Varios especialistas en cardiología del Hospital Universitario de Zúrich debatieron sobre el diagnóstico y la terapia de la estenosis de la válvula aórtica en la Casa del Corazón de Zúrich, Fundación para la Investigación Cardiovascular. La enfermedad conduce a la muerte en pocos años si se trata únicamente con medicación. Desde 2007, la TAVI (implantación transcatéter de la válvula aórtica) se utiliza como complemento a la sustitución quirúrgica de la válvula cardiaca y ha dado muy buenos resultados. En una población de pacientes de alto riesgo, hace que el tiempo de recuperación y la recuperación de la movilidad sean más rápidos.
La estenosis de la válvula aórtica es una valvulopatía cardiaca grave que se define como un estrechamiento o calcificación de la válvula aórtica. En la mitad de los casos, la enfermedad conduce a la muerte en el plazo de un año si se trata únicamente con medicación. El médico de cabecera debe ser consciente de los siguientes síntomas, que aparecen con mayor frecuencia a medida que aumenta el estrechamiento: Los posibles signos son dificultad para respirar, dolor en el pecho, pérdida de rendimiento y mareos. “El riesgo de estenosis de la válvula aórtica aumenta con la edad. Alrededor del 3% de la población está afectada. Muchos de los pacientes tienen alrededor de 80 años o más. Esta forma de la enfermedad se denomina degenerativa”, afirma el Prof. Dr. med. Thomas Lüscher, Director de la Clínica de Cardiología del Hospital Universitario de Zúrich.
La TAVI – Menos invasiva, tiempo de recuperación más rápido
Para mejorar los síntomas y la calidad de vida, debe sustituirse la válvula aórtica. La sustitución quirúrgica de la válvula ha sido el patrón oro durante décadas. Desde 2007, sin embargo, también se dispone de una terapia innovadora y ahora probada: la TAVI (implantación transcatéter de válvula aórtica). Se trata de un método mínimamente invasivo que permite sustituir la válvula aórtica sin abrir el tórax y sin utilizar una máquina de circulación extracorpórea. Consiste en implantar la nueva válvula cardiaca biológica mediante un catéter, bien a través de la arteria inguinal o de una pequeña incisión en la pared torácica izquierda. El Hospital Universitario de Zúrich ya ha realizado 462 procedimientos TAVI desde la introducción de la tecnología. Los resultados son muy buenos. La válvula estrechada no se extirpa quirúrgicamente (como en la sustitución quirúrgica clásica de la válvula aórtica). La nueva válvula se deja en el corazón mediante una técnica especial y se “empuja” hacia un lado contra la pared. Según el PD Dr. med. Fabian Nietlispach, jefe de equipo de TAVI en la Clínica de Cardiología del Hospital Universitario de Zúrich, las válvulas SAPIEN expandibles con balón de Edwards son las que se utilizan con mayor frecuencia. La última generación es la válvula aórtica SAPIEN 3 de Edwards (fig. 1) . También está disponible en el mercado suizo desde enero de este año. Puede implantarse por diferentes vías de acceso: transfemoral (a través de la arteria inguinal) y transapical (a través de la pared torácica izquierda). Gracias a un denominado “faldón” (costura de sellado exterior), tiene la ventaja de reducir las fugas paravalvulares (escapes) [1,2].
Estudios confirman la eficacia de la TAVI
El primer ensayo pivotal aleatorizado del mundo sobre la sustitución valvular aórtica transcatéter en pacientes ancianos, inoperables y de alto riesgo con estenosis aórtica grave es el ensayo PARTNER. Los resultados de la cohorte B muestran una reducción significativa de la mortalidad de los pacientes de TAVI en comparación con el tratamiento farmacológico conservador [3]. Además, la TAVI se asoció a una mejora significativa de la calidad de vida relacionada con la salud, evaluada mediante el Cuestionario de Cardiomiopatía de Kansas City (KCCQ) y el cuestionario SF-12, que se mantuvo durante un año [4]. La TAVI tampoco es inferior a la sustitución quirúrgica de la válvula aórtica en pacientes de alto riesgo (cohorte A) [5]. “La sustitución valvular TAVI también podría utilizarse en el futuro para pacientes más jóvenes con un riesgo intermedio. Actualmente se están realizando estudios que investigan en esta dirección. Así que sigue siendo apasionante”, concluyó el Dr. Nietlispach.
Mejorar la calidad de vida
Debido a su carácter relativamente poco invasivo, la TAVI ofrece ventajas decisivas en comparación con la cirugía: tiempos de recuperación más rápidos para el paciente y la consiguiente recuperación de la movilidad. Pueden excluirse todos los riesgos potenciales asociados al uso de una máquina de circulación extracorpórea. Además, los efectos secundarios se reducen porque las prótesis son válvulas cardiacas biológicas y, por tanto, no es necesaria la medicación anticoagulante con antagonistas orales de la vitamina K. El riesgo de traumatismo quirúrgico debido al uso de la máquina de circulación extracorpórea, el seccionamiento del esternón y la parada cardiaca se reduce y, por tanto, la carga para los afectados disminuye considerablemente. El diseño de la válvula aórtica SAPIEN 3 es único en esta forma y pretende simplificar aún más el procedimiento, mantener aún más bajas las complicaciones postoperatorias y acelerar así la recuperación del paciente.
“La TAVI se utiliza principalmente para tratar a pacientes de edad avanzada con comorbilidades como debilidad renal, diabetes o enfermedad oclusiva arterial. Otra ventaja de este método es que se puede prescindir de la anestesia general en la mayoría de los casos. Esto se debe a que la fase de recuperación también se acorta y la calidad de vida del paciente mejora en menos tiempo. En general, el paciente pasa menos tiempo en el hospital y se reincorpora antes a su vida cotidiana. Ambos redundan en una mejora más rápida de la calidad de vida”, explicó el Dr. Nietlispach.
El médico de familia asume un papel decisivo
El diagnóstico comienza en la consulta del médico de familia. Las quejas y los hallazgos como la disnea de esfuerzo, la angina de pecho, la sistólica o el síncope deben interpretarse correctamente. Debido a su frecuencia en pacientes de entre 75 y 90 años, es importante tener en cuenta la estenosis de la válvula aórtica como diagnóstico, especialmente en esta población de pacientes. El agotamiento, la debilidad y la disnea suelen achacarse a la vejez. Sin embargo, si hay soplos cardíacos, los pacientes siempre deben ser remitidos a un cardiólogo para que les realice un ecocardiograma o al hospital para una evaluación más exhaustiva. Allí, el procedimiento posterior se determina en función de la gravedad de la estenosis de la válvula aórtica determinada por ecocardiografía. En la estenosis sintomática grave de la válvula aórtica, la sustitución de la válvula es la única terapia eficaz. La decisión por uno de los posibles métodos de tratamiento se toma en función de los hallazgos, pero también de las comorbilidades y de la presencia de fragilidad. En este caso, y en lo que respecta a las preferencias individuales, es importante la información del médico de cabecera o del cardiólogo remitente, ya que conocen a la persona afectada desde hace tiempo [6].
Así pues, el médico de cabecera desempeña un papel importante en el concepto general de diagnóstico en varios aspectos. Debe estar bien informado sobre el procedimiento para poder facilitar información a pacientes y familiares en caso de dudas [6].
Fuente: Conferencia en la Casa del Corazón de Zúrich, 5 de febrero de 2014, Zúrich
Literatura:
- Binder RK, et al: Sustitución valvular aórtica transcatéter con SAPIEN 3: una nueva válvula cardiaca transcatéter expandible con balón. J Am Coll Cardiol Intv 2013; 6(3): 293-300. doi:10.1016/j.jcin.2012.09.019.
- Dvir D, et al: TCT-787 Experiencia clínica preliminar con el dispositivo SAPIEN 3. J Am Coll Cardiol 2013; 62(18_S1): B239. doi:10.1016/j.jacc.2013.08.1539.
- Leon MB, et al; investigadores del ensayo PARTNER: Implantación transcatéter de válvula aórtica para la estenosis aórtica en pacientes que no pueden someterse a cirugía. N Engl J Med 2010; 363: 1597-1607.
- Reynolds MR, et al; Placement of Aortic Transcatheter Valves (PARTNER) Investigators: Health-related quality of life after transcatheter aortic valve replacement in in inoperable patients with severe aortic stenosis. Circulation 2011; 124: 1964-1972.
- Smith CR, et al; PARTNER Trial Invetsigators: Transcatheter versus surgical aortic-valve replacement in high-risk patients. N ENgl J Med 2011; 364: 2187-2198.
- Mücke C: Estenosis aórtica grave: de la sospecha a la decisión terapéutica. Ars Medici 2013; 21: 1064-1065.
PRÁCTICA GP 2014; 9(5): 11-12