Las opciones de diagnóstico diferenciadas deben permitir una terapia individual adaptada a las necesidades individuales. Sin embargo, en el caso de las neoplasias hematológicas, las opciones de tratamiento establecidas también son eficaces.
Para el tratamiento del linfoma indolente raro, los principales fármacos utilizados son el R-Benda (rituximab y bendamustina), el RDC (dexametasona, rituximab y ciclofosfamida) y el BDR (bortezomib, dexametasona y rituximab). Estos tres regímenes se compararon en cuanto a su eficacia. Se incluyeron los pacientes con MW que fueron evaluados en la Clínica Mayo entre 2000 y 2018 y que recibían una de las tres terapias principales.
Hubo una clara ventaja para la combinación de rituximab y bendamustina (R-Benda). La ORR fue del 95%, mientras que la BDR fue del 81% y la DRC del 76%. Sólo pudieron demostrarse remisiones completas del 10% para el régimen R-Benda. La remisión parcial muy buena (RMPB) fue del 21% y la remisión parcial del 62% (Fig. 1). Sin embargo, no hubo diferencias entre los enfoques terapéuticos individuales con respecto a la supervivencia global.
La cohorte retrospectiva demostró que la terapia de primera línea con R-Benda era superior a la DRC o la BDR en términos de respuesta, tiempo hasta la siguiente terapia y supervivencia sin progresión, independientemente de una mutación MYD88L265P. En cuanto a su perfil de toxicidad, los tres regímenes fueron comparables. Sólo en el caso de la BDR se produjo neurotoxicidad de grado 3 en el 13%.
Para saber más:
- Abeykoon JP, et al: Resultados con rituximab más bendamustina (R-Benda), dexametasona, rituximab, caclofosfamida (DRC) y bortezomib, dexametasona, rituximab (BDR) como terapia primaria en pacientes con macroglobulinemia de Waldenstrom (WM). Reunión anual de la ASCO 2019, resumen 7509.
InFo ONCOLOGY & HEMATOLOGY 2019;(2-3): 30 (publicado el 17.6.19, antes de impresión).