Los microbios comensales de la piel y las mucosas desempeñan un papel clave en la regulación del sistema inmunológico y el mantenimiento de la salud. Las influencias que provocan un cambio en la composición del microbioma y reducen su diversidad pueden tener efectos patógenos. Esto se ha estudiado bien en el caso de la dermatitis atópica, pero también hay hallazgos actuales para muchas otras enfermedades dermatológicas y de otro tipo.
El microbioma humano describe la totalidad de todos los microorganismos que colonizan el cuerpo de una persona. Las mucosas y la piel están colonizadas por microbios comensales en gran número y diversidad y forman con ellos una unidad simbiótica. Cada vez está más claro de qué compleja forma los seres humanos se ven influidos por los microorganismos, que el sistema inmunitario interactúa con el microbioma y que existen conexiones con diversos patrones de enfermedad. El hecho de que la composición de la microbiota varíe mucho según la región cutánea explica en parte los lugares de predilección de ciertas dermatosis (por ejemplo, acné, dermatitis atópica, psoriasis). Los modernos métodos de genética molecular permiten analizar el ADN de los microbios comensales de forma rápida y eficaz. El método PCR (reacción en cadena de la polimerasa) permite detectar el ADN de todas las bacterias (microbioma) y hongos (micobioma).
¿Qué influye en el microbioma?
Diversos factores pueden afectar a la colonización microbiana (Fig. 1), como el hecho de que el bebé nazca por cesárea o de forma natural, el tipo de alimentación, las exposiciones previas, el genotipo, las condiciones climáticas, el estilo de vida y la medicación. La composición del microbioma cambia en el curso del desarrollo. Esto también puede explicar por qué la piel de un lactante reacciona de forma diferente en los primeros meses de vida que más tarde [1]. También hay datos que demuestran que los niños nacidos por cesárea tienen más probabilidades de padecer sobrepeso y atopia (asma, dermatitis atópica). “Las enfermedades atópicas están estrechamente relacionadas con la colonización de la piel y el microbioma intestinal”, explica el Prof. Dr. med. Peter Schmid-Grendelmeier, jefe del servicio de alergias del Hospital Universitario de Zúrich [1]. En un estudio, el análisis de la microbiota de las heces permitió deducir si una persona padecía obesidad o asma [2]. La terapia antibiótica también puede cambiar la composición de la flora intestinal e influir en la tendencia al asma.
Dermatitis atópica: los estafilococos reducen la diversidad microbiana
“Un microbioma ampliamente diversificado en el intestino y en la piel está asociado a la salud”, explica el ponente [1]. La colonización estafilocócica típica de la dermatitis atópica va acompañada de una reducción de la diversidad microbiana, que se correlaciona con las exacerbaciones del eccema atópico [3]. A nivel celular, lo que ocurre es que los estafilococos de la piel estimulan las células T presentadoras de antígenos y las células dendríticas, lo que a su vez conduce a la formación de IgE y a un debilitamiento de la función de barrera de la piel, ya degradada. La citocina IL31, un importante factor prurigogénico fuertemente implicado en el desarrollo del picor en la dermatitis atópica, está regulada al alza. También se produce una estimulación de los linfocitos cutáneos presentadores de antígenos, lo que hace que las células T sean atraídas hacia la piel y favorece el mantenimiento de la inflamación. La estructura causa-efecto del aumento observado en el número de estafilococos a expensas de otra microbiota en la piel atópica aún no se ha aclarado por completo. No se sabe con exactitud si la flora microbiana alterada provoca un mayor crecimiento de los estafilococos o si los cambios inflamatorios de la piel que se producen en el contexto de una recaída incipiente provocan unas condiciones especialmente favorables para los estafilococos. La Prof. Schmid-Grendelmeier señaló que también hay muchos estudios al respecto en niños, ya que son bastante fáciles de realizar. El análisis del microbioma de es posible utilizando un hisopo o una muestra de heces no invasiva. En uno de los estudios se pudo demostrar que el uso de emolientes influye positivamente en el microbioma de la piel y en la barrera cutánea, lo que debería tenerse en cuenta en una estrategia de tratamiento preventivo de la dermatitis atópica [4]. En lo que respecta a la tenencia de animales de compañía, existen hallazgos que demuestran que los niños en cuyo entorno se tuvieron perros durante el primer año de vida tienen menos riesgo de desarrollar dermatitis atópica – siempre que los perros también puedan salir al exterior e introduzcan así una cierta carga microbiana en las salas de estar [5,6]. Esta constatación no es muy antigua; hace diez o quince años, la opinión predominante era que los animales domésticos debían evitarse estrictamente en los atópicos [5].
La investigación sobre el microbioma en muchas otras enfermedades
Como se mencionó al principio, hay numerosos proyectos en marcha para investigar el microbioma. Entre otros, el Hospital Universitario de Zúrich también participa en el estudio ProRAD. Uno de los objetivos es estudiar la fase de remisión en pacientes con dermatitis atópica y otras enfermedades asociadas a la alergia (recuadro) [7]. También hay publicaciones recientes sobre el papel del microbioma en la cicatrización de heridas [8], los cánceres de piel melanocíticos [9] y la psoriasis/PsoA [10]. Además, se supone que el microbioma intestinal, así como el micobioma, aún mucho menos estudiado, influyen en muchos otros patrones de enfermedad [11]. Según las investigaciones actuales, esto se aplica, por ejemplo, a la esclerosis múltiple, la arteriosclerosis, la diabetes mellitus de tipo 2, el síndrome del intestino irritable, la obesidad y las enfermedades hepáticas o incluso los tumores. Aunque la investigación sobre el microbioma ha proporcionado algunos nuevos conocimientos en los últimos años, algunas preguntas siguen sin respuesta.
Fuente: ZDFT 2020
Literatura:
- Schmid-Grendelmeier P: Casos clínicos de la práctica. El microbioma de la piel. Prof. Dr. med. Peter Schmid-Grendelmeier, Zürcher Dermatologische Fortbildungstage (ZDFT), 14/15.05.2020.
- Michalovich D, et al: La obesidad y la gravedad de la enfermedad magnifican las interacciones microbioma-inmune alteradas en los pacientes asmáticos. Nat Commun 2019; 10: 5711.
- Kong HH, et al: Cambios temporales en el microbioma cutáneo asociados a los brotes de la enfermedad y al tratamiento en niños con dermatitis atópica. Genome Res 2012; 22(5): 850-859.
- Glatz M, et al.: El uso de emolientes altera la barrera cutánea y la microbiota en lactantes con riesgo de desarrollar dermatitis. PlosOne 2018; 13(2): e0192443.
- Bufford JD, et al.: Efectos de la tenencia de perros en la primera infancia sobre el desarrollo inmunológico y las enfermedades atópicas. Alergia clínica y experimental 2008; 38(10): 1635-1643.
- Roduit C et al. El contacto prenatal con animales y la expresión génica de los receptores de la inmunidad innata al nacer se asocian con la dermatitis atópica J Allergy Clin Immunol 2011;127(1):179-857.
- Estudio ProRAD, www.ck-care.ch/en/ck-care- proradstudy/study-procedure
- Verbanic S, et al: Predictores microbianos de la cicatrización y efecto a corto plazo del desbridamiento en el microbioma de las heridas crónicas. NPJ Biofilms Microbio 2020; 6 (1).
- Warner AB, McQuade JL: Factores modificables del huésped en el melanoma: Evidencias emergentes de la obeisidad, la dieta, el ejercicio y el microbioma. Curr Oncol Rep 2019; 21(8): 72.
- Myers B, et al: El microbioma intestinal en la psoriasis y la artritis psoriásica. Buenas prácticas e investigación Reumatología clínica. Mejores prácticas e investigación Reumatología clínica 2019; 33(6): 101494.
- Aykut B, et al.: El micobioma fúngico promueve la oncogénesis pancreática a través de la activación de MBL. Nature 2019; 574(7777): 264-267.
- Grice EA, Segre JA: El microbioma de la piel. Nat Rev Microbiol 2011; 9(4): 244-253.
DERMATOLOGIE PRAXIS 2020; 30(4): 36-37 (publicado el 24.8.20, antes de impresión).