La Cimicifuga racemosa es un medicamento a base de plantas que se utiliza habitualmente en la práctica clínica en mujeres peri y posmenopáusicas. Al igual que la terapia hormonal sustitutiva, se utiliza para el síndrome menopáusico. La Dra. med. Christine Bodmer, del Hospital Bethesda de Basilea, hizo recomendaciones para el uso de uno u otro agente terapéutico en la 28ª Conferencia Anual Suiza sobre Fitoterapia.
Existen varios ensayos controlados aleatorios (ECA) que comparan la Cimicifuga racemosa (CR) con el placebo. Esto demostró que no debe subestimarse el efecto placebo en los síndromes menopáusicos: los síntomas perimenopáusicos solían mejorar con ambas formas de tratamiento, pero sólo en raras ocasiones se observaba una diferencia significativa entre los grupos.
Por otro lado, los ECA que comparan la RC con la terapia hormonal sustitutiva (THS) muestran un efecto significativamente mejor de la THS en comparación con la RC. No se pueden hacer afirmaciones sobre el efecto a largo plazo de la RC ni en sentido positivo ni negativo debido a la duración, en su mayoría bastante corta, del estudio (de tres a seis, como mucho doce meses).
En estudios animales con ratas ovariectomizadas, la densidad ósea trabecular aumentó con la RC, y aún más con la administración de estradiol. Sin embargo, los pocos ECA que también incluyeron en su medición la densidad ósea de las mujeres tratadas con CR no mostraron diferencias significativas entre los grupos de terapia y placebo.
Riesgos y efectos secundarios
“En general, los efectos secundarios del tratamiento de RC son bajos, en torno al 5%. La mayoría son formas leves como dolores de cabeza, vómitos, náuseas, fatiga, dolores articulares y hemorragias. Los cursos graves como la hepatitis o la insuficiencia hepática, así como las convulsiones tónico-clónicas, la vasculitis cutánea, el edema anafiláctico facio-oral, el fallo multiorgánico y muscular son raros y, además, casi nunca claramente atribuibles a la RC”, afirma la Dra. Christine Bodmer, del Hospital Bethesda de Basilea.
“El riesgo de cáncer de mama aumenta ligera y significativamente con la THS combinada continua. En el estudio WHI, la probabilidad de enfermedades cardiovasculares también aumentó con la terapia de estrógeno-progestina. Por un lado, esto se debió probablemente a la elevada edad media de 63,2 años; por otro, el valor volvió a descender a un nivel no significativo durante el seguimiento. En monoterapia con estrógenos, el riesgo de cáncer de mama disminuye significativamente, mientras que el riesgo de enfermedad cardiovascular sigue siendo el mismo. El riesgo de trombosis aumenta de dos a tres veces la norma con la THS peroral, especialmente con la combinada continua, menos con la monoterapia estrogénica. En cambio, el riesgo de trombosis no aumenta adicionalmente con la THS transdérmica. La mortalidad global de las mujeres mayores de 60 años no aumenta, en las mujeres más jóvenes incluso se reduce”, resumió el Dr. Bodmer el perfil de efectos secundarios de la THS [1, 2].
¿Qué terapia para qué pacientes?
Mujeres menores de 45 años (síndrome menopáusico, independientemente del estado óseo): En esta población de pacientes, la administración de THS es razonable, siempre que no existan contraindicaciones. La THS en mujeres posmenopáusicas jóvenes reduce la morbilidad (osteoporosis, enfermedades cardiovasculares) y la mortalidad, que aumentarían sin esta terapia [3].
Mujeres de 50/55 años o más (síndrome menopáusico, no es necesaria la profilaxis de la osteoporosis): Esta población de pacientes es muy adecuada para la terapia de RC. Al cabo de tres a seis meses, el complejo sintomático (especialmente los sofocos y la sudoración) mejora significativamente, sobre todo en las mujeres con síntomas pronunciados. Si no hay contraindicación, también es posible el tratamiento hormonal.
Mujeres mayores de 50 años (síndrome menopáusico, profilaxis de la osteoporosis necesaria): Dado que la densidad ósea aumenta con los estrógenos [4], la THS está indicada en este grupo de pacientes (a menos que exista otra contraindicación). El aumento depende de la dosis. Varios estudios confirmaron una reducción significativa de la tasa de fracturas [5], que se mantuvo durante años.
mujeres independientemente de su edad y estado óseo (síndrome menopáusico, antecedentes de carcinoma de mama): Este colectivo de pacientes también parece beneficiarse de la terapia con CR [6]. Los estudios in vitro también muestran un efecto antiproliferativo en las células MCF-7. A diferencia de la THS combinada continua contraindicada, la densidad mamaria detectable (mamografía) no se ve afectada negativamente [7].
El análisis beneficio-riesgo es decisivo
“Dependiendo de la edad, las comorbilidades existentes y los deseos individuales, tiene sentido una terapia de RC o de THS. Siempre hay que examinar el perfil de seguridad y eficacia, incluidos los puntos fuertes y débiles que acabamos de mencionar, es decir, realizar un análisis beneficio-riesgo limpio y adaptado a cada caso”, concluyó su conferencia la Dra. Bodmer (Fig. 1).
Fuente: “La fitoterapia con Cimicifuga racemosa frente a la terapia hormonal sustitutiva desde la perspectiva de la MBE y la práctica ginecológica”, 28ª Conferencia Anual Suiza sobre Fitoterapia, 21 de noviembre de 2013, Baden.
Literatura:
- Manson JE, et al: Estrógeno más progestina y el riesgo de cardiopatía coronaria. N Engl J Med 2003 Ago 7; 349(6): 523-534.
- Chlebowski RT, Anderson GL: Conceptos cambiantes: terapia hormonal menopáusica y cáncer de mama. J Natl Cancer Inst 2012 abr 4; 104(7): 517-527. doi: 10.1093/jnci/djs014. Epub 2012 mar 16.
- Svejme O, et al: Menopausia precoz y riesgo de osteoporosis, fractura y mortalidad: un estudio observacional prospectivo de 34 años en 390 mujeres. BJOG 2012 Jun; 119(7): 810-816. doi: 10.1111/j.1471-0528.2012.03324.x. Epub 2012 abr 25.
- Grupo de redacción del ensayo PEPI: Efectos de la terapia hormonal en la densidad mineral ósea: resultados del ensayo de intervenciones posmenopáusicas con estrógenos/progestágenos (PEPI). JAMA 1996 Nov 6; 276(17): 1389-1396.
- Torgerson DJ, Bell-Syer SE: Terapia hormonal sustitutiva y prevención de fracturas no vertebrales: un metaanálisis de ensayos aleatorizados. JAMA 2001 Jun 13; 285(22): 2891-2897.
- Rostock M, et al: Cohosh negro (Cimicifuga racemosa) en pacientes con cáncer de mama tratadas con tamoxifeno con quejas climatéricas – un estudio observacional prospectivo. Gynecol Endocrinol 2011 oct; 27(10): 844-848. doi: 10.3109/09513590.2010.538097. epub 2011 Ene 13.
- Raus K, et al: Prueba por primera vez de la seguridad endometrial del extracto especial de cimicifuga racemosa (Actaea o extracto de Cimicifuga racemosa) CR BNO 1055. Menopausia 2006 Jul-Ago; 13(4): 678-691.
PRÁCTICA DE GP 2014; 9(3): 39-40