Que los vaporizadores electrónicos son mucho menos perjudiciales para la salud que los cigarrillos de tabaco convencionales es un error muy extendido. Lo que no se menciona: dependiendo del tipo de e-cigarrillo y de la composición del líquido utilizado, se pueden inhalar sustancias nocivas.
Las primeras informaciones sobre la insuficiencia pulmonar aguda y las muertes y la prohibición de los cigarrillos electrónicos en EE.UU. también están haciendo que cada vez más expertos en Suiza se sienten y tomen nota [1]. De hecho, no son tan inofensivos como se ha propagado. El vapor contiene grandes cantidades de sustancias problemáticas para la salud. Las pruebas mostraron formaldehído cancerígeno en más del 60% de las muestras. La inhalación de formaldehído durante un largo periodo de tiempo deteriora la función pulmonar, provoca enfermedades respiratorias crónicas y puede causar cáncer, especialmente en la nasofaringe. Pero también se encontró propilenglicol (irritante respiratorio), plomo o cromo en las muestras [2,3].
Una revisión reciente señala los efectos agudos potencialmente adversos para la salud, que afectan especialmente a los pulmones y a las vías respiratorias [4]. “Los efectos a largo plazo del uso de cigarrillos electrónicos no pueden evaluarse plenamente en este momento. Sin embargo, los resultados obtenidos hasta la fecha muestran que estos dispositivos suponen un riesgo considerable para la salud. Por lo tanto, es negligente e irresponsable por parte de la industria tabaquera vender los cigarrillos electrónicos como una alternativa moderna e inocua”, denunció el Dr. Michael Pfeifer, presidente de la DGP.
No hay alternativa para dejar de fumar
Tampoco son adecuados para dejar de fumar, como demuestran los datos de estudios recientes. Un metaanálisis de varios estudios longitudinales sobre la eficacia de los cigarrillos electrónicos sí demostró que éstos mostraban un efecto positivo a corto plazo para dejar de fumar en condiciones clínicas controladas. Sin embargo, a largo plazo y en condiciones reales, dificultan la abstinencia del tabaco. Según el profesor Tobias Welte, ex presidente de la Sociedad Respiratoria Europea (ERS), los programas estructurados para dejar de fumar son la forma más sensata de librarse de la nicotina de forma permanente. La ERS también se pronuncia en contra de la banalización de los peligros de los cigarrillos electrónicos [5].
Literatura:
- Layden JE, Ghinai I, Pray I, et al: Enfermedades pulmonares relacionadas con el uso de cigarrillos electrónicos en Illinois y Wisconsin – informe preliminar. N Engl J Med 2019, 6 de septiembre; DOI: 10.1056.
- Jabba S, Jordt SE: Análisis de riesgos del carcinógeno pulegona en los cigarrillos electrónicos con sabor a menta y mentol y en los productos del tabaco sin combustión. JAMA Intern Med 2019, Sep 16. DOI: 10.1001.
- Bitzer Z, Goel R, Reilly S, et al: Effect of flavoring chemicals on free radical formation in electronic cigarette aerosols, Free Radic Biol Med 2018; 120: 72-79.
- Gotts JE, Jordt SE, McConnell R, Tarran R: ¿Cuáles son los efectos respiratorios de los cigarrillos electrónicos? BMJ. 2019; 366: l5275. DOI: 10.1136/bmj.l5275.
- European Respiratory Society, Tobacco Control Committee: Position Paper on Tobacco Harm Reduction (traducido por DGP). Agosto de 2019.
InFo ONcOLOGíA & HEMATOLOGíA 2019; 7(6): 30