El eccema de manos (EM) tiene un impacto negativo en la calidad de vida de los afectados, como demuestran diversos estudios empíricos. En un estudio publicado en 2023 en el Journal of Clinical Medicine por Zalewski et al. Además de las alteraciones de la calidad de vida, también se registraron ansiedad y depresión en una muestra de pacientes con ES. Los resultados indican que el grado de deterioro mental está correlacionado con la gravedad de la ES.
El hecho de que el eccema de manos (ES) se asocie a un deterioro de la calidad de vida ha quedado demostrado en varios estudios anteriores, como el de Cazzaniga et al [1]. El estudio de Zalewski et al. también pretendía evaluar la carga psicológica del eccema de manos (EM) en términos de presencia y gravedad de los trastornos de ansiedad y depresión [2]. La población del estudio estaba formada por 100 pacientes adultos con ES (tabla 1) [2].
Más de la mitad de los participantes tenían una ES moderada o grave
La puntuación media del HECSI para toda la población del estudio fue de 35,0 ± 27,8, y cuando se desglosa por sexos, las puntuaciones medias del HECSI fueron de 29,3 ± 26,7 para los participantes masculinos y de 38,8 ± 28,1 para los femeninos [2]. La distribución de la gravedad de la ES (IGA-CHE; escala: 0-4) en relación con la población total del estudio fue la siguiente:
- casi sin apariencia (IGA-CHE 1): 15,0%
- HE ligera (IGA-CHE 2): 25,0%
- HE moderada (IGA-CHE 3): 37,0%
- HE pesado (IGA-CHE 4): 23,0 %
Desglosado por sexos, la mayoría de los hombres pertenecían a los grupos IGA 1 y 2 (n=11; 27,5% en ambos grupos), mientras que el IGA 3 era la categoría predominante entre las mujeres (n=28; 46,7%).
El DLQI se correlacionó positivamente con la gravedad de la ES
La puntuación DLQI media de toda la muestra (n=100) se evaluó en 11,62 ± 6,35 puntos [2]. En la mayoría de los casos, la ES tuvo un impacto moderado (33%) o muy alto (39%) en la calidad de vida de los pacientes. Para el 18% de los encuestados, la enfermedad no tuvo ningún impacto o tuvo un impacto menor (2% y 16% respectivamente) y para el 10% tuvo un impacto extremadamente importante. Si observamos el desglose por sexos, la puntuación media del DLQI para las mujeres fue de 13,27 ± 6,67 puntos, mientras que la puntuación media del DLQI para los hombres fue de 9,15 ± 4,95 puntos. Esta diferencia fue estadísticamente significativa (p=0,023). Para el 46,7% (n=28) de las mujeres, el efecto sobre la calidad de vida se clasificó como muy alto, mientras que para los hombres, el efecto moderado fue el más común con un 42,5% (n=17). La disminución de la calidad de vida se correlacionó positivamente con la gravedad de la enfermedad, medida mediante IGA-CHE (r=0,617; p<0,001) y HECSI (r=0,579; p<0,001). La puntuación global del DLQI se correlacionó positivamente con el grado de picor y dolor en los tres días anteriores a la realización del estudio (r=0,436, p<0,001, y r=0,305, p=0,002, respectivamente).
La intensidad de los síntomas depresivos es mayor en la ES grave
La presencia y el alcance de los síntomas depresivos se operacionalizaron utilizando los dos cuestionarios psicométricos estandarizados PHQ-9 y HADS-M [2].
PHQ-9: Basándose en el punto de corte del PHQ-9 de ≥10 puntos, se identificó un posible diagnóstico de trastorno depresivo en el 17% de la población total del estudio (n=100); esto se aplicó al 21,7% (n=13) de las participantes femeninas y al 10% (n=4) de los masculinos, aunque la diferencia entre ambos grupos no fue estadísticamente significativa. La puntuación media del PHQ-9 para la población general del estudio también fue de 6,3 ± 4,9 puntos. El valor medio para las mujeres fue de 7,12 ± 5,14 y para los hombres de 5,08 ± 4,14 puntos. Esta diferencia tampoco fue estadísticamente significativa. En la figura 1 se muestran las diferencias en la puntuación total del PHQ-9 para los pacientes de determinados grupos de gravedad del IGA-CHE. Al comparar a los pacientes del grupo IGA-CHE 4 (grave) con los del grupo IGA-CHE 2 (leve), se hallaron resultados del PHQ-9 significativamente superiores (p=0,028). En los demás grupos IGA-CHE (1 (casi sin apariencia) frente a 2 (HE leve), 1 (casi sin apariencia) frente a 3 (HE moderada) y 3 (HE moderada) frente a 4 (HE grave), los resultados fueron numéricamente superiores, pero no alcanzaron significación estadística. Se halló una correlación entre la intensidad de los síntomas depresivos y la gravedad de la ES tanto para la puntuación HECSI (r=0,264; p=0,008) como para la IGA-CHE (r=0,329; p=0,001). <<Las pacientes que obtuvieron puntuaciones más altas en el cuestionario PHQ-9 informaron de una mayor intensidad de picor (r=0,363; p 0,001) y dolor (r=0,445; p 0,001) en los últimos tres días antes del estudio. <Los valores del PHQ-9 también se correlacionaron con la disminución de la calidad de vida (r=0,537; p 0,001). <<<Además, se encontró una correlación positiva entre los valores del PHQ-9 y otras escalas, que incluían no sólo la depresión (HADS-D: r=0,664; p 0,001), sino también la ansiedad (GAD-7: r=0,617; p 0,001 y HADS-A: (r=0,690; p 0,001).
Depresión HADS-M: El valor medio de la HADS-M-D para todo el grupo de estudio fue de 4,7 ± 3,1 puntos. El valor correspondiente para las mujeres fue de 5,22 ± 3,29 puntos, para los hombres de 3,83 ± 2,74 puntos. Esta diferencia resultó ser estadísticamente significativa (p=0,029). La intensidad de los síntomas depresivos medidos en el HADS-M se correlacionó positivamente con la gravedad de la enfermedad (para IGA-CHE: r=0,283; p=0,004, o HESCI: r=0,228; p=0,004), así como con la intensidad del picor (r=0,237; p=0,017) y el dolor (r=0,287; p=0,004). En resumen, se encontró una asociación con la gravedad, pero no con la duración de la enfermedad.
Índice de gravedad del eccema de manos (HECSI) |
Esta escala refleja la intensidad, el alcance y las manifestaciones clínicas de la enfermedad. Las manos se dividen en cinco regiones diferentes: Yemas de los dedos, dedos (sin yemas), palma, dorso de la mano y muñecas. En cada uno de estos regiones, se clasifica la intensidad de seis signos clínicos específicos: eritema, induración/papulación, vesículas, agrietamiento, descamación y edema. La evaluación se basa en la siguiente escala: |
– 0 (sin cambios observables en la piel) – 1 (enfermedad leve) – 2 (enfermedad moderada) – 3 (enfermedad grave) |
Para cada zona individual, la superficie cutánea afectada acumulada se puntúa con puntos entre 0 y 4 para indicar el alcance de los síntomas clínicos (0=0%, 1=1-25%, 2=26-50%, 3=51-75%, 4=76-100%). La puntuación otorgada a la extensión de los síntomas clínicos en cada área se multiplica por el total de los niveles de intensidad de cada característica clínica y se suman. La puntuación final del HECSI oscila entre 0 y 360 puntos, siendo 360 el nivel más alto de gravedad. |
a [2,3] |
Ansiedad en subpoblaciones del colectivo de sujetos de prueba
Se utilizaron el GAD-7 y el HADS-M-A para explorar la presencia y la gravedad de los trastornos de ansiedad [2].
GAD-7: Según los criterios diagnósticos de ansiedad GAD-7 (valor de corte de ≥ 8 puntos), se diagnosticó un trastorno de ansiedad en el 25% de todo el colectivo de sujetos (n=25), concretamente en 17 mujeres (28,3%) y 8 hombres (20%). La diferencia de frecuencia entre los participantes masculinos y femeninos no resultó significativa. La puntuación media del TAG-7 para toda la población analizada fue de 5,8 ± 4,0 puntos. Fue de 6,17 ± 4,13 puntos para las mujeres y de 5,23 ± 3,75 puntos para los hombres, aunque tampoco en este caso hubo diferencias significativas en función del sexo. Curiosamente, se encontró una correlación entre la gravedad del dolor y la presencia de un diagnóstico de ansiedad. La intensidad media del dolor en los pacientes diagnosticados de ansiedad fue de 3,48 ± 3,31 puntos, mientras que la media en los pacientes sin ansiedad fue de 2,24 ± 2,93 puntos, medida en la escala NRS en cada caso. La diferencia fue estadísticamente significativa (p=0,034). >No se observó tal dependencia para el picor (p 0,05). La gravedad del trastorno de ansiedad diagnosticado en la población estudiada correlacionó positivamente con la gravedad de la enfermedad medida en IGA-CHE (r=0,223; p=0,026). No se encontró tal correlación para la puntuación HECSI. La intensidad de los síntomas de ansiedad también se correlacionó con la intensidad del dolor (r=0,248; p=0,013). >No se encontró tal correlación entre las puntuaciones de ansiedad y la intensidad del prurito (p 0,05). >Tampoco hubo correlación entre la gravedad de la ansiedad y la duración de la enfermedad (p 0,05). <Los resultados del TAG-7 se correlacionaron con los del cuestionario HADS-M (A) (r=0,712; p 0,001).
HADS-M-Ansiedad: El valor medio de la HADS-M-A fue de 5,3 ± 3,0 puntos al considerar toda la población del estudio. La puntuación media para las mujeres fue de 5,87 ± 3,36 puntos y de 4,40 ± 2,12 puntos para los hombres. La diferencia fue estadísticamente significativa (p=0,001). Se encontró una correlación positiva entre la intensidad de los síntomas de ansiedad y la gravedad de la enfermedad, pero sólo para la puntuación IGA-CHE (r=0,230; p=0,022). De forma similar a la evaluación GAD-7, los resultados de la HADS-M (A) se correlacionaron con la intensidad del dolor (r=0,342; p=0,001). Sin embargo, no se encontró tal correlación para el picor. Curiosamente, la intensidad de los síntomas de ansiedad mostró una correlación negativa con la duración de la enfermedad (r=-0,215; p=0,032).
Literatura:
- Cazzaniga S, et al: Implicaciones médicas, psicológicas y socioeconómicas del eccema crónico de manos: un estudio transversal. JEADV 2016; 30: 628-637.
- Zalewski A, Krajewski PK, Szepietowski JC: Consecuencias psicosociales del eccema de manos: un estudio prospectivo transversal. J Clin Med 2023; 12(17): 5741.
- Held E, et al: El índice de gravedad del eccema de manos (HECSI): Un sistema de puntuación para la evaluación clínica del eccema de manos. A Study of Inter- and Intraobserver Reliability. Br J Dermatol 2005; 152: 302-307.
PRÁCTICA DERMATOLÓGICA 2024; 34(3): 24-25