Un estudio alemán de investigación de servicios sanitarios (HAROW) está causando revuelo: plantea la cuestión de si el cáncer de próstata de bajo riesgo debe tratarse con cirugía, radiación o (sólo) vigilancia activa. La conclusión de los autores: la vigilancia en las condiciones del sistema sanitario alemán es posible y segura.
Los resultados del estudio HAROW, en el que participaron 3169 pacientes, se presentaron en el Congreso de la Asociación de Urología de Estocolmo. Los participantes fueron reclutados en 263 consultas urológicas alemanas durante un periodo de más de cinco años. No se dieron pautas de tratamiento, sino que se dejó en manos de los urólogos decidir si operaban a sus pacientes con carcinoma de próstata de bajo riesgo, los irradiaban, los trataban con hormonas o los vigilaban activamente (tras una biopsia inicial, valor del PSA y examen rectal cada tres meses). Si había alguna sospecha de progresión durante la fase de seguimiento, se volvían a realizar biopsias. Sin embargo, no existía un valor umbral de PSA fijo, sino que se instaba a los urólogos a evaluar la evolución global de la enfermedad y a no basar su decisión de repetir la biopsia únicamente en los valores individuales de PSA. Según el director del estudio, el Prof. Dr. med. Lothar Weissbach, de Berlín, esto funcionó muy bien. Uno de cada cinco pacientes fue tratado a la defensiva.
El tiempo medio de seguimiento en el brazo de vigilancia activa hasta la fecha es de 1,84 años, con un 38,9% de pacientes sometidos a una biopsia de control durante este periodo y un 23,3% que siguen sometidos a cirugía secundaria o tratamiento radiológico. Hasta ahora, ningún paciente del grupo de vigilancia ha fallecido como consecuencia del carcinoma, afirma el Prof. Weissbach.
¿Cuál es la conclusión?
Según el profesor Weissbach, la monitorización activa puede aplicarse en las condiciones de la asistencia ambulatoria en Alemania, lo que este estudio demuestra claramente. Además, los urólogos de la práctica privada están cada vez más dispuestos a recomendar esa moderación en la estrategia de tratamiento. Y sin embargo, la cirugía para el cáncer de próstata de bajo riesgo sigue realizándose con demasiada frecuencia en Alemania, aunque esto podría cambiar en los próximos años.
El responsable del estudio subraya que HAROW no trataba principalmente sobre la eficacia de la vigilancia activa, puesto que ésta ya estaba bien probada (en más de 30.000 pacientes de todo el mundo). Los pacientes con cáncer de próstata de bajo riesgo no mueren a causa del carcinoma, pero con él, en su opinión, sin embargo, es de vital importancia filtrar a los de alto riesgo. La experiencia previa con el seguimiento activo demuestra que esto es posible en los dos primeros años (esto también explica la alta tasa de conversión en HAROW). Lo que aún debe aclararse es si la estabilidad esperada del resto de pacientes también se produce con un seguimiento prolongado.
Fuente: 29º Congreso Anual de la EAU, 11-15 de abril de 2014, Estocolmo
InFo ONCOLOGÍA Y HEMATOLOGÍA 2014, 2(4): 3