El éxito de la terapia también depende de la vestimenta del médico: ésta fue la conclusión de una encuesta realizada por el Hospital Universitario de Zúrich. El atuendo adecuado también ayuda a los pacientes a asociar a la persona correspondiente con su profesión médica.
¿Polo o bata blanca, pantalones o pantalones cortos? Lo que visten los médicos no es una cuestión de estética, sino que influye significativamente en el éxito de la terapia. Esta es la conclusión de un estudio del Departamento de Higiene Hospitalaria del Hospital Universitario de Zúrich (USZ).
El equipo de investigación preguntó a 834 pacientes de los ambulatorios de dermatología, neurología y enfermedades infecciosas del USZ mediante un cuestionario estandarizado y anónimo cómo percibían la vestimenta de los médicos. Junto con el cuestionario, se presentaron a los participantes fotografías de médicos y médicas con diferentes combinaciones de ropa. “En el estudio investigamos qué ropa que llevan los médicos en el hospital inspira confianza a los pacientes, qué prendas les hacen percibir al médico como accesible y atento, y si también atribuyen competencia profesional a un determinado atuendo”, explica el Prof. Dr. Hugo Sax, Jefe de Higiene Hospitalaria del USZ.
Las batas de los médicos siguen siendo norma en los hospitales
El resultado: el 36% de los encuestados afirmó que la apariencia del médico era importante para ellos. La combinación de una blusa blanca y la tradicional bata de médico obtuvo una puntuación especialmente buena en todas las categorías de “confianza”, “accesibilidad”, “atención” y “competencia profesional”. Pero la bata blanca de médico no es sólo una tradición o un símbolo de estatus, dice el profesor Sax. Dado que en el hospital aparecen personas con diferentes profesiones médicas, la ropa ayuda a reconocer su función.
Alrededor de una cuarta parte de los encuestados afirmaron que la ropa también influía en su grado de satisfacción general con el tratamiento. En este sentido, existe una diferencia de edad: los mayores de 65 años señalaron este aspecto con más frecuencia que los jóvenes.
Adaptar la ropa al entorno
El estudio de Sax y sus colegas ha vuelto a señalar que los pacientes sí perciben la apariencia del médico. “Dado que puede incluso repercutir en el éxito del tratamiento, merece la pena adaptar específicamente la ropa al entorno y a las expectativas asociadas al mismo”, explica el Prof. Sax. Hasta ahora se ha prestado muy poca atención a este aspecto. Los resultados del estudio corroboran las conclusiones de los treinta estudios similares realizados sobre este tema hasta la fecha.
Por cierto, el atuendo que se considera apropiado varía según el país y el entorno. Mientras que en EE.UU. los médicos van vestidos formalmente (camisa y corbata bajo la bata) y las enfermeras llevan blusas de colores (“scrubs”), en Suiza las enfermeras van vestidas de blanco. En las consultas de los médicos suizos se impone cada vez más un estilo de vestir informal y colorido. Aún no se ha investigado si, en última instancia, esto tiene un efecto positivo en la relación médico-paciente en el entorno del médico de cabecera. Pero ya sea de color o blanco liso: en última instancia, más importante que el color es que la ropa esté limpia y se cambie con regularidad.
Fuente: Hospital Universitario de Zúrich
HAUSARZT PRAXIS 2019; 14(8): 4 (publicado el 19.8.19, antes de impresión).