Antecedentes: La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad inflamatoria crónica del sistema nervioso central y, con una edad media de aparición de 30 años, la enfermedad discapacitante más común en adultos jóvenes de los países industrializados. El curso de la enfermedad puede ser muy variable y difiere de un paciente a otro. Sólo existen posibilidades limitadas de predecir individualmente el curso futuro de la EM y de registrar los daños en el sistema nervioso central. Además del examen clínico, la resonancia magnética (RM) ayuda en este caso. No existen biomarcadores fiables y de fácil acceso para responder a estas preguntas, por lo que serían de gran relevancia para el cuidado de los pacientes con EM.
Los neurofilamentos son componentes importantes del citoesqueleto neuronal y datos anteriores sugieren que la concentración de la llamada cadena ligera de neurofilamentos (NfL) en el LCR se correlaciona con la extensión del daño neuronal en pacientes con EM. Sin embargo, la determinación de la concentración de NfL en el líquido cefalorraquídeo (LCR) no es adecuada para el seguimiento de la enfermedad, ya que requeriría repetidas punciones lumbares. Por este motivo, el grupo dirigido por el PD Dr. med. Jens Kuhle de la Clínica Neurológica del Hospital Universitario de Basilea ha desarrollado una prueba para determinar la concentración de NfL en suero, con la ventaja de que sólo se necesita una muestra de sangre para la determinación.
En un estudio anterior, el grupo demostró que los niveles séricos de NfL eran más elevados en los pacientes con un precursor de la EM, el síndrome clínicamente aislado (SCA), que en los controles sanos. Además, los niveles séricos más altos de NfL en estos pacientes con SCA se asociaron con una mayor carga de lesiones en la RM y una mayor discapacidad [1]. Así pues, el objetivo de futuras investigaciones es evaluar si la NfL sérica podría ser un biomarcador adecuado para los pacientes de EM, por ejemplo en relación con el daño neuronal, el pronóstico o la respuesta a terapias inmunomoduladoras básicas.
Pregunta de investigación: El objetivo del estudio aquí presentado era investigar hasta qué punto 1. La concentración de NfL en LCR se correlaciona con la de NfL en suero en pacientes con EM remitente-recurrente (EMRR), 2. la concentración sérica de NfL de los pacientes con EMRR difiere de la de los controles sanos, y 3. la concentración sérica de NfL se asocia con los hallazgos de la resonancia magnética del cerebro (atrofia, número de lesiones, etc.).
Pacientes y metodología: Se midió la NfL en LCR y suero en 31 pacientes con EMRR. Tras una mediana de tiempo de 3,6 años, se volvió a analizar el NfL sérico en 29 de estos pacientes y se realizó una IRM cerebral en 19 de estos pacientes, 10 nuevos pacientes con EMRR y 18 controles sanos. Además, se recogieron datos demográficos, así como las recaídas y el tratamiento inmunomodulador basal actual, y se realizó la Escala Expandida del Estado de Discapacidad (EDSS, por sus siglas en inglés) al inicio y durante el seguimiento para evaluar el nivel de discapacidad clínica.
Resultados: La concentración de NfL en LCR y en suero estaba muy correlacionada en los pacientes con EMRR (r=0,62, p=0,0002). La concentración sérica de NfL fue mayor en los pacientes con EMRR que en los controles sanos (p=0,004) y no cambió desde el inicio hasta el seguimiento (p=0,56). Además, el nivel de NfL en suero se correlacionó con varios criterios de valoración de la IRM, como el volumen de la lesión cerebral de sustancia blanca (r=0,68, p<0,0001), y el tiempo de relajación T1 (r=0,40, p=0,034) y T2* (r=0,49, p=0,007).
Conclusiones de los autores del estudio: las concentraciones de NfL en LCR y suero estaban muy correlacionadas en los pacientes con EMRR y aumentaban en comparación con los controles sanos. Además, las concentraciones séricas de NfL se correlacionaron con los marcadores convencionales y más recientes de IRM de la gravedad de la enfermedad.
Sobre la base de estos resultados, es importante explorar una justificación de la NfL sérica en otros estudios más amplios como posible biomarcador del pronóstico de la enfermedad, su progresión y la respuesta a las terapias inmunomoduladoras.
Comentario: Los biomarcadores que pudieran detectar la extensión del daño neuronal en curso en la EM serían de gran beneficio en el cuidado de los pacientes con EM. La NfL del LCR es una candidata prometedora para este fin, pero debido a la necesidad de realizar punciones lumbares repetitivas, nunca se ha podido investigar en estudios más amplios y, en última instancia, no es adecuada para su uso en la práctica clínica diaria. Los resultados del estudio comentado sugieren que la NfL podría determinarse en suero en lugar de en LCR para los fines mencionados, lo que tendría enormes ventajas prácticas, ya que sólo requeriría una muestra de sangre. Esto permitiría explorar la NfL sérica en estudios más amplios y longitudinales y, en principio, y si los resultados pueden confirmarse, también utilizarla en la práctica clínica diaria.
Además, el estudio demostró que la NfL sérica estaba elevada en los pacientes con EMRR en comparación con los individuos sanos y, además, se correlacionaba con varios marcadores convencionales y más modernos de RMN del daño neuronal y la gravedad de la enfermedad. Esto sugiere sin duda, también en el contexto de datos anteriores, que estas mediciones en muestras de sangre podrían considerarse como una medida del daño neuronal y de la actividad de la enfermedad en pacientes con EM. En estudios anteriores, se pudo demostrar una reducción de la NfL en LCR en relación con terapias con fingolimod, rituximab o natalizumab. Debido a la alta correlación entre las mediciones en LCR y en suero, es concebible que la NfL en suero pueda ser también un marcador de la respuesta a las terapias de la EM. Sin embargo, para demostrarlo se necesitan más estudios, que los autores dejan entrever.
Literatura:
- Disanto G, Adiutori R, Dobson R, et al: Los niveles séricos de cadenas ligeras de neurofilamentos están aumentados en pacientes con un síndrome clínicamente aislado. J Neurol Neurosurg Psychiatry. Publicación electrónica antes de impresión del 25 de febrero de 2015. DOI: 10.1136/jnnp-2014-309690.
InFo NEUROLOGÍA Y PSIQUIATRÍA 2017; 15(1): 28-29