Una estudiante de 24 años se presenta con dolor torácico, pero ésta es sólo una de sus dolencias.
Antecedentes: Una paciente de 24 años acudió a su médico de cabecera con dolor torácico intermitente. Se trataba de una estudiante de último curso que ya había buscado ayuda médica en los últimos meses por migrañas, mareos e hinchazón abdominal, así como por irregularidades en las heces. Sin embargo, la exploración física y los valores de laboratorio, así como una ecografía abdominal, no mostraron anomalías. La paciente fue entonces tratada con una terapia de inhibidores de la bomba de protones (2×20 mg/día de Pantoprazol®). Los síntomas mejoraron de forma insignificante y la medicación se suspendió a los pocos días debido a los efectos secundarios similares a la diarrea.
Anamnesis y diagnóstico: La paciente fue remitida a un gastroenterólogo para más aclaraciones. Una gastroscopia no reveló signos de esofagitis por reflujo, hernia de hiato o gastritis. Debido al alto nivel de angustia de la paciente, también se realizó un examen fisiológico. La manometría de alta resolución mostró un trastorno hipertensivo de la motilidad en forma de esófago en cascanueces. Aunque la exposición ácida del esófago estaba dentro del rango normal, se detectó una correlación significativa entre el evento de reflujo y las quejas del paciente en la pH-metría de impedancia de 24h. Esta constelación es diagnóstica de hipersensibilidad al reflujo (criterios de Roma IV y Lyon).
Terapia: La paciente fue tratada durante quince días con un inhibidor alternativo de la bomba de protones (2×20 mg/día de Nexium®). Como la paciente no toleraba la medicación, se le recetó en su lugar un preparado de alginato (Gaviscon® 5 ml) que debía tomar según sus necesidades. Además, se recomendaron las gotas de Metamucil® e Iberogast® para tratar los síntomas abdominales bajos típicos del síndrome del intestino irritable. Con esta combinación, los síntomas torácicos y abdominales mejoraron. Para el tratamiento del dolor refractario a la terapia, se habló de la terapia con dosis bajas de antidepresivos. Sin embargo, tras superar con éxito los exámenes finales, la paciente ya no consideraba que los síntomas fueran tan problemáticos.
Comentario del Prof. Dr. med. Mark Fox: La enfermedad por reflujo gastroesofágico es también una enfermedad gastrointestinal funcional. Una característica importante en muchos pacientes es el aumento de la sensibilidad visceral. Esto suele estar relacionado con factores de estrés físico y psicosomático. Los pacientes con hipersensibilidad al reflujo también suelen tener una mayor prevalencia de otros síndromes de dolor funcional. El tratamiento suele complicarse por los efectos secundarios. En estos casos, puede ser útil la administración de preparados de acción local como Gaviscon®, que rara vez tienen efectos secundarios sistémicos.