Se podría suponer que las enfermedades de la vejez sólo pueden tratarse con medicamentos sintéticos, ya que las enfermedades típicas de esta última etapa de la vida suelen ser considerables y deben tratarse con preparados muy eficaces. Sin embargo, el presente panorama muestra que también hay enfermedades de la vejez que pueden tratarse muy eficazmente con medicamentos a base de plantas.
Introducción
A medida que envejecemos, nuestro cuerpo se vuelve susceptible a diversas dolencias. Entre las dolencias típicas de la edad se incluyen la insuficiencia cardiaca, la hipertensión, los trastornos cognitivos de y la hiperplasia prostática benigna (HPB). Algunas de estas enfermedades, que aparecen antes en algunas personas y después en otras o nunca, pueden tratarse con éxito con fitoterapia. A continuación se presentan dichos tratamientos.
Problemas cardiacos
En el último número (HAUSARZT PRAXIS 1/2017) se informó sobre el tratamiento de la insuficiencia cardiaca con preparados de espino blanco. Por eso este artículo no entra en más detalles sobre el tratamiento con extractos de Crataegus para la insuficiencia cardiaca.
También existen recetas a base de plantas con tradición de medicina popular contra la hipertensión. Para ello se elaboran tinturas de raíz de serpiente india (Rauwolfia serpentina), muérdago (Viscum album), olivo (Olea europea), cordial (Leonurus cardiaca) y trébol de los arbustos (Lespedeza capitata) en diversas mezclas. El espino blanco también se utiliza en algunos casos. Dado que la Rauwolfia es de acción bastante fuerte y tiene un margen terapéutico algo estrecho, cabe señalar en este caso que sólo se utilizan tinturas de Rauwolfia exactamente estandarizadas, que permiten una dosificación precisa. La dosis máxima diaria es de 6 mg de alcaloides totales de Rauwolfia, correspondientes a 0,6 mg de reserpina.
Trastornos cognitivos
Muchos ancianos sufren trastornos cognitivos, que se hacen patentes a través de olvidos, falta de concentración y otros trastornos cerebrales. Debido al creciente envejecimiento de nuestra sociedad, en el futuro tendremos que tratar con muchas más personas con trastornos cognitivos más o menos pronunciados.
Además de los medicamentos convencionales, la planta medicinal ginkgo biloba ha demostrado su eficacia en el tratamiento de los trastornos cognitivos. El ginkgo biloba, árbol del templo japonés, es una de las plantas medicinales mejor estudiadas. Existen docenas de estudios clínicos impecables que documentan la eficacia del Ginkgo biloba. La mayoría de los estudios se documentaron con el extracto estandarizado de Ginkgobiloba EGb 761. Esto afecta tanto a la eficacia preventiva [1] como al curso de la enfermedad [2] y al alivio de los síntomas neuropsiquiátricos en la demencia [3]. Sin embargo, estas referencias son sólo algunas pruebas de una gran selección de estudios clínicos similares.
El estudio GuidAGe demuestra la eficacia preventiva del EGb 761. Una evaluación de subgrupos mostró que en un grupo de sujetos de prueba que habían sido
EGb 761, sólo el 1,6% de los afectados desarrollaron demencia de Alzheimer, en contraste con el grupo placebo, en el que la tasa correspondiente fue del 3,0%.
Los pacientes con demencia experimentan a menudo síntomas neuropsiquiátricos, que pueden suponer una gran carga para familiares y cuidadores. El estudio de Ihl et al. [3] muestra que existe una superioridad estadísticamente significativa y clínicamente relevante del grupo EGB 761 sobre el placebo en cuanto a la mejora general de los síntomas neuropsiquiátricos asociados a la demencia y también una superioridad significativa en cuanto a la reducción del estrés en los cuidadores.
Se han identificado glucósidos de flavona y lactonas de terpeno como ingredientes activos del Ginkgo biloba, que sirven como eliminadores de radicales, previenen la formación de oligómeros A-beta, promueven la degradación de la alfa-secretasa, contribuyen a la protección y función mitocondrial y aumentan la viscosidad sanguínea con una mejora de la microcirculación.
Hiperplasia prostática benigna (HPB)
En los hombres, la edad se correlaciona con el porcentaje de probabilidades de desarrollar hiperplasia benigna de próstata (HBP). Así pues, esto ocurre en aproximadamente el 50% de las personas de cincuenta años y, correspondientemente, en cerca del 80% de los octogenarios. El tratamiento conservador incluye terapia con bloqueantes de los adrenorreceptores alfa como la tamsulosina o la alfuzosina y con inhibidores de la 5-alfa-reductasa.
Desde el punto de vista fitoterapéutico, pueden utilizarse diversas plantas medicinales, de las cuales la palma enana americana, Serenoa repens, se ha popularizado en los últimos años. La mayoría de los preparados a base de plantas para la HBP consisten en extractos de serenoa. Siempre existen preparados a base de semillas de calabaza (Cucurbita pepo), el ciruelo africano (Pyogenum africanum), la ortiga (Urtica dioica), así como el polen de centeno (Secale cereale). Sin embargo, su importancia ha disminuido considerablemente en favor de la llama de sierra.
La eficacia de la serenoa fue cuestionada por una revisión Cochrane [4] en 2009. Sin embargo, esta revisión contenía una serie de errores metodológicos importantes que ponen en duda las conclusiones de la misma. A pesar de la publicación de estas críticas [5], la revisión se volvió a publicar casi sin cambios en 2012.
Existen varios estudios clínicos impecables que documentan la eficacia de la serenoa para la HBP. Se ha publicado un número especialmente elevado de publicaciones sobre la combinación de serenoa y ortiga. La combinación se denomina Pro 160/120 y consiste en 160 mg de un extracto de serenoa estandarizado y 120 mg de un extracto de ortiga igualmente estandarizado. Esta combinación tiene mucho sentido, ya que tiene un efecto sinérgico. La serenoa inhibe la 5-alfa reductasa y la ortiga inhibe la aromatasa, que cataliza la metabolización de la testosterona en estrógenos. Los dos extractos de plantas medicinales ejercen un efecto sinérgico en el tratamiento de la HBP [6]. En sus directrices para la terapia fitoterapéutica del síndrome prostático benigno (SPB), la Sociedad Alemana de Urología recomienda el uso de PRO 160/120 en dosis de 2× 1/d, es decir, 320 mg de Serenoa repens y 240 mg de Urtica dioica.
Los preparados a base de serenoa, especialmente la combinación con ortiga, son por tanto idóneos para el tratamiento de la próstata benigna relacionada con la edad.
Resumen
Las tres dolencias geriátricas presentadas pueden tratarse muy bien con medicamentos a base de plantas. Éstas se ofrecen como alternativas a los tratamientos convencionales.
La depresión en la vejez y las enfermedades articulares degenerativas también pueden tratarse fitoterapéuticamente. Esto se tratará en un artículo posterior.
Literatura:
- Andrieu S, et al: GuideAGe Study: A 5-Year Double Blind, Randomised Trial of EGb 761® for the Prevention of Alzheimer’s Disease in elderly Subjects with Memory Complaints, Current Alzheimer Research, 2008; 5: 406-415.
- Ihr R, et al.: Los síntomas neuropsiquiátricos basales son modificadores del efecto en el tratamiento con extracto de Ginkgo biloba (EGb 761®) de la demencia con rasgos neuropsiquiátricos. Análisis de datos retrospectivos de un ensayo controlado aleatorizado, J Neurol Sci. 2010 Dic 15; 299(1-2): 184-7. doi: 10.1016/j.jns.2010.08.033.
- Ihl R, Bachinskaya N, Korczyn A.D, et al.: Eficacia y seguridad de una formulación diaria de extracto de Ginkgo biloba EGb 761® en la demencia con rasgos neuropsiquiátricos. Un ensayo controlado aleatorizado, J Psychiatr Res 2012 Jun; 46(6): 716-723.
- Tacklind J, MacDonald R, Rutks I, Wilts T.J: Serenoa repens para la hiperplasia benigna de próstata (Revisión), The Cochrane Library 2009; Issu 2, published by John Wiley&Sons, Ltd.
- Bilia A.R, et al: The Cochrane Review on Serenoa repens in Benign Prostatic Hyperplasia, AM thema Phytotherapy 2009(4); 9: 10-13.
- Koch E, et al: Efectos farmacológicos de los extractos de sabal y urtica como base para un tratamiento farmacológico racional de la hiperplasia benigna de próstata, Urologist B 1994; 34: 90-95.
PRÁCTICA GP 2017; 12(2): 2-3