La gripe es la enfermedad infecciosa prevenible mediante vacunación más común. No obstante, encabeza sistemáticamente la lista de enfermedades infecciosas en Europa, con la excepción de las dos últimas temporadas, en las que la pandemia de COVID 19 influyó fuertemente en el panorama. Pero, ¿cómo ha afectado la pandemia a la inmunidad de la población frente a la gripe y qué se puede esperar de ella para las temporadas pospandémicas?
La infección en sí es uno de los problemas de la gripe. El otro es el mayor riesgo de enfermedades secundarias como el infarto de miocardio (hasta 10 veces más) o un ataque apoplético (hasta 8 veces más), recordó la Prof. Dra. Susanne Herold, Clínica Médica V – Medicina Interna, Infectología e Higiene Hospitalaria, Hospital Universitario de Giessen y Marburgo (D) [1]. En la última temporada fuerte de gripe de 2017/2018, dos tercios de los casos fueron infecciones de gripe B del linaje Yamagata. El problema en aquel momento era que la vacuna contra la gripe no incluía esta línea. Por ello, desde entonces siempre se ha recomendado la vacuna antigripal tetravalente (QIV) con 2 líneas B y 2 líneas A.
En cuanto a las recomendaciones, el Prof. Herold señaló que la vacunación simultánea contra la gripe y la COVID-19 es posible y que en este caso no se requiere ningún intervalo de tiempo, lo que sin duda mejorará el cumplimiento entre los pacientes. Otra novedad es que las personas mayores (en Suiza a partir de los 65 años) pueden vacunarse con una vacuna de alta dosis (recuadro, tab. 1), que contiene una mayor cantidad de antígeno.
Es bien sabido que los adultos mayores sufren significativamente más la morbilidad y la mortalidad asociadas a la gripe. El experto citó datos de Alemania, según los cuales en la temporada 2017/2018, la proporción de hospitalizaciones con pacientes mayores de 60 años fue del 58%, y en el caso de las muertes asociadas a la gripe, la proporción de este grupo de edad llegó incluso al 86%. El trasfondo de esto es la senescencia inmunológica, que conduce a una menor eficacia en las personas mayores.
Mejor respuesta inmunitaria en los ancianos
El Comité Permanente de Vacunación (STIKO) de Alemania se ha hecho cargo del problema y ha examinado las nuevas vacunas aprobadas en este contexto. Se han estudiado cuatro enfoques diferentes: Adyuvando las vacunas contra la gripe, tomando dosis más altas (la hemaglutinina se multiplicó por 4 en comparación con la vacuna estándar), estudiando las vacunas basadas en cultivos celulares y las recombinantes, de las que también se pensaba que provocarían una mejor respuesta vacunal que la vacuna dividida a base de huevo [2]. “Sin embargo, el resultado fue que sólo la vacuna de dosis alta produjo una mejor respuesta inmunitaria en los pacientes de más edad”, resumió el Prof. Herold. Basándose en los resultados, los científicos alemanes recomiendan por tanto que todas las personas de 60 años o más (65 años o más en Suiza) se vacunen anualmente contra la gripe estacional en otoño con una vacuna antigripal tetravalente inactivada de alta dosis con la combinación de antígenos actual recomendada por la OMS.
El estudio se basó en un estudio multicéntrico americano-canadiense [3]. En su análisis por intención de tratar (ITT), de 32 000 participantes, el 1,4% tuvo gripe con la vacuna de dosis alta y el 1,9% con la dosis estándar. “Ahora no parece tanto”, dijo el Prof. Herold, “pero la actividad relativa de la vacuna en el grupo de dosis altas fue un 24,2% mayor y la inmunogenicidad también aumentó significativamente”.
Recomendaciones del FOPH La Oficina Federal de Salud Pública (OFSP) recomienda la vacunación antigripal a las personas con mayor riesgo de complicaciones:
Para proteger mejor a estas personas, no sólo deben vacunarse contra la gripe ellas mismas, sino también todas las personas que estén en contacto regular y estrecho con ellas. Entre ellos se incluyen familiares cercanos, cuidadores de bebés y profesionales sanitarios. El periodo de tiempo recomendado para la vacunación es desde mediados de octubre hasta el inicio de la temporada de gripe. La vacunación antigripal puede administrarse al mismo tiempo, antes o después de la vacunación con COVID-19. No se recomienda un intervalo mínimo entre la vacunación con ARNm y otras vacunaciones [4]. |
Nuevos avances: vacunas basadas en ARNm
Las ventajas de una vacuna basada en ARNm se conocen desde COVID-19. Dependiendo de cómo se modifique el ARNm, puede actuar como un adyuvante. Dado que el ARNm es reconocido por la célula huésped como un antígeno vírico, las vías de señalización TLR o interferón pueden activarse directamente, potenciando así la respuesta inmunitaria. Actualmente se están realizando estudios de fase 1/2 para investigar la seguridad y la reactogenicidad, así como la inmunogenicidad en términos de títulos de anticuerpos.
Otro objetivo del desarrollo de vacunas es la “vacunación universal contra la gripe”. La razón de la vacunación anual es la deriva antigénica, es decir, las mutaciones en la cabeza de la hemaglutinina (HA) y la neuraminidasa (NA). Las estructuras objetivo del enfoque son, por tanto, epítopos altamente conservados como la cepa HA. “Si se consiguen anticuerpos contra la cepa, no es necesario seguir adaptándose”, explicó el profesor Herold. La proteína de la matriz M2e o también la neuraminidasa sola podrían abordarse de forma similar, porque se sabe que ésta tiene una reactividad cruzada relativamente alta dentro de un subtipo y puede actuar también contra el H5N1, por ejemplo, si también actúa contra el H1N1.
Por último, el infectólogo presentó nuevos métodos de administración mediante la mejora de la inmunidad de las mucosas a través de la deposición local. “Ya lo estamos haciendo en niños con la vacuna viva atenuada y el aerosol nasal”. El objetivo es inducir células T y B de memoria residentes, especialmente en el tejido linfoide asociado a la nasofaringe y en el tejido linfoide asociado a los bronquios, en el tracto respiratorio superior y, si es posible, también en el inferior, e inducir anticuerpos mucosos. “La mucosa es la primera línea de defensa. Si se combina este enfoque con otras vacunas sistémicas, es posible que se consiga una mayor eficacia.” Así, en el futuro podría contrarrestarse el problema de la baja inmunogenicidad en términos de prevención de la infección y la disminución de los títulos de Ak después de unos 6 meses.
62º Congreso de la Sociedad Alemana de Neumología y Medicina Respiratoria e.V. en Leipzig (D), 25-28 de mayo de 2022.
Literatura:
- Herold S: Gripe. Simposio “Actualización – Vacunaciones en Infecciones Neumológicas” en el marco del Congreso de la DGP, 26.05.2022.
- Michaelis K, et al: Epid Bull 2021; 1: 3-25.
- DiazGranados CA, et al: N Engl J Med 2014; 371: 635-645; doi: 10.1056/NEJMoa1315727.
- Oficina Federal de Salud Pública; www.bag.admin.ch/bag/de/home/krankheiten/krankheiten-im-ueberblick/grippe.html#-2084790127 (fecha de acceso: 24.08.2022).
InFo NEUMOLOGÍA Y ALERGOLOGÍA 2022; 4(3): 34-36