y mejorar su atención”.
Literatura:
- EULAR: Liga Europea contra el Reumatismo, www.eular.org
- Gianfrancesco M, et al: Ann Rheum Dis 2020 [epub ahead of print.] doi:10.1136/ annrheumdis-2020-217871.
PRÁCTICA GP 2020; 15(7): 36