En un estudio multicéntrico realizado en Austria, los dermatólogos pudieron demostrar que una terapia de dosis bajas consistente en psoraleno y radiación UV-A (PUVA) no sólo conduce a una remisión a corto plazo del linfoma cutáneo “micosis fungoide”, sino que mantiene esta remisión durante más de un año.
Los pacientes con micosis fungoide fueron tratados con 8-metoxipsoraleno oral seguido de irradiación UV-A dos veces por semana durante un periodo de 12-24 semanas. La terapia de mantenimiento sólo se realizó en caso de respuesta completa en la fase de inducción (reducción a cero en la herramienta modificada de evaluación ponderada de la gravedad, mSWAT). Estos pacientes fueron asignados aleatoriamente a las condiciones “ninguna terapia PUVA adicional” o “PUVA continuado como terapia de mantenimiento durante nueve meses”. Como mostró la evaluación de los datos, el 70% de los pacientes lograron una respuesta completa en la fase de inducción con una dosis de UV-A comparativamente baja de 78,5 J/cm2. Los valores basales en mSWAT no difirieron significativamente de los de los pacientes con sólo una respuesta parcial. Durante la terapia de mantenimiento posterior de nueve meses, la duración de la remisión libre de enfermedad aumentó de una mediana de 4 a 15 meses (p=0,02). Un análisis de los efectos histológicos de la terapia PUVA demostró que, con la mejoría clínica, también disminuyó la densidad de los infiltrados inflamatorios y la cantidad de secuencias clonales de receptores de células T. En cuanto a la tolerabilidad, no se observaron efectos secundarios graves de la terapia PUVA ni durante la fase de inducción ni durante la de mantenimiento. Los autores concluyen que el estudio defiende el beneficio de la terapia PUVA y la terapia de mantenimiento posterior en caso de respuesta completa, e identifica dos biomarcadores potenciales.
Fuente: JAMA Dermatol 2019.
DOI: 10.1001/jamadermatol.2018.5905.
DERMATOLOGIE PRAXIS 2019; 29(4): 4 (publicado el 25.8.19, antes de impresión).