Los tatuajes tienen una larga tradición. La gente ha tenido tatuajes durante miles de años, y el deseo de eliminarlos es igual de antiguo. A diferencia de los métodos utilizados en el pasado, los tratamientos con láser actuales ofrecen una versión poco dolorosa de la eliminación de tatuajes. Hay que tener en cuenta algunas cosas para conseguir los mejores resultados posibles.
Lo lejos que se remonta la tradición del tatuaje lo demuestra el ejemplo del hombre de los glaciares Ötzi, que vivió hace más de 5.000 años y en el que se encontraron rastros de marcas hechas con agujas o mediante incisiones bajo la piel. Incluso hoy en día, los tatuajes son una forma popular de adorno corporal y a menudo sirven como medio de expresión o como marca sociocultural de identificación. Además, existe el maquillaje permanente, así como técnicas de ocultación médico-terapéuticas para el tratamiento de zonas cutáneas hipopigmentadas en el vitíligo, para disimular la caída del cabello o para reconstruir la areola tras una operación de cáncer.
Deshacerse de un tatuaje – ¿pero cómo?
Desde que existen los tatuajes, la cuestión de cómo pueden eliminarse también ha estado de actualidad. Las referencias más antiguas a la eliminación de tatuajes se remontan a las momias de los egipcios de hace 4000 años. El procedimiento fue descrito por primera vez en detalle y recogido en la antigua enciclopedia médica griega Tetrabiblon por el médico Aetius de Amida [1,2]. Los motivos son múltiples, a menudo la propia opinión sobre el tatuaje cambia y a uno le gustaría volver a deshacerse de él. Pero también puede haber otras razones, por ejemplo, en la antigua Grecia los tatuajes eran a menudo signos de servidumbre o servicio mercenario. Los antiguos egipcios realizaban un procedimiento abrasivo con salitre y resina de terebinto, mediante el cual se frotaban las capas superiores de la piel con gránulos de sal. A continuación se procedió a la despigmentación con miel, lima y pimentón. Este doloroso procedimiento se denominaba unción y sus variantes se siguieron practicando hasta el siglo XX, junto con otros métodos, algunos de ellos también muy desagradables. Como la antigua técnica romana conocida como dermoabrasión, en la que se aflojaban las capas superiores de la piel con una tira parecida al papel de lija. La primera vez que se registró la eliminación de un tatuaje con láser fue en 1967 [1,2]. Fue el comienzo de la era de un método menos doloroso y, por tanto, un gran avance. Debido al rápido desarrollo de las tecnologías láser, la eficacia y la seguridad de las opciones tecnológicas láser han mejorado constantemente.
¿Qué dispositivo láser para qué tatuaje?
La fototermólisis por láser es hoy en día el método más eficaz para eliminar los tatuajes no deseados . Dependiendo del color del tatuaje, se utilizan láseres de diferentes longitudes de onda, por lo que el tipo de piel y la edad del paciente, así como la localización y antigüedad del tatuaje, también influyen en la selección del láser. En las últimas décadas se han producido enormes avances tecnológicos en el campo de las tecnologías láser.
Hoy en día, los láseres “q-switched” (QS, “quality-switched”) en particular, que producen pulsos de nanosegundos, pueden utilizarse para la eliminación selectiva de tatuajes. En este concepto basado en el principio de fototermólisis, la longitud de onda se adapta al pigmento del tatuaje, siendo la longitud del pulso más corta que el tiempo de relajación térmica del pigmento [3]. Esto permite la destrucción selectiva de los pigmentos diana de la piel sin dañar el tejido circundante. Los siguientes tipos de láseres de nanosegundos QS han demostrado ser los más eficaces para la eliminación de tatuajes [3]: Nd:YAG (532 nm), Nd:YAG (1064 nm), Alejandrita (532 nm) y Rubí (694 nm).
Haga coincidir la longitud de onda con el pigmento del tatuaje Las longitudes de onda de 1064 nm (Nd: YAG) y 755 nm (alejandrita) son adecuadas para eliminar tatuajes negros y azules. Para tatuajes azules, negros y verdes 694 nm (rubí) y para tatuajes rojos 532 nm (Nd: YAG). Además del color, el tipo, la edad y la localización del tatuaje, la edad y el tipo de piel del paciente son decisivos para la elección del láser adecuado y los parámetros individuales [3]. |
En cuanto a los riesgos de complicaciones, se observó una hipopigmentación temporal o permanente con longitudes de onda más cortas (por ejemplo, con Nd:YAG 532 nm, alejandrita 755 nm, rubí 694 nm). Esto puede explicarse por el hecho de que se aborda la melanina presente en la epidermis. Por esta razón, las longitudes de onda más cortas no deben utilizarse para los tipos de piel más oscuros. Dado que las longitudes de onda más largas, como 1064 nm (Nd:YAG), se asocian a una menor absorción de melanina, se consideran seguras para los tipos de piel oscura [3]. Dado que el agua ya no es el cromóforo diana, rara vez se producen cicatrices cuando se utilizan láseres QS. La eliminación completa del tatuaje no tiene éxito en todos los casos; puede quedar una especie de imagen fantasma.
Para la eliminación no selectiva de tatuajes, en la actualidad se utilizan a veces los siguientes métodos [3]: mecánico (salabrasión y escisión), químico (ácido tricloroacético) y térmico (electrocauterización, crioterapia y láser de onda continua).
Literatura:
- Risch P: Los inicios de la eliminación de tatuajes. dermatología estética y cosmetología 2020; 12: 6. https://link.springer.com/article/10.1007/s12634-020-1069-5
- Zhitny VP, Iftekhar N: Eliminación de tatuajes: una práctica de la antigüedad. Dermatología 2020; 236(4): 390-391, https://doi.org/10.1159/000506419
- Soemantri SP, Hoffmann K, Hoffmann K: Tatuajes: ¿Cómo penetra el color en la piel y cómo puede eliminarse? Alergología pediátrica, 01/2019, 12-18, www.tattooentfernung-uniklinik.de
- Seeber N: Situación de la eliminación de tatuajes en 2020. 30 años de experiencia. Nikolaus Seeber, MD, SGML20, Zúrich, 16.01.2020
PRÁCTICA DERMATOLÓGICA 2020; 30(5): 46