De repente está ahí, el dolor. La cefalea en racimos atormenta insoportablemente a quienes la padecen durante al menos un cuarto de hora hasta que remite lentamente, sólo para repetirse unas cuantas veces más a lo largo del día. Como consecuencia, los afectados ven enormemente limitada su calidad de vida. Pero hay ayuda.
La cefalea en racimos se define como un dolor de cabeza extremo, estrictamente unilateral, con un dolor máximo detrás del ojo. El dolor se acumula en poco tiempo y es intenso, punzante o quemante. Pueden irradiarse desde el ojo hasta la frente, las sienes, la mandíbula, la garganta, el cuello, la oreja o el hombro. Al cabo de entre 15 minutos y tres horas, el dolor desaparece tan rápido como apareció. Por regla general, siempre se ve afectado el mismo lado de la cabeza. Lo típico de las cefaleas en racimos es un ritmo temporal: el dolor se produce hasta ocho veces al día, a menudo a la misma hora del día y con mayor frecuencia en primavera y otoño. Los pacientes suelen sufrir el dolor principalmente 1-2 horas después de dormirse o en las primeras horas de la mañana. Entre un ataque y otro, alrededor del 80% de los afectados no sienten dolor durante mucho tiempo, a veces incluso años.
Por cada 1000 personas, sólo una padece cefaleas en racimo. Esto hace que este tipo de cefalea sea muy poco frecuente en comparación con las cefaleas tensionales y las migrañas. Los hombres se ven afectados tres veces más que las mujeres. Por regla general, suelen aparecer por primera vez entre los 20 y los 40 años. En 15 de cada 100 pacientes, los episodios duran un año, o el periodo libre de síntomas es inferior a un mes. Entonces se cumple el cuadro clínico de las cefaleas crónicas en racimo. A veces, un curso episódico se convierte en crónico, sobre todo si la enfermedad comienza a una edad avanzada. Se desconocen las causas de este tipo de dolor de cabeza. Los científicos sospechan, entre otras cosas, de una sobreactivación de las células nerviosas de ciertas zonas del cerebro que también son responsables de regular el ritmo día-noche. Debido a una acumulación familiar, la herencia también podría desempeñar un papel.
Activadores múltiples
Al igual que la migraña, las cefaleas en brotes también tienen ciertos desencadenantes que pueden provocar un ataque de dolor. Entre ellos se encuentran el alcohol, estar a grandes alturas, los medicamentos que contienen nitroglicerina o incluso ciertos olores. Algunos alimentos, como ciertos quesos o embutidos, también suelen asociarse a las cefaleas en racimos.
Amplíe los intervalos sin reclamaciones
El objetivo de la terapia es acortar los ataques individuales, o idealmente prevenirlos, y prolongar los periodos sin ataques. En consecuencia, la gestión del tratamiento debe adaptarse individualmente a las necesidades de cada paciente. Las pastillas convencionales para el dolor de cabeza no pueden detener el fuerte malestar. Por otro lado, la inhalación de oxígeno medicinal ha demostrado su eficacia. Al principio de un ataque, se inhala oxígeno médico puro durante cierto tiempo a través de una mascarilla especial de respiración boca-nariz. Otra opción más flexible es administrar sumatriptán mediante una jeringa precargada. Puede utilizarse en casa o sobre la marcha y sigue siendo eficaz cuando el ataque ya está avanzado. Los dolores leves y moderados pueden tratarse con zolmitriptán en spray nasal.
El verapamilo se utiliza para prevenir las cefaleas en racimo. A menudo, la terapia se inicia inicialmente con tres dosis de 80 mg/día; dependiendo del éxito de la terapia, pueden utilizarse hasta 1200 mg/día. En aproximadamente dos tercios de los pacientes, puede conseguirse de este modo una mejora del 75% de la cefalea en racimos. También puede considerarse un ensayo con glucocorticoides. Especialmente si se retrasa el inicio de la acción del antagonista del calcio. Como alternativa, el litio puede tener un efecto positivo, especialmente en pacientes con cefalea en racimos crónica. Sin embargo, como existe un riesgo de intoxicación, el nivel de suero sanguíneo debe controlarse regularmente.
ser controlados. El nivel sérico no debe superar 1,2 mmol/l.
Para saber más:
- May a, Evers S, Brössner G, et al: Directriz para el diagnóstico, tratamiento y profilaxis de la cefalea en racimos, otras cefaleas autonómicas del trigémino, la cefalea asociada al sueño y la cefalea punzante idiopática. Neurología 2016; 35: 137-151.
- https://kopfschmerzkompass.de/kopfschmerzarten/clusterkopfschmerzen (última consulta: 25.03.2020)
- www.dmkg.de/patienten/medikamente-gegen-clusterkopfschmerzen.html (última consulta: 25.03.2020)
- www.gesundheitsinformation.de/cluster-kopfschmerzen.3186.de.html (última consulta: 25.03.2020)
- www.neurologen-und-psychiater-im-netz.org/neurologie/erkrankungen/cluster-kopfschmerzen/was-sind-cluster-kopfschmerzen (última consulta: 25.03.2020)
InFo NEUROLOGÍA Y PSIQUIATRÍA 2020; 18(3): 32
InFo DOLOR Y GERIATURA 2020; 2(1): 30