Los quistes ováricos son cavidades llenas de líquido o tejido en los ovarios. Se producen en mujeres de todas las edades, pero son especialmente frecuentes durante las fluctuaciones hormonales. Si los quistes ováricos de gran tamaño estallan o se rompen, esto suele ir asociado a un dolor intenso. También puede producirse una hemorragia abdominal que haga necesaria la intervención quirúrgica.
Los quistes ováricos se encuentran a menudo como hallazgo incidental durante los exámenes de imagen abdominal.
Se producen en mujeres pre y posmenopáusicas.
Los quistes ováricos individuales suelen ser clínicamente silentes y el riesgo de degeneración maligna es muy bajo [1].
Sin embargo, el riesgo de malignidad en los quistes complejos y las proliferaciones de tejido sólido es de 23 a 25 veces mayor.
Si los quistes ováricos aparecen con frecuencia en una mujer, no remiten o se hacen muy grandes, es necesaria una consulta ginecológica [2].
La mayoría de los quistes ováricos son quistes funcionales y tienen causas hormonales que se asocian a una alteración del desarrollo folicular o del cuerpo lúteo. Los quistes ováricos se clasifican según su dignidad [3].
Latabla 1 ofrece una visión general: los quistes simples suelen ser asintomáticos.
Las complicaciones con dolor abdominal bajo son frecuentes en casos de hemorragia, rotura del quiste, torsión (rotación del tallo) y hemorragia intermenstrual.
Entonces también es posible que se produzcan síntomas de dolor agudo.
Los diagnósticos diferenciales importantes, que también pueden requerir un tratamiento agudo, se enumeran en el Panorama 1 .
El procedimiento de diagnóstico se resume en la tabla 2.
Desde el punto de vista ecográfico , los quistes simples presentan una ecolocación homogénea con realce acústico dorsal. La pared del quiste puede delinearse delicadamente. El aumento de los ecos internos, el engrosamiento de la pared o la anulación acústica dorsal indican una complicación del quiste y requieren más aclaraciones.
Puede ser difícil diferenciar los cambios quísticos benignos de los malignos en la tomografía computarizada [4]. Los quistes funcionales pueden aparecer equivalentes en líquido, tras hemorragias también con valores de densidad superiores a 20 UH. En el síndrome de Stein-Leventhal, varios quistes más pequeños, normalmente de menos de 1,5 cm de diámetro, provocan un agrandamiento bilateral de los ovarios.
La resonancia magnética muestra los quistes ováricos como estructuras de paredes finas, equivalentes a líquido, con límites lisos. La intensidad de la señal es isointensa a la de la orina en todas las secuencias nativas. Normalmente miden menos de 4 cm. Pueden presentarse solitarios, pero también bilaterales y múltiples. Si son mayores de 4 cm y muestran septaciones, debe descartarse una variante maligna [5]. Las hemorragias provocan inhomogeneidades de la señal del quiste, se produce entonces una estratificación en decúbito supino en la exploración, ocasionalmente también un anillo de hemosiderina con reducción de la señal. Los restos embrionarios del conducto de Wolff conducen a quistes en el ligamento suspensorio de los ovarios (paraoöphoron, epoöphoron, hidátide de Morgagni).
Estudios de caso
En los ejemplos de casos 1 (Fig. 1A) y 2 (Fig. 1B), los quistes ováricos no complicados pueden delinearse como hallazgos incidentales en la resonancia magnética (flechas). Se visualizan como homogéneamente licuorosos.
El caso 2 (Fig. 2A a 2D) muestra un quiste ovárico en el lado derecho en la RM, que indica hemorragia con contenido líquido de baja señal. Tras el medio de contraste, también se observa un aumento circular moderado de la señal de la pared del quiste, lo que indica una reacción inflamatoria acompañante. La paciente presentaba un dolor abdominal inferior creciente, de predominio derecho. Además, se encontró un útero retroflexionado, que puede causar una alteración del plexo sacro.
El caso 3 muestra a una paciente joven con síntomas de dolor ondulante en la pelvis izquierda con un quiste ovárico con formación de espejo como indicio de una hemorragia reciente (Fig. 3A y B ). El aumento de la señal en la secuencia de contraste indica una incipiente organización fibrosa de la sedimentación.
El caso 4 muestra un quiste ovárico no complicado a la izquierda (fig. 4A) y quistes ováricos de distinto tamaño a ambos lados (fig. 4B y C ) en dos mujeres de entre 40 y 50 años en tomografías computarizadas; no había síntomas relevantes en ninguno de los casos.
Mensajes para llevar a casa
- Los quistes ováricos son relativamente frecuentes y a menudo se descubren como hallazgo incidental durante exámenes de imagen abdominal.
- Si no presentan complicaciones y su tamaño es inferior a 4 cm, no hay consecuencias en ausencia de síntomas.
- Los complejos quísticos, las partes sólidas y las reacciones llamativas al medio de contraste tienen un riesgo significativamente mayor de degeneración o no descartan una neoplasia maligna existente.
- Entonces es necesaria la extirpación quirúrgica de esta alteración ovárica.
Literatura:
- Burgener FA, et al: Diagnóstico diferencial en resonancia magnética. Georg Thieme Verlag Stuttgart, Nueva York 2002; 624-625.
- Starostzik C: Riesgo de carcinoma: los quistes ováricos simples en la ecografía son hallazgos normales. Ginecología + Obstetricia 2019; 24, 12.
Quistes ováricos (quistes ováricos), www.med-specialists.com/behandlungen/ ovariancysts, (última consulta: 26/06/2024).- Sarlos D: Quistes ováricos benignos, www.ksa.ch,(última consulta: 26/06/2024).
- Burgener FA, et al: Diagnósticos diferenciales en tomografía computarizada. 2ª edición completamente revisada y ampliada. Georg Thieme Verlag Stuttgart, Nueva York: 2013; 890.
PRÁCTICA GP 2024; 19(7): 39-41