En el caso de los niños con cáncer que han recaído, los análisis del genoma del cáncer pueden ayudar a realizar diagnósticos más precisos, encontrar una terapia adecuada y retrasar la progresión de la enfermedad. Así lo demuestran los resultados del estudio INFORM, en el que se determinaron sistemáticamente por primera vez en todo el mundo los beneficios de la oncología de precisión molecular en niños.
Cada año se diagnostica cáncer a unos 2.000 niños en Alemania. Dado que el cáncer es comparativamente poco frecuente en los niños, también disponen de muchas menos opciones de tratamiento innovadoras que los adultos. Los nuevos enfoques, como los fármacos dirigidos y la inmunoterapia contra el cáncer, que ya se utilizan con éxito contra algunos tipos de cáncer en adultos, apenas existen específicamente para los niños. “Sin embargo, se necesitan urgentemente enfoques terapéuticos modernos para los niños”, explica Olaf Witt, director del Centro Hopp de Tumores Infantiles de Heidelberg (KiTZ), que dirige el estudio INFORM. Olaf Witt es también oncólogo pediátrico en el Hospital Universitario de Heidelberg (UKHD) y dirige la Unidad de Cooperación Clínica de Oncología Pediátrica del DKFZ. “Aproximadamente una quinta parte de los pacientes jóvenes de cáncer no pueden curarse porque las terapias estándar habituales ya no funcionan cuando recaen”, afirma Witt.
El estudio INFORM (INdividualized therapy FOr Relapsed Malignancies in childhood) iniciado en 2015 pretende dar una segunda oportunidad a estos niños. En caso de recaída, médicos y científicos buscan dianas moleculares que puedan abrir opciones de tratamiento más eficaces y adaptadas a la biología del tumor. Los resultados de la observación a largo plazo, que se han publicado ahora en la revista Cancer Discovery, muestran el beneficio de los análisis del genoma del cáncer para los jóvenes afectados. Junto con médicos del UKHD y científicos del DKFZ, así como colegas de la sociedad profesional GPOH, el equipo del KiTZ desarrolló un algoritmo con el que clasificó la idoneidad de los cambios moleculares de un tumor como estructura diana terapéutica en siete categorías, desde “muy adecuado” hasta “inadecuado”. Por ejemplo, se clasificaron como muy adecuadas las alteraciones genéticas del tumor que representan estructuras diana biológicas que pueden ser atacadas directamente por agentes activos y para las que ya existen fármacos aprobados o ensayos clínicos en curso. Los oncólogos pediátricos tratantes de los 72 centros de ocho países europeos pudieron entonces utilizar esta información para sus decisiones de tratamiento.
“En conjunto, pudimos identificar estructuras diana genéticas en 225 del total de 519 pacientes que en principio son tratables”, explica el científico del KiTZ y oncólogo pediátrico Cornelis van Tilburg como primer autor del estudio. “En 42 de los 519 pacientes, pudimos clasificar las estructuras diana como ‘muy adecuadas'”. A continuación, la mitad de estos pacientes recibieron una terapia oncológica dirigida, por ejemplo como parte de un ensayo clínico, por recomendación de su médico tratante. En comparación con el resto de pacientes, el tiempo sin progresión del cáncer se duplicó. En un ocho por ciento, la forma exacta del tumor también pudo determinarse a partir del análisis del genoma. Además, se descubrió que 39 de los pacientes tenían una predisposición genética familiar al cáncer, que se incorporó a los servicios de asesoramiento y a los programas de detección para las familias. El director del KiTZ, Stefan Pfister, jefe de departamento del DKFZ y oncólogo pediátrico del UKHD, considera los resultados del estudio como un primer paso importante para demostrar que algunos de los afectados pueden beneficiarse de los modernos análisis del genoma del cáncer. “Sin embargo, lo ideal sería que los diagnósticos moleculares no sólo se utilizaran como última esperanza en caso de recaída. En la mayoría de los pacientes jóvenes de cáncer, la enfermedad está entonces ya muy avanzada. Si a los pacientes con un riesgo especialmente alto de recaída se les pudiera ofrecer una terapia adaptada a ellos en una fase más temprana, lo más probable es que fueran mucho más eficaces.”
Para utilizar de forma óptima la oncología de precisión en niños, faltan estudios clínicos con nuevos fármacos específicos para niños. El programa DKFZ/NCT/DKTK MASTER de secuenciación del genoma del cáncer en adultos, cuyos resultados actuales también se han publicado recientemente en la revista científica “Cancer Discovery”, también muestra la gran diferencia que supone para la oncología de adultos. Ya el 18% de los pacientes incluidos en el programa MASTER reciben recomendaciones terapéuticas cuya compatibilidad entre la estructura diana y el fármaco para la enfermedad tumoral en cuestión ya se ha podido comprobar en varios ensayos clínicos y que, por tanto, también son más fiables. “Todavía estamos muy lejos de esas cifras en oncología pediátrica”, subraya Stefan Pfister.
Fuente: Centro Alemán de Investigación del Cáncer
Publicación original: Cornelis M. van Tilburg, Elke Pfaff, Kristian W. Pajtler, Karin P.S. Langenberg et al The pediatric precision oncology INFORM registry: clinical outcome and benefit for patients with very high-evidence targets. En: Cancer Discovery (publicación en línea 09 agosto 2021).