Cada vez son más las personas que viajan por todo el mundo y entre varios países, a veces trayendo enfermedades a casa, lo que supone un reto considerable para el médico de cabecera. No sólo debe estar informado sobre las diferentes entidades de nuestras latitudes, sino también tener un amplio conocimiento de, por ejemplo, las enfermedades tropicales. Esto es especialmente importante en cursos potencialmente letales como la malaria, la meningitis o las fiebres hemorrágicas víricas (más frecuentemente el dengue).
El Prof. Dr. med. Peter Schmid-Grendelmeier, del Hospital Universitario de Zúrich, muestra qué cuadros clínicos dermatológicos debe conocer el médico generalista y cuándo es necesaria una derivación o un asesoramiento del médico formado en medicina tropical. En una lista relevante para la práctica, aborda la gran variedad de alteraciones cutáneas que a veces pueden desencadenar el sol, los animales, los microbios (bacterias, hongos, virus), las toxinas y las plantas. Por supuesto, epidemiológicamente, las dermatosis relacionadas con el sol (dermatitis solaris, dermatosis polimorfa lumínica) son las más comunes, pero rara vez una afección de este tipo trae realmente pacientes a la consulta.
La diarrea también se asocia a menudo con unas vacaciones en los trópicos, entre otras cosas porque el útil consejo “cuézalo, hiérvalo, pélelo u olvídelo” es rápidamente arrojado por la borda por los turistas a su llegada al soleado destino. Una mayor labor educativa por parte de los médicos de cabecera es sin duda deseable y recomendable en este sentido. En nuestro artículo también analizamos los cuatro pilares principales de un consejo de viaje sensato: Picaduras de artrópodos; Alimentos, bebidas y diarrea; Contacto personal incl. Sexo; accidentes, mordeduras de animales y riesgos especiales. También se ofrece un resumen actualizado de las vacunas para adultos que viajan al extranjero. Además, y esto es cada vez más un problema de salud, está aumentando el número de personas que visitan a amigos y parientes en sus antiguos países de origen (“visitas de amigos y parientes”). En muchos estudios, son el grupo de viajeros con mayor morbilidad. Esto se convierte en un problema sobre todo cuando estas personas no se sienten obligadas a acudir a un centro de asesoramiento sobre viajes (al fin y al cabo, creen conocer todos los peligros de su antiguo país de origen). El médico de cabecera que atienda al paciente en Suiza también debe prestar más atención a esto y preguntar directamente en una consulta normal si se han previsto viajes de este tipo.
Le deseo una lectura interesante del número actual de HAUSARZT PRAXIS y espero que pueda extraer alguna información relevante para su trabajo diario concreto.
Dra. Cornelia Staehelin
PRÁCTICA GP 2014; 9(6): 10