Las alteraciones del sueño son uno de los criterios diagnósticos cardinales de la ansiedad subumbral y los trastornos de ansiedad generalizada. Se calcula que más de dos tercios de todos los pacientes con trastorno de ansiedad generalizada padecen insomnio. Pero el sueño intranquilo o insatisfactorio no sólo tiene un impacto significativo en la enfermedad principal, sino también en la calidad de vida. Por lo tanto, el tratamiento eficaz de la comorbilidad es una prioridad absoluta.