La terapia endocrina adyuvante para el cáncer de mama tiene efectos negativos en la salud ósea. Las posibles consecuencias son la osteopenia inducida por el tratamiento, la osteoporosis y las fracturas. Se sabe que las sustancias antirresortivas como los bifosfonatos contrarrestan este proceso hasta cierto punto. El denosumab también aporta ese beneficio. Según un estudio presentado en la ASCO, debería preferirse para la osteoprotección en el futuro.
Las fracturas son un efecto secundario frecuente del tratamiento con inhibidores de la aromatasa. En este caso, el uso de terapias antirresortivas tiene sentido y posiblemente también contribuya a mejorar la supervivencia de las pacientes con cáncer de mama.
El objetivo de un estudio presentado en el congreso de la ASCO era investigar los efectos del denosumab en pacientes posmenopáusicas con cáncer de mama precoz con receptores hormonales positivos (HR+). Todas las pacientes recibieron tratamiento adyuvante con inhibidores de la aromatasa. El denosumab bloquea el RANKL y, por tanto, directamente la formación, la función y la supervivencia de los osteoclastos. El denosumab se administra por vía subcutánea cada seis meses.
Menos fracturas
En el ensayo de fase III, aleatorizado y controlado con placebo, participaron 58 centros y un total de 3.425 pacientes posmenopáusicas. Se les asignó aleatoriamente a recibir denosumab 60 mg o placebo cada seis meses. El criterio de valoración primario fue una primera fractura clínica. Los criterios de valoración secundarios incluían datos de supervivencia, densidad mineral ósea y fracturas vertebrales.
El denosumab demostró ser claramente superior al placebo en el criterio de valoración primario. El cociente de riesgos fue de 0,5 (IC 95%: 0,39-0,65; p<0,0001), es decir, el riesgo de fractura se redujo a la mitad. Se produjeron un total de 176 fracturas en el brazo de placebo y 92 en el de denosumab. La reducción del riesgo a la mitad se constató en ambos subgrupos, a saber:
- 1872 pacientes que tenían una densidad mineral ósea normal al inicio del estudio (HR=0,44, p<0,0001).
- 1548 pacientes que ya tenían osteopenia al inicio del estudio (HR=0,57, p=0,0021).
El denosumab también redujo a la mitad la incidencia de fracturas vertebrales. Los datos de supervivencia aún no estaban disponibles en el momento de la presentación.
Mejora de la densidad mineral ósea
No hubo diferencias entre los grupos de placebo y denosumab en cuanto a la aparición de nuevos acontecimientos adversos (1334 frente a 1366) o acontecimientos adversos graves (511 frente a 521). No se encontró osteonecrosis de la mandíbula.
Además de los efectos positivos sobre el riesgo de fractura, el denosumab también mejoró significativamente la densidad mineral ósea en la columna lumbar (9,99%), la cadera (7,88%) y el cuello femoral (6,49%) después de 36 meses en comparación con el placebo.
Los autores concluyen que el denosumab es muy adecuado para la osteoprotección en pacientes con cáncer de mama que toman inhibidores de la aromatasa y, por tanto, debería ser una opción preferente en esta población.
Fuente: Congreso ASCO, del 29 de mayo al 2 de junio de 2015, Chicago.
InFo ONCOLOGÍA Y HEMATOLOGÍA 2015; 3(8): 4